El peronismo, como cultura política, le asigna una importancia capital al territorio. A lo local. Para construir poder, primero, hay que gobernar el municipio propio. Estas reflexiones explican por qué el PJ bonaerense se prepara -con la nueva denominación de Unidad Ciudadana y en el marco de una confianza creciente en el efecto arrastre de la candidatura a senadora de CFK al tope de la boleta- para dirimir batallas de baja intensidad, pero focalizadas en los municipios. Tanto en los que gobiernan intendentes del ex FpV, como en aquellas comunas que están en manos de Cambiemos y del massismo. Lo que está en juego, en la mayoría de los casos, es qué dirigentes, de qué perfil político y con pertenencia a qué corriente interna el peronismo bonaerense histórico, modernizado pero igualmente más de centro y moderado; o el cristinismo «reloaded» en su búsqueda de nuevas mayorías- quedarán mejor posicionados para competir por esas intendencias en 2019.
El primer dato del que parten todos los actores en puja es que la postulación de Cristina Fernández sigue ganando fuerza y que eso podría llevar a Unidad Ciudadana a un resultado positivo. Algunos, cuando hablan en confianza, no pueden disimular su entusiasmo. Ante la evidencia de que CFK hará una buena performance en toda la provincia, pero sobre todo en el Gran Buenos Aires, los dirigentes empiezan a poner el ojo sobre la disputa local: saben que el veredicto de las urnas producirá reagrupamientos en los municipios, con Concejos Deliberantes que podrían cambiar de manos, u otros en los que el peronismo/kirchnerismo ganará bancas y crecerá en representación.
La atención de estas peleas de pago chico estará puesta en las estratégicas secciones electorales del norte y oeste (1era) y sur (3era) del conurbano. Los municipios que rodean a la CABA en los tres cordones del conurbano son claves para todo proyecto político. En el norte del GBA, la disputa en la que mayormente competirán representantes de la liga de intendentes con dirigentes apadrinados por La Cámpora, Nuevo Encuentro, Peronismo Militante y otras agrupaciones que suscriben la conducción de CFK- tendrá un escenario de interés en la localidad de San Miguel. Allí, y en ambos casos con listas sábanas que llevarán a CFK en el primer tramo de la boleta, competirán a nivel de concejales los precandidatos Franco La Porta y Bruno Baschetti.
Ex secretario de Servicios Públicos bonaerense y ex titular de Loterías de la provincia, La Porta tiene el apoyo del intendente de Merlo, Gustavo Tano Menéndez, con buenos vínculos con la Iglesia y de creciente influencia en la 1era sección. Miembro de Peronismo Militante, Baschetti es hijo de Roberto, sociólogo e historiador del peronismo combativo y de izquierda, y vecino del barrio El Hogar Obrero de Bella Vista. A Baschetti lo respalda Máximo Kirchner, quien en esta campaña asumió la tarea de recorrer los municipios y hacer público el guiño hacia determinados precandidatos. Otro caso, en cierto modo paradójico, tiene lugar en San Fernando con Matías Molle, yerno del ex intendente peronista Osvaldo Amieyro, ex funcionario del Renar durante el kirchnerismo y precandidato de la lista 2. El rival de Molle será Nicolás Cherei, precandidato de la lista 4 y miembro de la mesa de conducción de Nuevo Encuentro en la PBA.
Las competencias internas de Unidad Ciudadana de San Miguel y San Fernando tienen un rasgo en común: los dos precandidatos competirán entre sí con lista completa, lo que significa que ambas opciones exhibirán el rostro de CFK en el primer tramo de la boleta. El mismo escenario se repite en Luján con los precandidatos Leonardo Boto y Miguel Prince-; en Vicente López se enfrentan el sabbatellista Julio Ceresa y Malena Cholakian, apoyada por Guillermo Moreno-; y sobre todo en Florencio Varela, populoso distrito clave del sur del conurbano, donde su histórico intendente, Julio Pereyra, dejó la intendencia en manos de un delfín político, Andrés Watson, para postularse a diputado bonaerense por la 3era sección. En Varela, la elección de concejales de Unidad Ciudadana se dirimirá entonces entre el precandidato Héctor Salatino (militante de Nuevo Encuentro, con el apoyo del hijo de CFK) y el precandidato promovido por Pereyra, Daniel González, quien a su vez recibió la venia del ex gobernador Daniel Scioli.
El mapa de las pujas locales de Unidad Ciudadana se completa con competencias de menor escala, porque uno de los contendientes no recibió la autorización para integrar su nómina al resto de las categorías: así, competirá con lista corta en el cuarto oscuro. Esta situación se dará en San Martín, que gobierna el intendente randazzista Gabriel Katopodis, donde la lista oficial de Unidad Ciudadana tendrá una sola categoría de concejales encabezada por el economista Hernán Lechter. Los rivales internos, que son cuatro, debieron resignarse a enfrentarlo con lista corta. Un ejemplo análogo sucede en Hurlingham, donde la lista oficial es encabezada por el concejal Martín Rodríguez Alberti (de La Cámpora). El titular del PJ local, Raúl Zurita, pudo inscribir su candidatura pero deberá enfrentarlo con lista corta. «