Santiago Caputo y Mauricio Macri no se verán las caras en el exclusivo country de Cumelén, en Villa La Angostura, este verano. Tampoco lo harán en Olivos o en oficinas subterráneas estratégicamente camufladas de los curiosos. La relación entre el asesor más influyente y el exlíder de la centroderecha atraviesa su peor momento. La tensión entre ambos dejó de ser disimulada y las disputas amenazan con poner en jaque la confluencia electoral entre el PRO y La Libertad Avanza.
En Casa Rosada estaban al tanto de la decisión de Jorge Macri de desdoblar las elecciones en la Ciudad varias horas antes de la puesta en escena del anuncio. La mesa chica del oficialismo leyó la decisión del exbonaerense como lo que es: una muestra de fuerza del macrismo en el territorio que domina sin oponentes desde hace veinte años. Los continuos desplantes de Karina Milei, materializados por Pilar Ramírez en la Legislatura, alertaron a los primos sobre la posibilidad de que el oficialismo rompa con la hegemonía del partido gracias a la inercia de la nacionalización de las elecciones. El temor de perder, o incluso quedar por detrás del kirchnerismo en un cómodo tercer lugar, los obligó a tomar medidas drásticas.
A pesar de que en Balcarce 50 masticaron bronca por la decisión, entendieron que este movimiento no hace más que beneficiarlos en la puja con el expresidente. “Mauricio puede dar todos los golpes que quiera, pero sabe que se está quedando sólo en esta pelea. El PRO no puede hacer otra cosa que trabajar con nosotros. Es eso o votar con el kirchnerismo”, razona una fuente al tanto de las turbulentas negociaciones con el calabrés. La expectativa de los armadores libertarios es abultar aún más la diáspora de figuras amarillas y teñirlas de violeta para blindar las próximas elecciones y el Congreso. En este listado entrarían Diego Santilli y Cristian Ritondo, a quien Milei salió a respaldar luego de ser denunciado por enriquecimiento ilícito, un gesto que el líder político de “Pucho” no tuvo.
Con los nombres y los fierros, Caputo sueña con posicionar a LLA como el partido de referencia de la centroderecha nacional. Abrazado a la verticalidad que le admira al peronismo, el monotributista más afortunado del país sueña con quitar del centro a Macri y empujarlo a ser recordado como el presidente que no se animó. ¿Todo marchará acorde al plan?
A un paso de la firma del divorcio con el líder del PRO, el gobierno empieza a explorar nuevas alternativas. Esta semana, el presidente recibió por más de dos horas en Casa Rosada al sector del radicalismo parlamentario comandado por Rodrigo de Loredo. Con una cumbre de la que no se llevaron más que una foto mal iluminada, los boina blanca expusieron su voluntad de seguir acompañando al gobierno en sus mil y una aventuras de motosierra. “Somos el espacio que más acompañó al oficialismo este año”, reconoció De Loredo ante los acreditados en Balcarce 50. Esa condescendencia, afirman en importantes despachos oficiales, será recompensada.
Martín Arjol (Misiones), Julio Cobos (Mendoza), Soledad Carrizo (Córdoba), Pablo Cervi (Neuquén), Francisco Monti (Catamarca), Roxana Reyes (Santa Cruz), y el propio De Loredo -entre otros- deberán renovar el apoyo popular el próximo año. A pesar de que la contienda está a años luz de este presente -y todavía no definen si concretarán o no una gran coalición-, los armadores del oficialismo no descartan ceder las cabezas de sus listas provinciales a quienes dieron sobradas muestras de apoyo en el primer año del mileimato. La marca por el voto, una bendición difícil de rechazar en un contexto de apatía a los partidos tradicionales.
Con el mapa electoral en la cabeza, el oficialismo deberá resolver asuntos más urgentes en el corto plazo. Después de varios días de distensión auspiciados por las jornadas festivas, el gobierno volverá al ruedo político los primeros días del 2025. Entre los planes del oficialismo está la idea de convocar a sesiones extraordinarias en el Congreso entre mediados de enero y los primeros días de febrero para tratar leyes claves, como la eliminación de las PASO a nivel nacional. Con la decisión del alcalde de avanzar en este mismo sentido en la Ciudad, en Nación confían que el PRO no podrá eludir el debate en el recinto y lograrán, a pesar de los usos y costumbres de la Cámara, cambiar las reglas del juego electoral a meses de la contienda.
En tanto, y después de sortear el empantanamiento en las negociaciones con el peronismo, el gobierno se entusiasma con la posibilidad de alcanzar un acuerdo para aprobar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en el Senado. Puertas adentro, los operadores judiciales reconocen que cuentan con los votos para el ingreso de Lijo a Comodoro Py, una instancia que no se replica con Mansilla. Esto, confiesan por lo bajo, fue lo que retrasó el nombramiento de ambos a pesar de la jubilación de Juan Carlos Maqueda este viernes.
En el oficialismo aprovecharán el tiempo extra que le concederán las vacaciones judiciales para terminar de reclutar las bancas necesarias y, con viento a favor, lograr completar la Corte los primeros días de febrero. El trabajo duro está a cargo del ministro de Justicia blue e íntimo amigo de Caputo, Sebastián Amerio, quien además tiene la enmarañada tarea de lograr el nombramiento de otros 150 jueces para completar las sillas ardientes de los juzgados federales. «