“Antes de subir un impuesto me corto un brazo”. La frase es conocida. El autor: Javier Gerardo Milei, actual presidente de la Nación, en ese momento (2021) en plena campaña para ser diputado nacional. Esa impronta no se demostró en el año de gestión: según ARCA (ex AFIP), los ingresos tributarios tuvieron una variación interanual del 205,6% ($ 131.357.699). Un crecimiento real de más del 1% si se compara diciembre del 2024 con el mismo mes del 2023.
La política tributaria de Milei se dio sobre medidas regresivas. La reposición de Ganancias para los trabajadores de la cuarta categoría y el IVA para los productos de primera necesidad, así como el aumento del monotributo, contrastó con la modificación del piso para el pago de Bienes Personales de $ 27 a $ 100 millones de pesos y, entre otras medidas, la quita del impuesto PAIS. La reciente baja de las retenciones a los productores agropecuarios y a los impuestos para los autos de lujo son un ejemplo de que, en 2025, el gobierno va por el mismo camino.
Los que tienen más pagan menos
El gobierno de Milei redujo el gasto fiscal un 25% medido de forma interanual (CEPA, noviembre 2024). No obstante, no tuvo reparo para bajar impuestos a la medida del establishment económico.
“Las reformas hechas y anunciadas por Milei forman parte de un conjunto de decisiones orientadas a distribuir la riqueza social en favor de una minoría muy poderosa, financiada por el resto de la sociedad. La reducción de las retenciones son un gran ensayo: el Estado renuncia a percibir parte de esta renta extraordinaria. Estas subas y bajas van a producir algunos cambios en la situación fiscal, cuya intensidad por ahora es una incógnita”, dice a Tiempo Sergio Arelovich, economista del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE).
En las últimas semanas, el gobierno tomó la determinación de bajar las retenciones a la soja que disminuyeron un 7% (del 33% al 26%) mientras que, sus derivados, un 6,5% (31% a 24,5%). Para el trigo, la baja es del 2,5%, al igual que la cebada, el sorgo y el maíz (de 12% a 9,5%). El girasol, por su parte, pasó de 7% a 5,5%. Este favor tributario que beneficia a los exportadores agropecuarios no sale gratis: el costo fiscal, de 800 millones de dólares, significa el 0,13% del PBI, la mitad del superávit financiero que celebró La Libertad Avanza en 2024. Ya en agosto del 2024 el gobierno había eliminado los derechos de exportación a los productos de la categoría vaca y de las cadenas porcina y láctea y reducido un 25% en las retenciones para distintas cadenas de carne.
El gobierno eliminó, en los últimos días, los impuestos internos para los autos de lujo cuyo valor está establecido entre los 41 y los 75 millones de pesos. También implementó una rebaja de 17 puntos porcentuales (de 35% a 18%) para los que superan ese valor.
A su vez, durante 2024, la Rosada decretó la eliminación de los aranceles para la importación de autos eléctricos de precio “Free on Board”. También flexibilizó los límites de envíos courier (importaciones eventuales), algo que afecta, en mayor medida, a sectores con posibilidad de consumo en el exterior: eliminó los cobros para los “primeros 400 dólares”.
En Bienes Personales, el gobierno eximió de su cobro a quienes tienen ingresos por encima de los $ 27 millones (el piso pasó a $ 100 millones) y la alícuota se redujo de 1,75% a un esquema de entre 0,5% y 1,5%, compatibilizando los bienes nacionales con los del exterior. Milei, a su vez, eliminó el impuesto PAIS el pasado diciembre y antes lo había reducido de 17,5% a 7,5%. Hizo lo propio con la Transferencia de inmuebles (antes, del 1,5% de la venta).
El ejecutivo, además, está presionando, junto al G6 (UIA, CAMARCO, ADEBA, Bolsa, CAC, Sociedad Rural), las Fintech y otros sectores económicos y financieros a las provincias para que rebajen los montos de cobro de Ingresos Brutos. El tema tomó vuelo luego del aumento del gobierno de Maximiliano Pullaro para Santa Fe.
Pagan más los que menos tienen
La política de Milei hacia el impuesto a las Ganancias, el IVA y el monotributo muestra el perjuicio en el cobro tributario sobre los sectores de menos recursos.
En los dos primeros, impuso una restitución. Con su paquete fiscal, volvió a gravar a trabajadores solteros con sueldos brutos de $ 1.800.000 ($ 1.480.000 netos), con un mínimo no imponible de $ 2.210.000 para trabajadores con dos hijos. Lo mismo hizo eliminando el programa Compre sin IVA que eximía de este impuesto a los productos de primera necesidad hasta $ 18.000 por persona por mes.
La gestión de La Libertad Avanza eliminó el monotributo social y aumentó el pago correspondiente a la categoría A (la más baja, que alcanza a los trabajadores de menores ingresos) de un $ 5750,75 a $ 32.221,31 en un año, un aumento de 460%, muy por encima de la inflación interanual. También aumentó el límite de facturación de 17 millones en venta de muebles y 13 millones en servicios a 68 millones
Los dos brazos
El sistema impositivo argentino es regresivo, mucho más allá de la gestión de Milei. La política del gobierno no hace más que profundizar esta realidad. Si se mira la economía desde el punto de vista de los trabajadores, a Milei no le alcanzaría un brazo para cumplir su promesa: debería cortarse los dos. «