El nuevo Parlamento de España dará inicio este jueves al proceso para formar gobierno, mientras que el presidente Pedro Sánchez ratificó que buscará la reelección en alianza con partidos regionales independentistas.
Al reunirse con los diputados y senadores socialistas que ganaron bancas en los comicios de julio, Sánchez exigió al líder del derechista Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, que deje de reclamar la investidura porque no tiene el apoyo necesario.
El líder socialista, que para ser investido precisa el apoyo de Juntos por Catalunia (JxC) y otros partidos regionales independentistas, prometió promover el uso del catalán, vasco y gallego en las instituciones europeas, una reivindicación de los nacionalistas.
El líder de JxC, Carles Puigdemont, que está exiliado en Bélgica y es reclamado por la Justicia española, exigió hoy «hechos comprobables» y no solo promesas a Cataluña a cambio del apoyo a Sánchez de sus siete diputados electos.
El PP de Feijóo fue el más votado en las elecciones del 23 de julio, pero no llega a la mayoría absoluta de 176 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados, la cámara baja del Parlamento, ni siquiera con sus aliados del partido de extrema derecha Vox.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez y sus aliados de la coalición de izquierda Sumar tampoco reúnen esa cantidad de escaños, pero tiene chances aritméticas de alcanzar la investidura aliados con las fuerzas independentistas.
El nuevo Congreso, el número XV desde el retorno a la democracia tras la dictadura franquista, en 1975, quedará instalado mañana cuando se elijan sus autoridades, a propuestas de los líderes de los partidos con representación parlamentaria.
Una vez instalado, el rey Felipe VI, el jefe de Estado español, nominará a una candidato a la presidencia o jefatura del Gobierno, que le será propuesto por el nuevo presidente de la Cámara de los Diputados.
Para ser electo presidente del Gobierno, el nominado deberá obtener la mayoría absoluta en una primera votación en la Cámara de los Diputados o una mayoría simple en una segunda votación 48 horas después.
Si nadie logra el respaldo necesario, España deberá repetir las elecciones dentro de los seis meses siguientes.
Antes de que el rey inicie su ronda de consultas con los representantes de los partidos, Sánchez ratificó a su Grupo Socialista su intención de «solicitar la confianza del Parlamento para formar un Gobierno progresista que consolide en España los avances».
A su juicio, la alianza de PP y Vox fue derrotada en las elecciones generales y no cuenta con votos suficientes para lograr la investidura, y por ello ha pedido a Feijóo que no «presione» al rey ofreciéndose para una votación que no va ganar.
«Esta no es la hora de presionar al jefe del Estado, ni de cábalas mágicas, es la hora de la democracia parlamentaria», recalcó el líder del PSOE, en el poder desde 2018, informó la agencia de noticias Europa Press.
«El PP debe demostrar que «es capaz de entender y de respetar nuestro sistema parlamentario, aceptando algo tan básico y tan legítimo como que en España gobierna quien obtiene más apoyos» en el Parlamento, dijo.
Sánchez, en mejor posición para recabar los apoyos necesarios para ser presidente del Gobierno, pese a que el PSOE obtuvo 16 diputados menos que el PP (121 por 137), realizó hoy varios gestos a los partidos independentistas cuyo apoyo necesita.
El líder socialista dijo que promoverá el uso del catalán, el vasco y el gallego en las instituciones de la Unión Europea (UE), cuya presidencia temporal ejerce actualmente España.
«España habla en castellano, pero también habla en catalán, en euskera, en gallego», dijo.
En otro guiño a los nacionalistas catalanes, Sánchez propuso como candidata a presidir el Congreso a la catalanoparlante Francina Armengol, antigua presidenta regional de la región de las Islas Baleares, muy próxima culturalmente a Cataluña.
Puigdemont está exiliado en Bélgica desde que, cuando era presidente de Cataluña, adoptó una declaración unilateral de independencia de España luego de un referéndum secesionista que la Justicia española había declarado ilegal.
El líder catalán y su partido reclaman un nuevo referéndum de independencia para Cataluña y una amnistía general para todos los encausados por el intento secesionista de 2017, que estuvo rodeado de grandes manifestaciones y, en algunos casos, de disturbios.
«No podemos avanzar nacionalmente a base de promesas formuladas por quien siempre las incumple, por lo que son necesarios hechos comprobables antes de comprometer ningún voto», escribió hoy Puigdemont en la red social X.
«No tenemos ninguna confianza en los partidos políticos españoles, toda precaución es poca», añadió.