La suba sin pausa del precio de la carne llevó al gobierno a hacer una advertencia a los frigoríficos: si siguen el alza cortará las exportaciones.
Según el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci), en el primer trimestre del año los cortes de carne tuvieron fuertes incrementos: 27% en el caso de la nalga; el asado, con un 20%; la paleta, 19,6%; la carne picada, 18,9%; y la carnaza, 18,8%. Todos cortes de consumo popular.
En tanto, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, advirtió este viernes: «Hay incrementos de precios, que si seguimos viendo comportamientos especulativos, no nos temblará el pulso a la hora cerrar las exportaciones de carne».
El consumo de carne se encuentra en su nivel más bajo de los últimos 18 años por una combinación de suba de precios y pérdida de poder adquisitivo, de un lado, y de cambios de hábitos alimenticios, del otro. Aunque esto último también tiene un impulso en las diferencias relativas de precios entre la carne vacuna y sus sustitutos más baratos: pollo y cerdo.
Las exportaciones son la joya de la abuela del sector. De hecho, el precio interno de la carne ha sido impulsado por la presión de la demanda exportadora con destino en China, que se lleva ocho de cada 10 kilos de carne vendidos al exterior.
Además, los frigoríficos exportadores fueron los signatarios del acuerdo para impulsar el programa de carne a precios por debajo de los del mercado. La advertencia de Comercio Interior choca con una de las piezas clave de su actividad.
Y para completar el cuadro, existen denuncias cruzadas en el sector acerca de triangulaciones y evasión fiscal con las exportaciones. Un buen motivo para saber qué pasa en ese sector.