«En 40 años de democracia nunca se vivió algo similar», aseguró Cristina sobre la situación económica del presente, en referencia al rumbo del gobierno de Javier Milei. Lo hizo este sábado por la tarde en la sede del Instituto Patria durante un acto de homenaje por los 50 años desde el asesinato del cura tercermundista Carlos Mugica a manos de la Triple A. Un poco después, al salir del acto compartido con curas de la opción por los pobres, la expresidenta y vice dejó una definición política hacia el interior de su propia fuerza y el peronismo. Ante el micrófono de C5N, dijo: » (El Papa) Francisco siempre dice que los pastores, los sacerdotes tienen que tener olor a oveja. Por eso hice referencia a que en la dirigencia puede haber algunos con olor a lobo porque no se acercan. Hay que tener un compromiso más profundo y explícito porque la gente está sufriendo mucho. Para Carlos Mugica su vida era un compromiso, para todos nosotros ha sido un ejemplo a seguir».

Con la mira puesta en la crítica al programa económico del gobierno nacional libertario, CFK había compartido en redes sociales un artículo de la web de BBC Mundo sobre los niveles e caída de consumo de carne, leche y yerba en el país. «La BBC… la ve», comentó. El mismo medio había publicado días antes una entrevista en la que el presidente Milei se vio incomodado ante la pregunta sobre el valor del litro de leche.

Crueldad y perspectiva

Cristina intervino durante poco menos de 15 minutos en el Salón de las Mujeres del Bicentenario del Instituto Patria. En la segunda mitad de su discurso ante una reducida audiencia, intentó poner en perspectiva el presente cotidiano en medio del ajuste que lleva adelante el gobierno nacional.

«Nos parece que estos momentos de crueldad, de individualismo, de me importa un pito el otro son inéditos. Lamento decirles que desgraciadamente no lo son», expresó, y puso como ejemplo la llegada de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH), para recibir las denuncias de los familiares de desaparecidos.

«Los atendieron en oficinas sobre Avenida de Mayo. Eso fue en simultáneo al Mundial Juvenil de Fútbol. Desviaron a la gente en el festejo para que pasara por al lado de los familiares y los insultaron, les dijeron que eran parte de una campaña anti Argentina. Cosas espantosas que uno no puede creer en perspectiva», planteó.

Es desde esa perspectiva que CFK intentó bajar línea hacia la desordenada interna que vive su sector del peronismo, entre La Cámpora y el naciente liderazgo de Axel Kicillof. «Aquellos que hemos vivido de cerca la experiencia de que te quieran matar sabemos que todo puede superarse, que lo importante es la fuerza y la convicción porque lo peor que nos puede pasar es agachar la cabeza. Ahí sí estaremos vencidos», dijo. Y hacia la militancia de base tuvo un mensaje claro: imitar al padre Mugica en la cercanía con las y los menos favorecidos. «Tenemos que seguir trabajando muy fuerte en todos los frentes. En las universidades, en los barrios, en las iglesias», planteó.

En este punto, la expresidenta propuso hacer «docencia». «Esta angustia en los barrios la podemos transformar para organizar, en salir. Así las cosas van a salir adelante. Pero pareciera que esto nos sucediera hace años. Antes de ayer hicieron apenas cinco meses», describió al mandato anarcocapitalista. En ese punto vino su definición sobre la gravedad del momento político: «Es cierto que no se vivió algo así, por lo menos en lo contemporáneo, en los 40 años de democracia».

Al cierre del mínimo acto en el barrio de Recoleta, Cristina volvió a trazar su discusión ideológica con Milei. «Escuchaba que sobre el himno resaltaban la palabra libertad. Pero junto a la libertad como un valor preciado, nuestro himno también se inclina ante la noble igualdad», dijo.  «