Las negociaciones para cerrar un acuerdo de reestructuración de la deuda por un poco más de U$S 2000 millones que el país mantiene con el Club de París quedarán a la espera de la designación del nuevo titular del Palacio de Hacienda, tras la renuncia presentada ayer al cargo por el ministro de Economía, Martin Guzmán, quien tenía previsto viajar a Francia mañana.
La reunión formal con los representantes del Club de París estaba prevista para el próximo miércoles 6 de julio. Guzmán quería llegar a París con la aprobación de la primera revisión del programa con el FMI. Con todo, las dudas respecto de la segunda revisión están presentes.
El acuerdo con el Fondo y su cumplimiento es clave para el Club de París, para el cual la sustentabilidad la da el visto bueno del Fondo Monetario. Días antes de que se aprobara el acuerdo con el Fondo, Guzmán y el presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, acordaron una nueva extensión del entendimiento alcanzado en junio de 2021, que otorgó un plazo para encarar una nueva reestructuración a cambio de pagos parciales de intereses, y que pospuso la negociación hasta finales de junio de este año. Este pacto incluía garantías financieras por parte del Club de París en respaldo al programa de Facilidades Extendidas del FMI, lo que dio a la Argentina la posibilidad de asegurar financiamiento. Con todo, a pesar de la gravedad provocada por la fuga de dólares, el Club de París no amagó nunca con ejercer sus garantías.
En cambio, la Argentina dio garantías al Club de París de que le pagaría si realizaba pagos a otros acreedores. Esa cláusula apuntaba especialmente a China, país al que se le han efectuado los pagos por sus inversiones sin retraso. El gobierno llegó a un acuerdo a fin de mayo con el Club de París para diferir los pagos de deuda hasta el 30 de septiembre de 2024, mientras se avanza en un entendimiento que contemple un nuevo mecanismo de repago de los compromisos. «