El decreto 567/23 publicado hoy en el Boletín Oficial estableció la suspensión de aumentos hasta el 1° de febrero.
En forma simultánea, desde las cero de hoy rige un aumento de los combustibles de entre el 7,6% y el 9,6% en el marco del acuerdo entre las secretarías de Energía y Comercio con las petroleras.
Con las subas, la nafta súper pasó a costar $272 y la premium $349. En tanto los precios del gasoil súper y del gasoil premium quedaron en $292 y $398 respectivamente.
El decreto que firman el presidente Alberto Fernández, su vice Agustín Rossi y el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, se publicó tras varios días de desabastecimiento a las estaciones de servicios y en medio negociaciones con las empresas.
Massa se refirió al tema esta mañana a través de un mensaje grabado en el que destacó que el decreto plantea “un mecanismo por el cual el Estado no aumenta su participación en los impuestos para que la nafta no aumente más”.
Sin embargo, en el mismo párrafo explicó que “resignamos recursos del Estado, dejamos de cobrar impuestos a los efectos de que la nafta no aumente más de lo debido”.
El ministro-candidato apuntó que “en las últimas horas escuchamos pedidos de aumento del 40%, del 20%, del 10%, muy por encima de la realidad que un sector de los grandes ganadores de la economía argentina necesitaba a los efectos de seguir invirtiendo””.
Y apuntó contra el sector petrolero “que apareció con quiebre de stock y que ahora de golpe ha podido lograr el reabastecimiento de todas las estaciones de servicio”.
Ese sector, remarcó el funcionario, “aparecía beneficiado con tipo de cambio diferencial para exportaciones; aparecía beneficiado con descuento de impuestos para las importaciones para la producción, así como también para la importación de determinados bienes y servicios importantes para la actividad petrolera”.
Massa destacó que se batió el récord de producción y que se aumentó un 50% la inversión en el yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén, pero apuntó que la importancia del sector para la competitividad de la economía y para la acumulación de reservas no puede pasar a costa de los consumidores.
“Queremos, sobre todas las cosas, que los argentinos y las argentinas que cargan nafta en su auto, que necesitan tomar transporte público, que muchas veces utilizan el tren, o que simplemente tienen que ir a hacer las compras para abastecer sus comercios, tengan un precio de la nafta competitivo”, expresó.
El aspirante a la presidencia aprovechó para criticar a dirigentes de la oposición que plantearon la necesidad de liberar los precios y resumió: “Ni especulación por elecciones, ni especulación por vencimiento del congelamiento de precios, ni instalación en los medios de comunicación de aumentos del 40, del 20 o del 10. Tenemos que discutir frente a frente cuáles son los márgenes que garantizan mantener los niveles de inversión del sector de hidrocarburos, pero cuidar el bolsillo de los argentinos”.
Por último, el titular de Hacienda aseguró que el Estado está listo para resignar impuestos si es necesario para mejorar la competitividad en precios o el poder adquisitivo de los consumidores pero al mismo tiempo advirtió que actuará con firmeza en casos de abusos.
“Entiendo que con esta garantía de abastecimiento que han planteado las petroleras, la situación crítica se ha superado. Pero vamos a estar atentos, porque no vamos a permitir que sobre la base de incrementar un poquito más su ganancia exportando, terminen perjudicando a los consumidores argentinos”, concluyó.