Es un secreto a voces. El suertudo Ekeko trae suerte. Lo dice la sabia historia de los pueblos indígenas que habitan la región altiplánica cercana a la apunada ciudad boliviana de La Paz. Para las comunidades, la diminuta figura del dios de la abundancia asegura la buena fortuna. La feria de la Alasita es el reino del compre-vende donde, una vez al año, la deidad andina reina en un auténtico universo poblado por miniaturas artesanales que representan los sueños y los deseos. Y no es poca cosa hacerse cargo de esta tarea titánica. El pequeño Ekeko lo hace.
Hace décadas, la fiesta en homenaje al Ekeko ha dejado de ser patrimonio exclusivo de Bolivia, y miles de migrantes andinos la han traído a la Argentina. El festejo reúne a la colectividad boliviana que vive en Buenos Aires y a un buen número de porteños que se arriman a comprar las miniaturas en el Parque Indoamericano, Villa Soldati, La Matanza y mucho más allá.
Desde la mañana del 24 de enero, este viernes húmedo no será la excepción cientos de artesanos ofrecen las preciadas miniaturas para pedir abundancia y fortuna al bigotudo Ekeko en varias ferias.
En la Feria del “Cómprame” -tal la traducción de Alasita, del aymara al español- decenas de artesanos venden las miniaturas que representan las necesidades y esperanzas de los concurrentes. Hay de todo y para todos, y casi nada supera el tamaño de lo que cabe en la palma de una mano. Casas, autos, títulos universitarios y de propiedad, pequeños fajitos de dólares, pesos o euros, pasajes de avión y hasta diminutos DNI para agilizar los trámites de residencia.
Los sueños, sueños son…
La fabricación de miniaturas para las culturas prehispánicas fue una expresión de religiosidad y tecnología simbólica. Los pueblos originarios andinos volcaban en sus miniaturas sus deseos de poseer alimentos y otros elementos para vivir. Según la liturgia andina, todas las miniaturas compradas serán cargadas sobre el cuerpo del pequeño Ekeko. Sin embargo, hay personas que se las dan a cargar a un sapo o a un toro, símbolos también de la abundancia y la fertilidad que se aguarda para el resto del año. Finalmente, luego de adquirir las miniaturas, todas deben recibir la ch´alla de los yatiris –religiosos- andinos. La ch’alla es un ritual de bendición celebrado con hojas de coca, alcohol y diversas esencias. Advertencia, normalmente hay que esperar un buen rato para tener turno con los yatiris. Pero la fiesta no está completa si nuestro Ekeko no recibe la bendición. Igualmente se puede amainar la espera con algún suculento plato andino. Las caseritas ofrecen sánguches de chola, platos paceños y chairo.
Para los migrantes es un orgullo mantener vivas sus tradiciones, a miles de kilómetros de donde nacieron. Se sabe, los sueños se hacen realidad a la distancia o bien cerca. Eso sí, solo si el Ekeko quiere.
¿Dónde están las ferias?
En la Ciudad de Buenos Aires
Parque Indoamericano: Parque Indoamericano (Av. Escalada y Av. Castañares.)
Barrio Cildañez_ Echeandia esq. Mozart.
Bajo Flores: Villa 1-11-14, Av. Bonorino al 2.500.
Liniers: José León Suárez al 200, Centro comercial.
Retiro: Barrio Carlos Mugica de Retiro.
La Matanza
Intersección de la Av. Roosevelt y Francisco Ramírez, a unos pasos de Av. Olavarría (Villa Celina).
Barrio 22 de enero: Los claveles, esquina Las Calas. (Ciudad Evita).
Ruta km. 21 y Av. Carlos Casares (G. de Laferrere).
Ruta 1001 y Av. Bariloche, Barrio 17 de septiembre González Catán
Lomas de Zamora
Barrio 6 de Agosto, Av. Olimpo 1500 (Olimpo)
El 26 de enero se repite en:
Av. Florencio Varela y Mar del Plata, Ezpeleta (Quilmes)