El primer ministro de Canadá y candidato a las elecciones por el Partido Liberal, Mark Carney, prometió este martes gobernar para todos los canadienses ante las proyecciones que dan la victoria a su formación en las elecciones de este lunes, que, sin embargo, apuntan a que no contará con la mayoría absoluta.

Carney indicó en un discurso emitido a través de su cuenta en la red social X que su mensaje a «todos los canadienses» es que «sin importar dónde vivan, qué idioma hablen o cómo hayan votado«, hará «todo lo posible para representar a todos los que llaman hogar a Canadá».

«Voy a gobernar para todos los canadienses», reseñó el líder del Partido Liberal, quien dio además unas breves declaraciones en francés y abogó por «poner fin a la división y la ira del pasado«. «Todos somos canadienses y mi Gobierno trabajará para todos y con todos», reiteró desde el estrado.

Asimismo, transmitió su felicitación a los que participaron en su campaña «por todo el trabajo realizado», así como «a los líderes de otros partidos», incluido el candidato del Partido Conservador, Pierre Poilievre, de quien destaca su «combatida, justa y buena campaña» y su «compromiso con un país que ambos aman».

«Elegí entrar en política porque sentí que necesitábamos grandes cambios en este país, pero grandes cambios guiados por los firmes valores canadienses», dijo, al tiempo que enumeró entre ellos «la humildad, la ambición y la unidad». «Son buenos valores. Son los valores canadienses. Son valores por los que lo haré lo mejor que pueda«, señaló.

En este sentido, Carney reconoce haber «cometido muchos errores» y adelanta que «cometerá más», si bien hizo hincapié en que «se compromete a reconocerlo abiertamente, corregirlos rápidamente y aprender siempre de ellos» con el objetivo de «unir a la fuerza laboral, las empresas y la sociedad civil» para «transformar la economía».

Pero Carney no olvidó reiterar sus críticas contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, uno de sus principales ejes de campaña durante las últimas semanas. «Como llevo meses advirtiendo, Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestro agua, nuestro país. Nunca pasará«, subrayó, para advertir que «Trump está intentando rompernos para que Estados Unidos pueda poseernos». «Debemos reconocer la realidad de que nuestro mundo ha cambiado de forma fundamental«, argumentó.

De esta forma, insisitió en que «es momento de ser firmes y abordar esta crisis con la aplastante fuerza positiva de una Canadá unida» y añadió que, a lo largo de la historia, el país ha hecho frente a «puntos e inflexión». «En cada uno de ellos, Canadá eligió dar un paso al frente, reafirmarse como una nación libre, soberana y ambiciosa y encabezar el camino de la democracia y la libertad», expresó.

«Estamos de nuevo en uno de esos momentos bisagra de la historia. Nuestra larga relación con Estados Unidos, una relación fundamentada en una creciente integración, ha terminado. El sistema de comercio global abierto, anclado en Estados Unidos, un sistema del que Canadá ha dependido desde la Segunda Guerra Mundial (…), ha terminado», enumeró.

«Esto son tragedias, pero también nuestra nueva realidad. Hemos superado el impacto de la traición estadounidense, pero no debemos olvidar las lecciones. Tenemos que mirar por nosotros mismos y, por encima de todo, cuidar de cada uno», indicó Carney, quien adelantó que abordará con Trump la situación y que «si Estados Unidos no quiere jugar un papel de primer nivel en la economía mundial, Canadá lo hará».