El gobierno nacional modificó el jueves pasado las restricciones a la compra de campos argentinos por parte de capitales extranjeros en el marco de la Ley de Tierras que se aprobó en 2011. El decreto alborotó el panorama político desde donde dirigieron críticas y apoyos a la decisión. En tanto, el gobierno impulsa en el Senado un proyecto de modificación de la ley.
El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Omar Príncipe, también apuntó contra la decisión del presidente Mauricio Macri: «No le tiembla la mano para firmar un decreto a favor de intereses extranjeros. Los pequeños y medianos productores seguimos esperando respuestas», dijo el dirigente ruralista.
El sector privado recibió la novedad con satisfacción. El titular de la Cámara de Inmobiliarias Rurales (CAIR) aseguró que la flexibilización del régimen «era necesaria» y vaticinó que es el paso previo para la llegada de inversiones extranjeras. «