La querella de uno de los denunciantes de Elián Ángel Valenzuela, el músico más conocido como L-Gante que permaneció casi 100 días preso por presuntas amenazas y privación ilegal de la libertad, y el fiscal de la causa apelaron hoy la libertad dispuesta el viernes pasado por un juez de Garantías y pidieron que el acusado vuelva a ser detenido.
En representación de Darío Gastón Torres, uno de los vecinos denunciantes de L-Gante, los abogados Leonardo Sigal y Pablo Becerra solicitaron que la Cámara de Apelaciones y Garantías de Mercedes revoque la resolución del juez de Garantías 2 de Moreno – General Rodríguez Gabriel Castro, que el pasado viernes por la noche le permitió al músico recuperar su libertad.
«La defensa solicitó un cambio de calificación con excarcelación, pero el Juez de Garantías adoptó la viabilidad de oficio de dictar el cese de la medida de coerción (…) sin siquiera adentrarse a contemplar un solo riesgo procesal», dice el escrito presentado por los representantes del particular damnificado, al que tuvo acceso Télam.
Al cuestionar la decisión del juez, los abogados afirman que «esta parte entiende este fallo como de otro expediente, parece un fallo satélite, que desconoció todo lo que se discutió jurídicamente hasta ahora».
En otro de los párrafos, critican que el juez Castro, de quien aseguran que «se limita, solo, a resaltar los testimonios recibidos a la defensa del Sr. Valenzuela, como olvidándose de las otras cientos de fojas que también son parte del expediente».
A su vez, cuestionan al juez al afirmar que «interpretar una enemistad manifiesta de Torres hacia Valenzuela, y tratarlo de borracho es insultar y revictimizar a la víctima».
Por último, los letrados afirman que «la resolución puesta en crisis, no resulta una derivación razonada del derecho vigente y ajustada a las constancias probatorias colectadas en la IPP» (instrucción previa preparatoria).
Sobre el final del documento, los abogados de Torres piden que la Cámara «disponga la revocación del auto impugnado», que «ordene la inmediata detención de Elián Valenzuela» y que de ser necesario y antes de tomar una determinación, se fije audiencia oral ante los camaristas para mejorar los fundamentos de su apelación.
Por su parte, el fiscal de la causa, Raúl Villalba, también presentó su apelación en un escrito de 8 páginas al que accedió Télam. Para el funcionario judicial, el fallo causa «un gravamen no susceptible de reparación en otra etapa del proceso, puesto que el encartado continúe privado de la libertad parece indispensable para asegurar el desarrollo del procedimiento».
Según Villalba, tras analizar la resolución, «no se ha advertido ni mencionado la desaparición de elemento alguno que haga mudar la situación procesal en la que el encartado se encontraba».
Y consideró que el fallo «evidencia que el juez garante se ha excedido en sus funciones, pues si se trataba de una reevaluación en el orden de lo expuesto, debería haber corrido traslado a esta parte, lo que a las claras se evidencia que no hizo».
«En síntesis, dispuso un cese de coerción sin petición de parte y extralimitándose en sus facultades», afirmó y, por ello, solicitó que decrete la «nulidad» de la resolución y ordene la «detención» del acusado.
El viernes por la noche, L-Gante fue liberado de los calabozos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Quilmes en la que estaba alojado desde el 6 de junio pasado, luego de que el juez Castro dictara el cese de la prisión preventiva.
El magistrado tuvo en cuenta la declaración de cuatro nuevos testigos presenciales de la supuesta privación ilegítima de la libertad que el cantante de cumbia 420 protagonizó en mayo pasado en la localidad bonaerense de General Rodríguez, lo que motivó una «reevaluación» de la prueba que existía en el expediente y su liberación por el «beneficio de la duda».
La denuncia que derivó en la detención del cantante fue realizada el 27 de mayo por Torres, vecino de la familia de Valenzuela, que reside en el barrio Bicentenario de General Rodríguez, en el oeste del conurbano.
La mañana de ese día, a la salida del local bailable «Río» ubicado en esa localidad, hubo un incidente con varios jóvenes integrantes de la denominada «La Mafilia», el grupo de amigos y músicos al que pertenece L-Gante.
Según denunció Torres, cuando se retira del boliche para dirigirse a su casa, comenzó a recibir amenazas por parte de Valenzuela y tras ello, integrantes de La Mafilia fueron hasta su casa y lo agredieron físicamente tanto a él como a su familia.
Luego, siempre de acuerdo a su denuncia, pasó un BMW blanco conducido por Valenzuela, que bajó el vidrio, le apuntó con un arma y lo subió por la fuerza.
A los pocos metros, también fue interceptada y obligada a subir al mismo rodado la joven Rosa Catalina Passi, también vecina del músico y quien había participado de la primera discusión con los amigos de L-Gante.
Luego y siempre según la denuncia, algunos integrantes de «La Mafilia» fueron demorados por la Policía y L-Gante regresó hacia donde estaba el móvil, bajó el vidrio y les dijo a los agentes: «Largame a los pibes o a éste te lo mato», en referencia a la víctima que estaba retenida dentro de su BMW.
Supuestamente Torres permaneció 23 minutos cautivo hasta que L-Gante recibió una llamada en la que le aseguraban que sus amigos habían sido liberados por la Policía y soltó a las víctimas.
Con la prueba reunida, la fiscalía solicitó la detención de Valenzuela al juez Castro, quien convalidó el pedido y dispuso cuatro allanamientos el 6 de junio, uno de ellos en el sector 1 del country del Club Banco Provincia, donde finalmente el músico fue detenido.