Con el argumento de sumar más organizaciones a su encuentro «ampliado extraordinario», el ala oficialista del Movimiento al Socialismo-IPSP que apoya al presidente Luis Arce y está abiertamente enfrentado a Evo Morales, postergó una semana la asamblea en la que se elegirá el candidato presidencial para las generales de agosto próximo.

El presidente del MAS, Rover García, explicó que la postergación al 21 de febrero en coliseo ‘Héroes de Octubre’, en la ciudad de El Alto”, se debió a la necesidad de un lugar de mayor capacidad para albergar a nuevos sectores y militantes que se fueron «sumando» en las últimos horas. A la fecha, aseguran la participación de 111 organizaciones.

Sin definiciones sobre quién será el candidato a presidente, y con un claro distanciamiento del exmandatario, que acaba de recibir una nueva orden de detención tras rechazar su apelación, Rover aseguró que el binomio “se elegirá de forma orgánica y democrática, ya no va ver la dedocracia, la imposición que hacia el expresidente del MAS», dijo García según recogió la prensa local..

«Las organizaciones sociales de los municipios, de las provincias, de las regionales, departamentales y las nacionales, son los que van a elegir de manera democrática. Para nosotros murió la dedocracia, la dictadura política que aplicaba antes el expresidente Evo”, agregó con una mención no casual a la voluntad de trabajar con «nuevos líderes, nuevos cuadros».

Para Evo existe un «Plan Negro» orquestado por el gobierno para sacarlo del juego electoral, y relaciona las últimas novedades judiciales en su contra con este plan que busca «tapar» lo que considera una muy mala gestión y contraria a los ideales partidarios de quien fuera su exitoso ministro de Economía en sus primeros gobiernos.

Foto: Javier Mamani / NA

«El nuevo operativo mediático del gobierno para detenerme -en el marco de su Plan Negro (lawfare) tiene el objetivo de tapar el ya inocultable escándalo de corrupción sobre los contratos para regalar el litio a empresas extranjeras», tuiteó esta semana.

«El régimen de Arce no busca justicia. Solo quiere tapar su desastrosa administración: la economía hundida y la institucionalidad destruida; su derechización y traición al pueblo; y su sometimiento al imperialismo norteamericano», agregó. El nuevo operativo mediático del gobierno para detenerme -en el marco de su Plan Negro (lawfare) tiene el objetivo de tapar el ya inocultable escándalo de corrupción sobre los contratos para regalar el litio a empresas extranjeras.

Con respecto a la causa que se le sigue, por supuesta trata y estupro, Evo afirma que el exministro de Justicia, Iván Lima, «confesó y festejó, ante un canal de televisión, que el gobierno de Arce cumplió exitosamente su Plan Negro en mi contra».

Este miércoles, la justicia de Bolivia emitió una nueva orden de captura contra Evo, luego de que fuera rechazada su apelación ante la Sala Penal Primera del Tribunal de Justicia de Tarija.

La orden, firmada por el juez Nelson Rocabado, instruye a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen realizar la aprehensión, a partir de que el pasado 27 de enero la Sala Penal Primera del
Tribunal de Justicia de Tarija declaró como inadmisible el recurso de apelación, advirtiendo que la resolución emitida no admite recurso posterior.

En esa línea, el fiscal general del Estado, Roger Mariaca, reafirmó que tras el rechazo de la apelación, se restablece la orden de aprehensión que debe ser ejecutada por la Policía y en la
que podría intervenir un fiscal en caso de que se requiera un allanamiento.

El pasado 17 de enero, tras no presentarse a declarar por segunda vez, Morales fue declarado en rebeldía por la justicia, ratificándose así la orden de aprehensión que ya existía desde octubre de 2024, y se ordenó el congelamiento de sus cuentas y activos.

El expresidente se encuentra atrincherado en su reducto en el Chapare, departamento de Cochabamba (centro), su bastión político, donde cuenta con el respaldo de cientos de cocaleros que han advertido sobre una posible convulsión social en caso de su detención.

con NA