El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, se entrevistó este martes con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, y la titular del Fondo Monetario, Christine Lagarde, en una jornada que arrancó con la comunicación entre los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y EEUU, Donald Trump, quien después emitió un comunicado en el que recordó que la Argentina es “un aliado extra OTAN”.
En la mirada oficial de Buenos Aires, los contactos y reuniones sirvieron para ratificar “el fuerte respaldo internacional al proceso de estabilización de la Argentina”, como se dijo en la cartera que dirige Dujovne.
Pero estas actividades no pudieron evitar que los inversores volvieran a elegir por adquirir dólares y desprenderse de activos en pesos.
Pero la velocidad para alcanzar el nuevo acuerdo con el FMI que fue a buscar Dujovne a Washington no será la que el gobierno nacional desea. Antes del ingreso de Dujovne y su comitiva al edificio del FMI, un portavoz de ese organismo multilateral de crédito aseguró, según la agencia Reuters, que “es demasiado pronto para hablar de detalles o cronogramas sobre un renovado programa del FMI para Argentina”.
Consultado al respecto tras la reunión con Lagarde, Dujovne ratificó la versión. “No puedo dar tiempos. Sería en la segunda mitad de septiembre, pero tiene que pasar por distintas etapas. Hay que esperar que tenga acuerdo a nivel del staff para que sea llevado a la junta directiva», detalló.
Un comunicado del FMI firmado por Lagarde también se expresó en el mismo sentido: «Hemos hecho avances durante nuestra reunión y trabajaremos juntos para fortalecer aún más el programa de las autoridades argentinas respaldado por el FMI. Nuestro diálogo continuará ahora a nivel técnico y, como mencioné antes, nuestro objetivo común es llegar a una conclusión rápida para presentar una propuesta al Directorio Ejecutivo del FMI».
Dujovne emprendió el regreso ala Argentina a última hora del martes, acompañado por el vice del BCRA, Gustavo Cañonero. Para continuar las conversaciones técnicas con el staff del FMI quedaron en Washington los secretarios Rodrigo Pena, Guido Sandleris y Santiago Bausili.
Mientras tanto, en Buenos Aires, el principal mercado financiero de Argentina, los inversores parecieron no impresionarse con tanta actividad. Mantuvieron incólume su demanda de dólares al tiempo que se desprendieron de activos en pesos.
Así, el valor mayorista del billete verde para la venta subió $ 1,48 a, $ 39,30 (o 3,96%) mientras que el minorista subió 75 centavos, a $ 39,79 (un 1,9%). Durante la jornada, los precios del dólar fluctuaron con marcada dispersión y amplitud entre máximos y mínimos.
El Banco Central continuó siendo el único oferente de dólares; no aparecieron los de los exportadores de granos ni ningún otro. De allí que de las dos ofertas que hizo la autoridad monetaria entre las 12 y las 15 por U$S 500 millones, los inversores adquirieran U$S 358.
El resultado final fue que las reservas del BCRA cayeron este martes U$S 947 millones y se ubicaron en U$S 51.443 millones. En dos días, el BCRA perdió U$S 1219 millones.
Una versión que puso en alerta a inversores y autoridades y circuló por la City indicó que se retiraron U$S 200 millones de cajas de ahorro en dólares.
En tanto, el índice Merval se hundió un 4,1%, con derrumbes superiores al 10% en acciones del sector financiero y energético. La desconfianza con los valores argentinos se trasladó hasta Wall Street, donde los ADR se desplomaron hasta el 16%.
En lo que hace a los bonos soberanos nominados en dólares se hundieron hasta un 3,7%. El riesgo país subió un 1,6%, a 783 puntos básicos.