El único interés de Javier Milei por el deporte es la privatización de los clubes y, en ese sentido, el Gobierno Nacional volvió a avanzar hoy en su intención de impulsar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Lo hizo a través del Decreto 730/2024, publicado en el Boletín Oficial, en el que reglamentó su implementación y le dio un plazo de un año a la AFA para adecuar su estatuto.

El documento tiene las firmas de Milei, del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que a su vez quedó de los dos lados del mostrador por su condición de dirigente de Racing y redactor del estatuto que le impide al club de Avellaneda convertirse en SAD.

Según el decreto, «no se podrá impedir, dificultar, privar o menoscabar cualquier derecho a una organización deportiva debido a su forma jurídica, ya sea una asociación civil o una sociedad anónima, siempre y cuando esté reconocida por la ley».

De esta manera, el Gobierno sigue firme en su disputa con AFA presididad por Claudio Chiqui Tapia y mantiene su idea del arribo de capitales privados a los clubes. «El período de un año establecido en el artículo 345 del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 70 del 20 de diciembre de 2023 se contará a partir de la fecha de entrada en vigencia del presente decreto», detalló el decreto.

Sturzenegger y las SAD

Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, lanzó un fuerte posteo luego del documento que publicó el Gobierno para avanzar con el arribo de las SAD al fútbol argentino. «El Decreto reglamenta las condiciones bajo las cuales los clubes podrán transformarse en sociedades anónimas o participar en figuras de este tipo. A su vez determina el plazo en el cual las federaciones que operan bajo el imperio de la ley de 20.655 deben adecuar sus estatutos a la ley», explicó.

En ese sentido, sin ironía, aseguró que con este cambio intentan darle «mayor libertad a los socios» y que «a partir de ahora esos socios podrán elegir con mayor libertad cómo organizar su club». «Nadie impone nada. Solo se amplían libertades», agregó. Al mismo tiempo, consideró que la medida podría «generar mayor transparencia y permitir una estructura legal que sea compatible con la inyección de capital en la actividad» y «redundarán en una mayor calidad para nuestros deportes«.

Sturzenegger apuntó directamente contra la AFA. «¿Por qué le tienen miedo a que sus socios elijan con mayor libertad cómo organizarse? ¿Por qué tienen miedo de que entren capitales al fútbol? ¿Tienen miedo de que con clubes más fuertes no podrán dominarlos? ¿Tienen miedo qué con mecanismos de gestión más transparentes aumentará el poder de los clubes en detrimento de la AFA?», lanzó.

Aunque el estatuto de la AFA lo impide, Milei lanzó un decreto al inicio de su Gobierno que permitía la transformación de asociaciones civiles en SAD, pero tiempo después la Cámara Federal de San Martín confirmó la medida cautelar que suspende los artículos 335 y 345 del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23.

La postura del presidente Claudio Tapia es opuesta a la del líder de La Libertad Avanza. De hecho, varios clubes expresaron su repudio a las SAD antes del balotaje entre Milei y Sergio Massa.

El mes pasado, en julio, la AFA remarcó que los cambios propuestos por Milei «no obligan ni inciden en forma alguna en el estatuto social de la AFA, continuando, siendo un requisito indispensable para ser miembro de AFA el ser una ‘Asociación Civil sin fines de lucro’, tal como lo decidieron libremente las entidades miembros de AFA».

El texto señala que ni la «AFA ni sus entidades miembros se encuentran en oposición a las llamadas SAD y/o a que cada asociación civil (club, sea cual fuere su actividad) pueda decidir libremente la estructura jurídica a adoptar»; pero que sí rechaza «que se quiera obligar a cualquier ente privado (la AFA y cualquier asociación civil, lo son) a asociar a entidades con diferente estructura jurídica a la de sus actuales miembros en clara oposición a sus estatutos conforme así lo establecieron sus socios».

Nada indica que el nuevo desafío planteado por el Gobierno revea la postura de la AFA, que dispone de la libertad de aceptar o no los cambios a su estatuto.