La primera estrella nacional de su historia merecía una definición así. Talleres de Córdoba derrotó por 3 a 2 a River en la tanda por penales y se consagró campeón de la Supercopa Internacional, luego de igualar 0 a 0 en los 90 minutos reglamentarios y los 30 de alargue, en el partido disputado esta noche, en el estadio La Nueva Olla de Asunción, en Paraguay.
Talleres, hasta este miércoles, sólo tenía un título oficial en su historia, la Conmebol de 1999. La derrota dejó al River de Marcelo Gallardo desnudo ante su espejo: el equipo suma cuatro campeones del mundo pero juega muy mal. Incluso River sumó su séptima derrota consecutiva en remates desde los doce pasos, a pesar de que su arquero Franco Armani había rechazado dos disparos y uno se fue desviado.
Para el equipo cordobés convirtieron el mediocampista Joaquín Mosqueira, el delantero Nahuel Bustos y el defensor Gastón Benavídez, mientras que el volante Emmanuel Reynoso remató desviado y Armani rechazó los envíos de Cristian Tarragona y Ulises Ortegoza. Para River anotaron Gonzalo «Pity» Martínez y Miguel Borja, en tanto, el guardameta Guido Herrera se lo atajó a Matías Rojas y remataron desviado Gonzalo Montiel, Facundo Colidio y Manuel Lanzini.
En un pésimo partido, que duró 120 minutos, Talleres sumó dos remates al arco y River, sólo uno. La primera jugada clara del partido fue para el conjunto de Córdoba. A los 25 minutos de la primera parte, Ortegoza recibió un tiro libre jugado en corto y remató desde muy lejos, pero Armani desvió el disparo. La «T» volvió a atacar con claridad a los 41 minutos, con un centro del lateral Miguel Navarro al primer palo que fue cabeceado por el delantero Federico Girotti, surgido de River, pero la pelota se fue alta.
En la segunda etapa casi no hubo llegadas y los únicos acercamientos peligrosos fueron de Talleres. Primero con un nuevo remate lejano de Ortegoza a los 27 que fue desviado al córner y un disparo desde afuera del área del volante «Bebelo» Reynoso que pasó cerca del segundo palo. El equipo más peligroso volvió a ser el de Alexander Medina, con un nuevo remate desde el borde del área de «Bebelo» que buscaba el palo más lejano y fue despejado por Armani, por encima del travesaño.
Llegados los penales, la imprecisión riverplatense le dio la copa a Talleres, pese a la gran noche de Armani. El equipo cordobés había perdido las tres finales nacionales de su historia, en el Nacional 1977 ante Independiente y las Copas Argentina 2020 y 2022 ante Boca y Patronato, respectivamente.
La cuarta fue la vencida.