El lunes 25 de marzo, Pablo terminó la jornada de trabajo y se dirigió a su casa. Eran cerca de las 19 y su teléfono comenzó a sonar insistentemente. El número le resultaba familiar, pero atendió antes de poder precisar quién era. «Hola, Pablo. Te llamamos de la escuela. No te asustes, pero Thiago se descompuso ¿Podés venir?». Tomó su auto y rápidamente se dirigió desde Palermo hacia el barrio de Nuñez.
Al llegar a la Técnica Raggio, corrió hacia la dirección y se encontró con una imagen que no podrá olvidar fácilmente. “Estaba mi hijo en una situación muy crítica, temblando, todo transpirado y agarrándose la cabeza. Lo primero que pensé es que era un principio de ACV”, recuerda Pablo Marmori en diálogo con Tiempo. La escuela se puso en contacto en tres ocasiones con el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), pero la ambulancia nunca llegó.
“A pocos metros del colegio hay un destacamento policial y un contenedor del SAME justo abajo de General Paz y Libertador. En ese lugar siempre hay una ambulancia. Fuí pero nadie me atendió. Me dirigí al destacamento y la policía actuó de manera inmediata, les pedí que por favor me abrieran camino que lo iba a llevar yo hasta el hospital”, agrega Pablo.
Desde que Thiago se descompensó y su papá llegó a la escuela pasó alrededor de una hora y cuarto pero, pese a varios llamados que realizaron las autoridades escolares, la ambulancia nunca llegó. Tras varias denuncias similares en los últimos meses, Tiempo realizó un pedido de acceso a la información pública para indagar al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) sobre el tema, y las cifras indican que el caso de Thiago no fue un hecho fortuito. El informe asevera que el 50% de los accidentes en escuelas porteñas no son atendidos in situ por el SAME.
Desde el 1° de enero de este año hasta el 10 de junio (fecha en que se realizó el pedido de información pública), el SAME recibió un total de 292.786 llamados por incidentes. De esa cifra, 6488 fueron de las escuelas de la Ciudad, desde el 26 de febrero (inicio de clases) hasta el 10 de junio. De esos accidentes ocurridos en establecimientos educativos, apenas 3244 fueron asistidos con el envío de una ambulancia y equipamiento médico del SAME. Del total, 903 estudiantes fueron internados y 2341 fueron asistidos en el lugar.
Algunos no identifican si el SAME está colapsado o vaciado. La respuesta a esta duda se encuentra dentro del informe de CABA. Actualmente el organismo cuenta con apenas 113 unidades móviles operativas en su flota automotor. Trabajan 252 Radio-operadores y cuenta con 335 médicos.
“A mi hijo lo atendieron por teléfono”, cuenta Sofía, mamá de un nene que asiste a sexto grado de la Escuela Nº 14 DE 9 del barrio de Palermo. Su hijo sufrió la fractura del dedo meñique de la mano derecha el pasado 6 de junio, pero eso lo supo horas después cuando ella misma lo llevó a un sanatorio de Colegiales, dado que el SAME no asistió a la escuela y lo atendieron por teléfono. Un operador dijo a las autoridades del colegio que le pongan hielo, que no era nada.
“Me llamaron de la escuela avisando que se había golpeado el dedo y el vicedirector me comenta que le indicaron que le pusiera algo frío. Cuando le pregunto quién dijo eso, me contó que llamaron al SAME pero que no podían venir, y que entonces les dieron indicaciones por teléfono”, recuerda Sofía en diálogo con este medio. “Esta es una situación muy preocupante porque mi hijo finalmente terminó teniendo una fractura. No entiendo cómo alguien por teléfono puede diagnosticar a un niño que tuvo un accidente sin verlo”, termina.
Al ser indagado por este tema, el GCBA respondió: “El SAME no brinda atención médica telefónica sino que posee un servicio de Telemedicina que coadyuva a la orientación y asistencia para resolución de las problemáticas planteadas. Brinda asistencia profesional de manera virtual tras el pedido de auxilio. Esta respuesta online prácticamente se produce al minuto de registrarse el pedido, brindando asistencia y dando indicaciones”.
Sin embargo, varios testimonios indican lo contrario: “Es mentira, no es así. Todas las veces que llamamos por distintos incidentes el SAME brindó una especie de diagnóstico telefónico ¿Telemedicina?, eso nunca pasó. Es más, sólo en dos ocasiones enviaron una ambulancia a esta escuela de todas las veces que llamamos”, replica una integrante del equipo de conducción de un jardín de Caballito que pidió resguardar su nombre.
La ambulancia nunca llegó
Abundan ejemplos similares en todas las escuelas porteñas. El viernes 12 de agosto de 2022 una alumna de 11 años de la primaria N° 11 DE 5 República de Haití, llegó al colegio y se descompensó. Las docentes llamaron al SAME pero pasó una hora y la ambulancia nunca llegó. La menor fue retirada de la escuela por su familia y la llevaron a la guardia del Hospital Penna. El lunes 15 volvió a ingresar al hospital donde finalmente falleció. Primero se creyó que era por desnutrición, pero la autopsia indicó que fue por “neumopatía bilateral”. Se trata de la niña M, un caso que fue público y generó el repudio de un importante sector de la sociedad.
Otro de los tantos hechos ocurrió en abril del año pasado. Una rata mordió a un estudiante de la Escuela Técnica N° 9 Ingeniero Huergo de Caballito. Los docentes llamaron rápidamente al SAME y la ambulancia nunca llegó. La mamá fue quien llevó a su hijo al Hospital Durand.
Informe de la auditoría
En junio de 2023 la auditoría porteña publicó el informe “Proyecto Nº 3.21.01 SISTEMA DE ATENCIÓN MÉDICA DE EMERGENCIA-SAME”, donde alertó sobre varias deficiencias del servicio: “No logró efectivizar el inicio del desplazamiento de las ambulancias en el tiempo requerido en todos los turnos del período auditado para todos los códigos (rojo, amarillo y verde)”, resume el documento.
“En la totalidad de los turnos del período objeto de examen, medido en tiempo promedio para cada uno de ellos, no se efectivizó el inicio del desplazamiento de las ambulancias, en un tiempo menor a tres minutos desde la asignación, de acuerdo a la pauta establecida en el Manual Procedimiento Operativo”, agregó y concluye: “Adicionalmente, no se cumple con los estándares internacionales que pretende (según lo manifestado por el responsable del área) alcanzar el auditado, dado que en ninguno de los turnos la suma total de los promedios, entre la solicitud de la ambulancia y la llegada de la misma, es menor o igual a 15 minutos”. «
Julieta
29 July 2024 - 09:25
Por otra parte, creo que hay que reforzar auditorías y controles, para garantizar la mejor calidad de servicio posible. Todos somos responsables.