El escándalo que supuso la filtración de la intervención del asesor Santiago Caputo en la entrevista que Javier Milei le concedió al periodista Jonathan Viale dejó a la vista mucho más que la escasa transparencia comunicacional del gobierno. Es que el avistaje del Mago del Kremlin, principal operador de la gestión libertaria, logró volver a poner el foco en las nunca disipadas internas que rodean al Triángulo de Hierro que completan el primer mandatario y su hermana Karina.
El video sin editar, que se subió por aparente error en la cuenta oficial de Youtube de TN, muestra cómo el inquilino del Salón Martín Fierro interrumpe la entrevista que estaba siendo grabada desde hacía una hora. La excusa, según el propio Viale expone en el incómodo intercambio que se dio entre él y el asesor, fue la confesión del presidente de haber difundido la criptomoneda $LIBRA desde su cuenta personal, línea que contradice la idea del oficialismo de utilizar al ministro Mariano Cúneo Libarona como “defensor” de la causa que involucra a Milei en su calidad de jefe de Estado.
La incontrolable viralización de la pieza audiovisual en las redes, territorio indiscutido del oficialismo, obligó al presidente y su hermana a tomar medidas urgentes. Según pudo saber Tiempo, los Milei instruyeron a Manuel Adorni para limpiar la imagen presidencial en una entrevista con el periodista Antonio Laje, quien tan sólo una semana antes estuvo frente al presidente en la apertura de su nuevo ciclo televisivo en A24, el nuevo canal oficialista.
“A mi parecer y el del presidente, Santiago corta la entrevista de manera equivocada”. A primera mañana, el vocero presidencial se despachó contra el siempre oculto asesor presidencial, encontrando al culpable ideal para otro error no forzado en la semana más caótica que el oficialismo tenga memoria. Con un tono solemne pero sin ocultar su indignación por el accionar de Caputo, el ex periodista contó que fue el propio Milei quien, una vez finalizada la nota con Viale, le hizo saber a su consultor que su intromisión no había sido acertada.
“Santiago, esto es innecesario”, fueron -según Adorni- las palabras del primer mandatario. Según pudo reconstruir este medio, Milei habría tenido un intenso intercambio con su principal asesor, a quien le pidió que no vuelva a tener este tipo de actitudes que pueden perjudicar más de lo esperable a la gestión. La irrupción del consultor, que fue amparada bajo la búsqueda de “excelencia” en sus formas, no es lo único que molesta puertas adentro de Casa Rosada.
Caputo: entre el sueño del poder y las polleras de Karina
Como dio a conocer este medio semanas atrás, el control del discurso y la narrativa es un fuerte territorio de disputa entre los dos pesos pesados del triunvirato oficialista. Desde mediados de enero, el despacho donde el asesor presidencial maneja los hilos políticos de la gestión está custodiado por guardias de Casa Militar, área a cargo del Coronel Mayor de Artillería Sebastián Ignacio Ibáñez, quien a su vez responde a Karina. Sin cámaras alrededor, una decisión unilateral que se tomó desde adentro, nadie que no esté apostado en la entrada de la oficina puede enterarse de quién entra y quién sale. Esta llamativa resolución encendió las alarmas de la hermanísima, quién instruyó a su secretaria privada, María Belén Agudiez, para que el equipo de seguridad interno de Balcarce 50 monitoree cada uno de los movimientos que se suceden en el primer piso del edificio de gobierno.
Aquella disposición, que se mantiene hasta el presente, también alimentó los rumores sobre posibles desencuentros entre Adorni y Caputo. El vocero presidencial estuvo durante más de un mes sin ofrecer conferencias de prensa, un ritmo que comenzó a bajar a la par que los meses y las noticias del gobierno también fueron mermando. Con esta reducción de apariciones públicas, la figura del asesor presidencial comenzó a tomar más potencia dentro del circuito informativo, una intromisión que habría enfurecido al portavoz que, se especula, inició un ciclo de venganzas con su compañero de trabajo a partir del reportaje de esta mañana.
Las diferencias entre las dos extremidades del presidente se pusieron sobre la mesa en el momento cero que iniciaron las aventuras libertarias en la Casa Rosada. Desde el inicio de la gestión, el amante de las armas logró consolidar un poder sin igual que colisiona con los modos de la hermanísima presidencial. Mientras Karina se encargó de rodearse de súbditos con una expertise política inigualable, Caputo decidió refugiarse en el anonimato de las redes y orquesta su influencia abrazado a una intensa milicia digital. Dos caras de una moneda cada vez más desgastada.
Fue el lanzamiento de Las Fuerzas del Cielo, el brazo digitalmente armado del gobierno, lo que dejó a la vista esta diferencia trascendental. La orga fue lanzada al mismo tiempo que la secretaria general de la presidencia daba inicio a la segunda etapa de recorridas provinciales para instalar el sello de La Libertad Avanza a nivel nacional. El espacio, comandado por Daniel Parisini (Gordo Dan); el jefe de la bancada bonaerense, Agustín Romo; el secretario de Culto, Nahuel Sotelo; y el tuitero Lucas “Sagaz” Luna, nació con el objetivo de ordenar el principal activo que tiene el presidente, su militancia juvenil.
Aquel lanzamiento -que contó con la colaboración logística del ex intendente Joaquín de la Torre– prendió las alertas del otro lado del mostrador. Tanto así, que el coordinador de la juventud LLA en la primera sección posteó una foto de Sebastián Pareja en uno de los balcones de la Legislatura provincial. “Las fuerzas de la gestión”, rezaba el texto que acompañaba la imagen. Incluso, por esos días, desde el entorno de la hermana presidencial habían dejado trascender cierta molestia por parte de Karina frente a la avanzada de los jóvenes caputistas.
Lejos de quedarse atrás, la menor de los Milei bendijo a Sharif Menem, director general de la Secretaría Privada de la Presidencia de la Cámara Baja y sobrino segundo de Martín Menem, como líder oficial de la juventud libertaria. El veinteañero menemista es un contrapeso con proyección dentro de la arena libertaria que podría, con pocos movimientos, coartar los planes de Caputo para imponer a sus jóvenes apóstoles.
Todavía sin conflictos en la superficie, los armados nacionales del sello oficialista son una muestra gratis de una interna que, inevitablemente, saldrá a la luz. El primer avistaje se dio hace una semana durante el cierre de listas de Santa Fe, donde Karina y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lograron imponer a sus candidatos por sobre los sponsoreados por el joven asesor, quien habría propuesto a Amalia Granata como posible aliada para el próximo 13 de abril.
Si bien desde el seno del gobierno descartan que, por el momento, el Triángulo de Hierro se rompa, por lo bajo no sólo reconocen las tensiones sino que, además, no son pocos los que se animan a improvisar un posible final para esta interna. “Javier puede querer mucho a Santiago, pero Karina es El Jefe”, sintetizó una voz más que autorizada.