El gobierno y las automotrices anunciaron este lunes la renovación del programa de subsidios para dinamizar la venta de autos 0km con el argumento de que la iniciativa incentivó las ventas junio y julio pero las operaciones involucran producción stockeada debido al estancamiento de 2018.

En pocas palabras, el éxito beneficia a las empresas de la cadena, fábricas y concesionarios, pero según lo datos está lejos de mejorar la situación de la industria local, que viene en picada según los números oficiales, de manera semejante al canal comercial. En la misma línea, tampoco dinamiza el empleo, porque las terminales y concesionarias siguen con sus planes de achicamiento pese al mentado suceso del plan en junio y julio pasados.

Este martes las autoridades políticas anunciaron la continuidad como un acuerdo con las empresas del sector. Las fábricas, como pasó con las ediciones previas, ofrecerán en agosto “por medio de sus concesionarios oficiales un descuento de al menos $50.000 por vehículo, para aquellos cuyo precio de venta sea igual o inferior a $750.000, y de al menos $90.000, para aquellos cuyo precio sea superior”.

Por el lado de las empresas, el titular de la Asociación de Fábricas (ADEFA) Luis Fernando Peláez Gamboa aseguró que “el plan ha sido positivo para las terminales, los concesionarios y toda la cadena de valor, así como también para el gobierno nacional y las provincias que se han visto beneficiados por una mayor recaudación producto de una mejora de la actividad” por lo que saludó en nombre la prórroga en nombre de sus representados.

La Asociación de Concesionarios (ACARA) destacó a la par que los patentamientos de julio crecían “por encima del 48 % faltando 2 días para la finalización del mes, escenario positivo que ahora podría mantenerse en el segundo semestre con la continuidad de los incentivos hasta fines de agosto”.

En particular el presidente Ricardo Salomé expresó que “el gobierno logró impulsar el sector y recaudar más de lo asignado, generando beneficios fiscales para el gobierno y la preservación de empleos de un sector que venía muy afectado”.

La definición de Salomé suena por lo menos llamativa a pocos días de que la concesionaria Car One, una de las más conocidas del medio local, anunció el despido de 70 de sus empleados por la caída de las ventas, de acuerdo a una información que publicó la periodista Graciela Moreno en el diario BAE Negocios.

Más atento a ese tipo de datos, un informe del centro CEPA destacó que los descuentos del programa oficial se ejecutan “en un contexto de acumulación de stock, con suspensiones generalizadas y fábricas parcialmente paralizadas” y remarcó que el cuadro de este sector en 2019 es el más difícil desde que asumió el gobierno de Cambiemos en diciembre de 2015.

Entre otras variables el CEPA apuntó que la utilización de la capacidad instalada  evidencia un proceso de retroceso. En los últimos cuatro meses, destacó, “se ubica en el 33,4%, más de 13 puntos porcentuales menos que en cada uno de los tres años anteriores”.

A contramano del enfoque del gobierno y de las empresas el CEPA señaló que entre 2015 y 2018 la producción cayó el 14% mientras que si se compara el primer semestre de 2019 con el mismo tramo de 2015 la caída alcanza el 40 por ciento. El impacto de la devaluación, sumó la fuente, es claro en la comparación del primer semestre de este año con igual período de 2018, donde se aprecia un retroceso de 33,6%.

El informe privado también discutió las exportaciones, que  aumentaron 10% entre 2015 y 2018 pero cayeron 19% en la comparación entre los primeros semestres de 2015 y 2019. “Si la comparación se ajusta a lo ocurrido en los primeros seis meses de 2018 y de 2019 –agregó el CEPA, se puede afirmar que la devaluación de casi el 100% no tuvo un efecto positivo sobre las ventas externas del complejo”.

En cuanto a las ventas a concesionarios, entre 2015 y 2018 aumentaron 11%. Pero entre el primer semestre de 2015 y el mismo tramo de 2019 arrojó una caída del 36 por ciento.

Pero lo más preocupante es que la proporción de vehículos nacionales sobre el total de las ventas cayó en forma sostenida hasta niveles inferiores al 30%, un dato que “parece establecerse como estructural, sin planificación ni defensa de la producción local frente a la importada”.

Con esa información en el medio, los datos del Junio 0km demuestran la continuidad de los problemas. Entre 2018 y 2019 “pese al plan anunciado por el Gobierno Nacional, tanto las ventas de las terminales hacia el mercado interno como los patentamientos mostraron una caída interanual del 34,1% y el 44,1% respectivamente”.

Más allá de que las políticas económicas generales los efectos del plan “en primera instancia no mostraron una mejora inmediata en las ventas o los patentamientos, y segundo, se potencia la participación de las unidades importadas sobre el total de las ventas, pasando del 72,1% en junio de 2018 al 77,2% en el mismo mes de 2019” un factor que sostiene el impacto en el empleo mediante la prolongación de las suspensiones y despidos.