Con la foto de familia que compartieron el martes los principales dirigentes y candidatos de Juntos por el Cambio quedó cerrado el operativo para mostrar unidad hasta que duela, al menos, hasta las legislativas del 14 de noviembre. En las próximas semanas, los despliegues se desdoblarán entre la arena bonaerense, a los dos lados del Riachuelo y la General Paz, y el tejido federal a partir de la victoria obtenida en 17 distritos.

Cada escudería atenderá su juego en forma ascendente hasta el arranque formal de la campaña en los medios audiovisuales, previsto por la legislación vigente para el próximo 10 de octubre, cuando comenzará la transmisión de los spots proselitistas en los espacios cedidos por la Dirección Nacional Electoral.

Mientras cada equipo de campaña prepara la estética de la batalla que se avecina, los socios de la coalición opositora acordaron concentrarse, con anticipación, en reorganizar y reforzar la fiscalización en todas las provincias y especialmente en la provincia de Buenos Aires.

El sector más duro del PRO agita internamente que el nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur, llegó al cargo para «profundizar la trampa y el clientelismo» con el objetivo de revertir la derrota sufrida en las PASO. El argumento es parte de una campaña en las redes que trabaja el macrismo para alertar a futuros fiscales, a quienes les recomiendan «no ir al baño» para no dejar libre el lugar de control en la mesa de votación. También sostienen la necesidad de buscar «gente que fiscalice sin grandes necesidades económicas para evitar que sean compradas», especialmente en el interior del país.

La táctica revela la preocupación que tiene la coalición opositora para mantener los votos conseguidos en las Primarias del 12 de septiembre. Existe una razón estadística para preservarlos más allá de los recaudos: JxC casi no sumó sufragios respecto de las presidenciales de 2019, cuando Mauricio Macri y la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal perdieron en sus intentos para ser reelegidos.

La bajada de línea para futuros fiscales también apunta a los apoderados. En ambos casos, siembra sospechas sobre la transparencia de los comicios, con un discurso que además de apuntar Manzur también asegura que el flamante ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se sumará a un presunto complot para amañar los resultados con la ayuda de las fuerzas federales que tienen a su cargo el cuidado de las urnas.

El libreto es parte de un despliegue más ambicioso y sugiere que el espacio opositor podría ir más lejos si el resultado no confirma las expectativas y deseos de su dirigencia.

La tentación de la impugnación electoral volvió a la mesa de cada partido de JxC con mucha fuerza. En la misma línea, la titular del PRO, Patricia Bullrich, anunció en la reunión del martes que contarán con un equipo jurídico electoral para denunciar eventuales irregularidades antes, durante y después de los comicios. Cada partido aportará sus recursos, pero en el caso de Republicanos Unidos, su titular, el exministro de la Alianza y candidato a diputado nacional en la Ciudad, Ricardo López Murphy, será fiscal en las legislativas. La movida implicará que esa fuerza posiblemente despliegue a todos sus candidatos con la misma función en cada mesa capitalina.

La encargada de unificar esas recomendaciones en todo el país será Bullrich, que esta semana comenzó con el recorrido federal previsto. El foco estará en las ocho provincias que renuevan senadores: Tucumán, Catamarca, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Santa Fe, Mendoza y Chubut. Arrancó en tierra cordobesa y seguirá por Catamarca o La Pampa, donde respaldará a cada candidato y repetirá la nueva propuesta de la campaña: sumar senadores para que el oficialismo pierda el quórum propio.

Mientras Bullrich recorre esos distritos, el otro capítulo de la campaña estará enfocado en el área metropolitana. En la provincia de Buenos Aires, el ex vicejefe porteño, Diego Santilli, se concentrará en la primera y tercera sección electoral. Desde el 13 de septiembre hasta el 10 de octubre, junto con el médico Facundo Manes, tiene ese plan porque descarta que el gobierno buscará enfocarse en ambas secciones electorales del Conurbano bonaerense.

«Sabemos que van a poner todos los cañones para dar vuelta la primera sección y aumentar la distancia en la tercera sección», explicó a este diario un integrante del equipo de campaña bonaerense de JxC que la semana próxima definirá la estrategia conjunta con los socios radicales, encabezados por Manes.

El fin de semana lo pasó en Mar del Plata, una de las cabeceras más importantes del interior bonaerense y en la semana continuará combinando la zona rural con la urbana hasta que llegue el momento en que las apariciones sean compartidas con Manes y los demás candidatos que forman parte de la lista resultante de las Primarias.

En ese distrito, los tres socios opositores, pero especialmente el PRO, comparten el entusiasmo de haber captado una parte del voto del peronismo, en un escenario donde la gran mayoría de los votantes que no tuvo el Frente de Todos fue porque decidieron no salir de su casa. No le dieron el sufragio a JxC, salvo una porción que las consultoras y el macrismo estiman en 400 mil votos, una cifra que otras fuentes consideran dudosa.

En la Ciudad de Buenos Aires, Vidal retomará los recorridos por los barrios porteños, pero es posible que su discurso quede más delimitado por la gestión del alcalde Horacio Rodríguez Larreta, que prepara una serie de medidas para relanzar la zona del microcentro porteño con un plan que le permitiría emparentar a la exgobernadora bonaerense con la nueva coyuntura capitalina. Por fuera de los hitos que aporte la gestión larretista, Vidal retomará las 23 propuestas que lanzó antes de las PASO y junto con su compañero de fórmula, Martín Tetaz, redoblará la demolición pública de la Ley de Alquileres, en un despliegue donde el oficialismo guarda silencio al respecto y tampoco ofrece alternativas en medio de un escenario en el que la situación económica talla en la opinión del electorado con una densidad que todavía ha cambiado.

Mientras avanzan las infanterías electorales en cada distrito, los protagonistas de la pelea interna de fondo que atraviesa al PRO, reanimaron su agenda internacional. Rodríguez Larreta viajó a Estados Unidos para exhibir sus aspiraciones presidenciales para 2023, mientras que el expresidente Mauricio Macri emprenderá otra gira por el mismo país y también por la República Dominicana para presentar su libro. Cerca del fundador del PRO confiaron que su intervención en la campaña recién será intensiva «en los últimos 20 días», mientras que en las oficinas del alcalde aguardan su regreso para que vuelva a empujar a Santilli y a Vidal una vez por semana, «como mínimo».  «