La decisión del Fondo Monetario de bloquear el envío de la segunda tanda de fondos comprometidos en el acuerdo de stand by con la Argentina puso de relieve la frágil situación en la que se encuentra el gobierno de Cambiemos.
El acuerdo estipulaba que el FMI enviaría a la Argentina poco más de U$S 2900 millones el 15 de septiembre, una vez aprobada la revisión de los números nacionales al 30 de junio.
El FMI usó una excusa técnica; adujo que aún no concluyó la revisión de los números de la economía argentina para establecer si la Argentina cumplió los objetivos previstos.
El retraso en esta revisión se debería, según fuentes oficiales, al pedido de cambio del acuerdo que hizo el propio gobierno de Mauricio Macri a fines de agosto.
Una fuente del Ministerio de Hacienda le dio a Tiempo la misma versión que hizo trascender el FMI: «Cualquier desembolso tiene que ser considerado por el board (del Fondo), y como estamos renegociando el programa, hay que esperar su decisión. Próximamente esperamos tener novedades. Recién ahí estarán nuevamente los fondos disponibles».
Sin embargo, tanto en los bancos como entre operadores financiero con vínculo directo con grandes inversores se descree de esta versión. En esos ambientes se estima que el FMI ha endurecido su posición. El portal La Política Online registró la opinión del analista financiero Christian Buteler: «No es una buena noticia. Si bien está dentro de lo lógico por los cambios en el acuerdo, demuestra una nueva falta de coordinación del equipo económico en no calcular los plazos de negociación para que no caigan sobre este desembolso».
«El Fondo le reclamó primero al gobierno que si quería un cambio en el stand by, antes acordara un Presupuesto de 2019 con los gobernadores. Eso parece no haber sucedido aún. Llegó la fecha y ahora no entrega los fondos», le dijo a Tiempo un operador.
El proyecto de Presupuesto 2019 ingresará mañana al Congreso con pocos acuerdos previos (ver página 12).
Pero, en rigor, el problema del gobierno no es tanto el ajuste del gasto como su capacidad de pago de la deuda pública en dólares, y responder a los compromisos de las importaciones y el flujo de regalías y las utilidades al exterior.
Además, también compiten por los dólares los inversores que apostaron al peso y se vuelcan al dólar desde fines del año pasado, los que ya extrajeron más de 26 mil millones de dólares del circuito financiero nacional en lo que va del año.
El FMI dejó claro que el dinero que provee a la Argentina tiene por destino el fortalecimiento de la economía y de las reservas del BCRA y que no está dispuesto para bancar la fuga de capitales. Pero el hecho de que se hayan esfumado 13 mil millones de dólares desde que el FMI depositó los primeros U$S 15 mil millones el 22 de junio, abre dudas sobre esa negativa. Así las cosas, las reservas están por caer de nuevo por debajo de los U$S 50 mil millones a partir de mañana.
La revisión que debería hacer el equipo de Roberto Cardarelli no era sobre los números de junio, que estaban claros porque el directorio del Fondo aprobó el stand by el 20 de junio. La revisión debía observar el comportamiento y las críticas a la política económica del gobierno hasta fines de agosto. La misión que encabezó Cardarelli llegó a la Argentina el 13 de agosto; debía quedarse hasta el 22, pero extendió su visita. El 24, con Cardarelli aún en la Argentina, el Ministerio de Hacienda oficializó el pedido para recibir el desembolso por los poco más de U$S 2900 millones correspondientes a septiembre, el primero de otros 12 similares hasta 2020. El 29 de agosto, en medio de la corrida cambiaria, el presidente Macri blanqueó que la Argentina quería modificar el acuerdo de stand by.
En este escenario, la nueva liquidación de Lebac aparece como una oportunidad para que más fondos de especuladores se vayan al dólar (ver aparte). El BCRA asegura que tiene los billetes suficientes como para bancar la demanda. De ser así, los fondos del FMI habrían servido para que estos especuladores se fuguen de la economía argentina indemnes. Quién sabe si habrá dólares para después. «
Lebac y el Fondo
El martes el Banco Central nuevamente licitará Lebac. Ofrecerá mucho menos papeles que los que vencen, de modo que prevé que unos 150 mil millones de pesos quedarán dando vueltas a la búsqueda de la mejor rentabilidad.
En el sector financiero se descuenta que «muchos» de esos inversores buscarán transformar su pesos en dólares.
¿Qué sucederá? Pues bien, el BCRA ya anunció que tiene todos los dólares necesarios para abastecer la demanda.
En un comunicado que emitió el viernes pasado dijo: «Como ya fuera informado, el BCRA y el FMI han acordado modificaciones al programa que permiten la disponibilidad de recursos adecuados en moneda extranjera para asegurar el buen funcionamiento del mercado de cambios a lo largo de esta operación. En el caso que sea necesario, el BCRA ofrecerá dólares de sus reservas mediante subastas».
El resultado será que los inversores se llevarán dólares baratos a un precio en torno de los 40 o 41 pesos por unidad. Las reservas caerán por debajo de los 50 mil millones.