El genocida Juan Amelong, exmiembro del Destacamento 121 de Inteligencia de Rosario, seguirá preso en la Unidad 34 de Campo de Mayo, en la que cumple las cinco condenas por crímenes de lesa humanidad, 3 de ellas a prisión perpetua.
Este miércoles, el juez de ejecución del Tribunal Oral Federal N° 1 de Rosario, Germán Sutter Schneider, hizo lugar al pedido de la fiscalía y las querellas y rechazó el reclamo de la defensa del exmilitar para obtener la libertad condicional a partir de que se encuentra procesado con prisión preventiva en otras dos causas por crímenes de lesa humanidad ya elevadas a juicio.
“(…)lo cierto y dirimente es que surge una circunstancia trascendente que incide decisivamente y lleva a rechazar la petición de libertad condicional en su beneficio, cual es -básica y liminarmente- la imposibilidad material que se pudiera concretar su eventual concesión, ante la existencia de dos causas penales en trámite en las que interesa la detención de Amelong y que ha generado el dictado en ellas de su prisión preventiva actualmente; circunstancia esta que torna innecesario e improcedente evaluar ningún otro extremo o realizar ninguna otra consideración valorativa”, señaló el juez.
Para emitir el fallo, el juez tuvo en cuenta el pedido de las familias de las víctimas de Amelong, entre ellas varios hijos e hijas de desaparecidos, quienes rechazaron la liberación del represor, y destacó “especialmente el dolor e incertidumbre aún vigente acerca del destino final de sus familiares por cuya desaparición y/o muerte cumple condena Amelong”.
Con esta decisión, se vio frustrada por ahora la expectativa de libertad de Amelong, cercano a la Victoria Villarruel, quien había pedido su libertad cuando todavía no había llegado a la vicepresidencia.
“Acá hubo víctima del terrorismo que no tienen derechos humanos. Muchas personas están detenidas, como por ejemplo, Amelong. Es una persona cuyo padre fue asesinado por Montoneros en la democracia, en 1974 en Rosario. Era civil, un ingeniero de 11 hijos. Su hijo está preso por delitos de lesa humanidad y por qué no los que asesinaron a su padre”, sostuvo Villarruel durante el debate de candidatos a vicepresidentes.
Los crímenes de Juan Amelong
Amelong es un abogado y militar retirado que ocupó un rol central en los grupos de tareas que tenían bajo su control varios centros clandestinos de detención. Allí era conocido como “Daniel” o “Teniente Daniel”. Según su legajo, en 1975 fue a Tucumán al “Operativo Independencia” y a partir de 1976 ingresó en el Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario, donde se desempeñó en la Sección Operaciones Especiales de Inteligencia (OEI), de la que luego fue jefe.
Su compromiso con el terrorismo de Estado fue total y hasta entregó una quinta de su familia, conocida como “La Intermedia”, para que funcionara como centro clandestino de detención. “He participado conscientemente de la guerra contra la subversión y puedo hoy sostener, con absoluta convicción, que me siento tranquilo y honrado por haber cumplido con mi deber ejecutando, desde mi puesto de combate, con todas las órdenes y directivas de mi superioridad encaminadas al aniquilamiento y derrota de los enemigos que, disputando al Estado el monopolio de la fuerza, asolaron a toda la sociedad provocando una trágica confrontación…, reconoció en junio de 1987 ante la Cámara Federal de Rosario, antes de que fuera beneficiado por las leyes de impunidad.
Por esos delitos ya fue condenado en cinco juicios por crímenes de lesa humanidad, en 3 de ellos a prisión perpetua y otros dos a 10 y 13 años. Ahora se encuentra procesado en otras dos causas, en una de ellas está imputado por la desaparición de Miguel Membrive.