Con el envión que le concedió la firma del Pacto de Mayo junto a casi una veintena de gobernadores, el gobierno nacional avanza en el relanzamiento de la gestión en una semana que estará cargada de anuncios y reformas en el organigrama estatal.

Esta semana, el oficialismo anunciará la conformación del Consejo de Mayo, el organismo desde donde se concretará la redacción de proyectos de ley que cumplan con el decálogo firmado el pasado martes por el presidente Javier Milei y los caciques provinciales.

Esta mesa de trabajo estará conformada por un representante de todos los sectores que forman parte del andamiaje económico, político y social del país. En las reuniones que tendrán lugar en el Salón Eva Perón, participará un delegado del Congreso (uno por Diputados y otro por Senadores); un empresario, un gobernador, un sindicalista y así. Por parte del gobierno, en tanto, será designado el jefe de gabinete, Guillermo Francos, quien ya hizo gala de su cualidad de dialogador en más de una ocasión.

La elección de los apoderados estará a cargo de cada sector, un potencial problema en el que el oficialismo no está interesado en resolver ni involucrarse. “Que se arreglen entre ellos”, repite uno de los ideólogos de la gestión libertaria sobre esta cláusula que ya generó malestar entre varios gobernadores, que por lo bajo se quejan de esta decisión unilateral. “Que se preparen porque nos van a tener a los 24 ahí”, dijo a Tiempo uno de los mandatarios provinciales que en las últimas semanas visitó la Casa Rosada.

Según pudo saber este medio, los sectores tendrán un plazo de treinta días para elegir a sus representantes. Cumplido ese lapso, la mesa colegiada comenzará a funcionar con encuentros semanales y sin fecha de disolución. El objetivo de los laderos libertarios es llegar a fin de año con la mayor cantidad de proyectos redactados.

El siguiente ítem en la lista de tareas mileístas se encuentra la reconfiguración de una de las arcas más importantes del Estado. En las próximas horas se anunciará la reestructuración de la Agencia Nacional de Inteligencia, que volverá a llamarse Secretaría de Inteligencia (SIDE), en un nuevo guiño a la gestión de Carlos Menem, piropeada reiteradamente por Milei. El decreto que oficializa el cambio será publicado en la primera edición semanal del Boletín Oficial, a la medianoche de este lunes.

Tal como ya adelantó este medio hace algunas semanas, el organismo estará a cargo de Sergio Neiffert, ex representante del Ejecutivo en ACUMAR, quien las últimas semanas tuvo una fuerte actividad en Casa Rosada. Aunque inexperto en la materia, el socio del ex intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino -con quien el oficialismo cosechó un buen vínculo durante la campaña-, cumple con el requisito ineludible para sumarse a la gestión de un área por demás sensible: es íntimo del asesor todoterreno, Santiago Caputo.

Por su falta de experiencia, el futuro titular de la SIDE tendrá como hombre de consulta a Lucas Nejamkis, quien es conocido en el mundo del espionaje como uno de los operadores más cercanos al ex espía Jaime Stiusso. En el gobierno, sin embargo, se apresuran a aclarar que el agente de inteligencia, que inició su carrera en los albores del operativo que concretó el retorno de Juan Domingo Perón al país, no tendrá ningún cargo formal ni informal en la nueva estructura.

La todavía agencia será subdividida en tres organismos, Seguridad Interior, Seguridad Exterior y Ciberseguridad. Los mismos estarán debajo del ‘raviol’ controlado por Neiffert y cada uno tendrá un director que deberá reportar a quien supo ser íntimo amigo del padre del cerebro de la gestión libertaria.

El ladero del presidente se empapó de viejos conocedores del juego para reconfigurar uno de los organismos más importantes del organigrama estatal. El ex asesor de Mauricio Macri en su gestión como jefe de gobierno, y ex delegado en el exterior de la SIDE durante el menemato, Alejandro Colombo, estará a cargo del manejo de la ex Agencia en el exterior.

Los otros dos directores, cuyos nombres están guardados bajo siete llaves por el alfil del libertario, también poseen experiencia en el mundo del espionaje. En las últimas semanas, se especuló con el ingreso de una ex CEO de Google a la nueva Secretaría para asumir la gestión de ciberseguridad, versión que fue descartada por un socio del presidente a este medio. De esta forma, el organismo que institucionaliza el control y el espionaje nacional e internacional no tendrá ninguna mujer en su directorio.

Desde que se instalaron en el poder, en el riñón del libertario rondaba la voluntad de ejecutar cambios en el organismo que supo tener su último pico de esplendor durante la presidencia de Carlos Menem. La idea se convirtió en una necesidad cuando durante la escueta gestión del ex jefe de gabinete, Nicolás Posse, llegó a los oídos de Karina y Santiago Caputo que el ex CEO estaba usando a su amigo y ex titular de la AFI, Silvestre Sívori, para espiar al gabinete.

Con este antecedente, los encargados de la reestructuración de la central de inteligencia no imprimen mayor apuro en llenar los puestos vacantes y adelantan que se tomarán el tiempo necesario para construir una Secretaría que esté “a la altura” del gobierno y despeje todos los vicios de las viejas gestiones. Para ello, adelantan desde la casa de gobierno, el oficialismo se deshará del mítico edificio ubicado en Avenida de Mayo y reubicará cada uno de los organismos de inteligencia en una nueva locación pronta a definirse.  «