La instalación de servicios de agua y cloacas en los hogares argentinos se transformó en materia de debate en los últimos días, a partir de una afirmación del presidente Mauricio Macri acerca de las obras en la materia que realizó su gobierno en comparación con las que no habría hecho el de Cristina Fernández.

Datos del INDEC publicados este miércoles podrían arrojar algo de luz sobre el asunto. El organismo estadístico elabora un informe semestral sobre las condiciones de vida de la población cuyos datos se retrotraen hasta el segundo semestre de 2016, es decir, dentro del gobierno de Macri. No hay datos previos. Ahora presentó el correspondiente al segundo semestre de 2018.

Una lectura del informe muestra un claro estancamiento en la cobertura de los servicios públicos básicos. Como la cantidad de hogares creció un 3,35% en ese lapso de dos años, las obras deben al menos seguir ese ritmo de crecimiento para que no se reduzca la población bajo cobertura. Según los datos del INDEC, la obra pública en cloacas apenas acompañó este crecimiento vegetativo y en algún caso, ni siquiera eso.

Al medir el acceso a la red de cloacas, el INDEC consignó que el 30% de los hogares no tenía el desagüe del inodoro conectado a la red pública en el segundo semestre de 2018. Es prácticamente el mismo porcentaje que en el segundo semestre de 2016, cuando era del 29,9%. Esto quiere decir que uno de cada tres hogares nuevos que se constituyeron en la Argentina en esos dos años lo hizo sin la conexión a la red de cloacas.

En el caso de los hogares con saneamiento inadecuado –un concepto más amplio que la falta de acceso a la red de cloacas- pasaron del 13,6% al 14,1% entre el segundo semestre de 2016 y el mismo período de 2018. En el reverso, los hogares con saneamiento adecuado cayeron del 86,4% al 85,9%.

Se considera que un hogar tiene un saneamiento inadecuado cuando no poseen baño, posee el baño fuera del terreno, comparten el baño con otros hogares, el desagüe del baño no está conectado a la red pública (cloaca) ni tampoco a cámara séptica, o el baño no tiene descarga de agua.

Lo mismo sucede con otros servicios públicos. Creció la proporción de hogares que no acceden a la red de gas, al pasar del 28,6% al 29,6%, mientras que bajó muy levemente la de los hogares que no acceden a la red de agua potable: del 10,6% al 10,2%, siempre entre el segundo semestre de 2016 y el mismo período de 2018.

La conclusión del INDEC es que en esos dos años creció la proporción de hogares que no accede a algún servicio público, al pasar del 44% del total al 44,4 por ciento. Este porcentaje asciende al 50,3% cuando la medición se hace por la población total.