La moneda norteamericana se disparó esta mañana y volvió a perforar un récord histórico cuando llegó a cotizarse, en horas del mediodía, en $20,65. Al contrario de lo que han venido haciendo desde agosto de 2017 (cuando vendieron U$S 1.837 millones en diez días), las autoridades del BCRA decidieron intervenir en forma directa en el mercado de cambios. Según declararon operadores financieros al diario Ámbito Financiero, habrían vendido alrededor de U$S 50 millones e instado a los bancos públicos a que hagan lo propio por una cifra de U$S 30 millones, algo que sí habían promovido en los primeros días de febrero cuando la divisa superó los $20.
De este modo, la actitud asumida, que implica el abandono circunstancial de la política de libre flotación del mercado de cambios, es una señal de que, para el gobierno (o al menos para las autoridades monetarias), la escalada del dólar responde a una corrida que podría complicar, certeramente, los objetivos inflacionarios del gobierno que ya se encuentran fuertemente cuestionados en un contexto donde se intensifican las discusiones paritarias con los gremios.
Es menester recordar que el presupuesto 2018 votado en diciembre de 2017 tiene pautado un dólar promedio para todo el año de $19,30 algo que ya ha quedado superado por la realidad. La inflación pautada en la misma ley para 2018 es de 15,7% algo superior a las metas fijadas por el BCRA (15%).
Sin embargo el REM del BCRA, un relevamiento entre las principales consultoras privadas, ya pronostica una suba de precios para 2018 de 19,9% y un tipo de cambio de $22 para diciembre.