Con más de un centenar de viviendas quemadas, cientos de animales de chacras perdidos, toneladas de cultivo y acopios, al menos medio millar de evacuados entre pobladores y turistas, unas 2.000 hectáreas carbonizadas y daños de infraestructura aun incalculables, el incendio forestal desatado el jueves al norte de El Bolsón dista de estar bajo control y presenta un panorama desolador.
Este fuego voraz en la zona rural de El Bolsón, llamada Mallín Ahogado y ubicada a unos 25 kilómetros al norte del centro de la ciudad, se suma al incendio fuera de control al sur del Parque Nacional Nahuel Huapi, que lleva más de un mes, y a los que aún persisten en Epuyén, Atilio Viglione y Río Pico, en la cordillera de Chubut. En esta provincia también se desató un incendio en Puerto Madryn, que afectó foresta y pastizales, mientras que en Neuquén avanzan las llamas en el Parque Nacional Lanín.
En El Bolsón las primeras columnas de humo fueron detectadas a las 16 de jueves en un lugar aun sin precisar entre la confluencia de los ríos Azul y Blanco y el llamado Cajón del Río Azul, una zona de alto tránsito de turistas hacia la enorme red de senderos de treking y refugios de alta montaña ubicados dentro del Área Natural Protegida Río Azul Lago Escondido (Anprale).
Merced a la baja humedad, alta temperatura y fuertes vientos, el fuego se propagó rápidamente hacia el este por la zona de chacras conocida como Mallín del Medio, hasta alcanzar por la noche la Ruta Nacional 40, apenas a un kilómetro de la planta de gas de la cooperativa de servicios Coopetel.
El Gobierno de Río Negro estimó el viernes en 70 la cantidad de viviendas destruidas, cifra que por la tarde se cuantificaba en un centenar pero que vecinos y conocedores del lugar calculaban en unas 140, en su casi totalidad pequeñas chacras con ganado bovino, ovino y equino, además de aves de corral y abundantes colmenares.
Visible desde cualquier rincón de la Comarca Andina, la enorme columna de humo que emerge desde la zona de fuego produce una imagen apocalíptica estremecedora, que condice con el clima de angustia dominante en la población que ha decidido transitar su vida en este paraíso de la Patagonia cada día más asediado por los negociados inmobiliarios que, más temprano que tarde, se apropiarán a precio vil de muchas de las tierras ahora bajo cenizas, y pasaran a engrosar el festival de loteos que el gobierno local está regalando a las élites regionales con el argumento falaz de generar empleo y fomentar el turismo.
Los bosques, el paisaje y la vida natural que hicieron mundialmente famosa a Cordillera patagónica y atrajeron humanista desde todo el paneta, va paulatinamente convirtiéndose en una letanía rodeada de cenizas y bosques quemados.
Como ya había sucedido al inicio del incendio en Epuyén hace 12 días, la maquinaria de solidaridad social su puso en marcha de inmediato: los veterinarios se agruparon para atender a los animales, se crearon centros de tránsito para mascotas perdidas, los trabajadores del Hospital se pusieron a disposición 7×24, mientras que los docentes depusieron unilateralmente el conflicto que mantienen con la provincia (que les niega actualización salarial) y organizaron guardias para recibir evacuados o donaciones para las víctimas y los brigadistas.
Los clubes, centros culturales y las juntas vecinales organizan colectas para las víctimas, mientras que los bares y restaurantes, en su mayoría suspendieron los espectáculos planeados para hoy, y algunos ofrecieron sus instalaciones a los evacuados.
El combate contra el incendio de El Bolsón
El combate contra el incendio hasta el momento ha movilizado más de120 brigadistas especializados en incendios forestales (voluntarios rurales, provinciales y nacionales) de Río Negro, Chubut y Nación que se desempeñan bajo contratos precarios de tres meses. También trabajan bomberos voluntarios locales y vecinos que han comenzado a ser convocados por el municipio desde la tarde del viernes.
También hay movilizados unos 30 vehículos entre camionetas, camiones y maquinaría vial, además de dos aviones hidrantes, los eficaces AT-800, y un helicóptero del Plan Nacional de Manejo del Fuego, que este año sufrió una significativa baja de su presupuesto.
Esta tarde de viernes brigadistas voluntarios y efectivos de la Policía de Montaña lograron evacuar a salvo a unos 300 turistas que se encontraban en los refugios más cercanos al fuego, mientras el Comité de Emergencia planifica la eventual evacuación de aproximadamente el millar de personas que aun acampan o en la alta montaña o en los refugios habilitados. Los evacuados son alojados en el Polideportivo Municipal.
En el contexto de esta tragedia que atraviesa El Bolsón, todas las organizaciones sociales, políticas y sindicales que el lunes iban a comenzar la Octava Marca por la Soberanía, hacia Lago Escondido para exigir un acceso público, decidieron suspender la movilización y se pusieron al servicio del Comité de Emergencia para colaborar en el combate del incendio.
Unos 80 kilómetros al norte de El Bolsón, otro fuego ya sin posibilidad de control humano arrasó con cerca de nueve mil hectáreas de bosque nativo, millares de fauna silvestre y una incalculable biodiversidad en la zona conocida como Los Manzanos, en el sur de Parque Nacional Nahuel Huapi. El fuego ya arrasó con tres cerros, y avanza incontenible por el Valle del Manso inferior, rumbo hacia una zona donde amenaza pequeños establecimientos agropecuarios familiares. Este incendio comenzó el 27 de diciembre durante una fuerte tormenta eléctrica que afectó la zona.
Mucho más al sur pero en la misma región cordillerana, en Epuyén, Chubut, todavía permanece activo el incendio que acabó con más de 4 mil hectáreas de plantaciones de pinos invasores y dejó a 76 familias sin hogar. El primer reflejo automático del gobernador Ignacio Torres fue culpar de inmediato sin pruebas ni testigos a las comunidades, por este fuego que lleva más de 12 días.
Más al sur, el gobierno de Torres todavía no logró controlar los incendios que afectan en conjunto más de un millar de hectáreas de bosques y pastizales en las pequeñas comunas rurales de Atilio Viglione y Rico Pico. Aun no señaló a ninguna comunidad mapuche como culpable de ello.
En la misma provincia pero en la costa, en la madrugada del viernes una fuerte tormenta eléctrica desató un incendio en la localidad atlántica de Puerto Madryn, que ya quemó en pocas horas unas 3 mil hectáreas de foresta y pastizales en las cercanías del golfo de San Matías. La brutal expansión se debió, principalmente, a los fuertes vientos con ráfagas superiores a los 80 kilómetros por hora.
Como si no fuese suficiente, también la provincia de Neuquén está siendo afectada por un incendio creciente en el Parque Nacional Lanín, en una zona conocida como Valle de la Magdalena. Según la información oficial suministrada por las autoridades provinciales, el fuego avanza con fuerza y está absolutamente fuera de control.
Se trata de una zona de muy difícil acceso, con baja humedad, alta temperatura y un viento constante que llegó a superar los 50 kilómetros por hora. La provincia dispuso dos aviones hidrantes y dos helicópteros como apoyo para medio centenar de brigadistas que trabajan en el incendio que ya afectó varios cientos de hectáreas y una cantidad todavía incalculable de ganado, debido a que es un territorio de vernada.