En el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) consideran que su inserción electoral tuvo un sesgo ascendente entre las PASO y las elecciones de hoy.
Tras las Primarias, en las que esa alianza recibió 950 mil votos y superó el piso electoral en las 22 provincias en las que se presentó, el FIT se propuso atraer a los votantes de las fuerzas de izquierda y centroizquierda que no superaron las PASO. En ese sentido, logró la adhesión de Claudio Lozano y Alcira Argumedo, entre otros dirigentes, además de la del Nuevo MAS en la Ciudad de Buenos Aires y de otros referentes en algunos distritos del interior.
La campaña del FIT también buscó realizar una confrontación programática con las fuerzas políticas que sí superaron las PASO. Gabriel Solano, candidato a legislador porteño, explicó; «Buscamos poner de relieve que los votantes de Elisa Carrió no comparten su programa, como su respaldo al 2 x 1 o su posición respecto al caso Maldonado».
El debate entre los candidatos a diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires remarcó ese ángulo e impulsó a Marcelo Ramal tras su cruce con Carrió sobre la situación del joven. El FIT también apuntó a golpear al kirchnerismo endilgándole «el ajuste que llevan adelante los gobernadores como Alicia Kirchner en Santa Cruz».
«El único voto contra el ajuste es el del FIT», sentenció Néstor Pitrola, candidato a senador bonaerense, en el último tramo de la campaña. «