El viernes a la noche se realizó en la planta gráfica de Zepita, donde se imprime el diario Clarín, la primera asamblea de los últimos 20 años. El motivo: un nuevo despido luego de la cesantía del representante gremial de la planta, Alejandro Ontivero, y su posterior reincorporación.
Los trabajadores, organizados en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) elaboraron un comunicado para exigir a la empresa la reincorporación del compañero y el cese de despidos y aprietes. Luego del cierre fraudulento de la planta Artes Gráficas Rioplatenses que derivó en el despido de 350 operarios y en un conflicto de más de seis meses de duración que hoy continúa a nivel judicial, la escalada empresaria incluye retiros voluntarios y una persistente persecución al delegado Ontivero.
Es que, según los propios trabajadores, «el plan de retiros dejó de ser voluntario ya que quienes no lo aceptan y pretenden defender su fuente laboral son echados mediante telegrama». Los trabajadores, además, destacaron que a la política de ajuste en la planta impresora del diario, se suma el despido de dos periodistas de la redacción hace poco más de un mes y un contexto general de reducción de puestos de trabajo a través de retiros «(in)voluntarios» y de modificaciones arbitrarias en las condiciones de trabajo.
En la redacción, además, se acumula una reducción de personal por la vía de los retiros de alrededor de 300 periodistas.