Comenzaron a bifurcarse los caminos que definirán el futuro de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados. La instancia formal para inaugurar esta segunda semana de trabajo arrancó a las 11, con la presencia de expositores sindicales, empresariales y de organismos de derechos huamnos que habían reclamado ser escuchados. Hasta el jueves duró el road show de funcionarios para responderle a los diputados y este lunes fue el turno de los invitados para expresar sus opinones respecto al proyecto. A las 15, mientras continuaba la extensa lista de oradores (algunos presenciales y otros virtuales) se puso en marcha la negociación real y concreta entre el oficialismo los representantes de los bloques del PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y el bloque Hacemos Coalición Federal (HCF).

La cita se concretó en el primer piso del Palacio Legislativo, mientras del otro lado de Avenida Rivadavia continuaba el plenario de las comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda. Las advertencias que vertieron los invitados refleja la profundidad de los cambios que el proyecto busca introducir y las consecuencias que podrían afrontar los afectados. No fue un dato menor para los pocos opositores que se levantaron de sus sillas en el plenario a partir de las 14.30. A las 15 ya estaban en uno de los salones que pertenecen a la presidencia de la Cámara. Su titular, Martín Menem, ofició como anfitrión de los funcionarios del Ejecutivo que asistieron y de los representantes de cada uno de los bloques convocados. Al convite no fueron convocados ni los representantes de Unión por la Patria (UxP) ni los que integran el bloque Innovación Federal, contenedor de los  legisladores rionegrinos y misioneros que responden a sus gobernadores.

Fue el primero de una serie de encuentros que se extenderán en los próximos días, al calor de la arquitectura del texto de 664 artículos y la premura del oficialismo por tener un dictamen antes del viernes. En esta primera fase fueron analizados los primeros 100 artículos para este martes se espera el tramo más caliente de la negociación. Será el turno del paquete económico y fiscal del proyecto, es decir, su núcleo.

La reunión inaugural contó con dos presencias que confirman el inicio de la negociación más fina para explorar un dictamen de mayoría que no deje en soledad a La Libertad Avanza. Estuvieron el vicejefe de Gabinete José Rolandi y los funcionarios técnicos del secretario de Energía (Chirillo). El elenco completo de negociadores se mantuvo en reserva, pero todos comparten una coincidencia: o tienen lapicera para cambiar el proyecto o cuentan con la llegada suficiente a quienes poseen el trazo final para decidir y eso incluye a Javier Milei. Según uno de los participantes del encuentro los tiempos cortos de la negociación implicarán llamados al Presidente que este martes por la tarde aterrizará en Zurich, para luego participar del foro internacional que se realizará en la ciudad suiza de Davos-Klosters.

En la ronda de consultas de este martes intervendrá el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, que enviará a parte de su equipo con el objetivo de sostener el intercambio mientras acompaña a Milei en el Foro de Davos.

Para llegar a esta  instancia, la semana pasada se aplicó un método para medir predisposiciones, humores, resistencias y ánimos negociadores. Fue a través del semáforo de prioridades que habría impulsado el oficialismo y el radicalismo: rojo para lo inaceptable, amarillo para lo discutible y verde para lo respaldable.

Cerca del despacho de Menem, a partir de las 15, los enviados del Ejecutivo comenzaron a escuchar las primeras devoluciones del sondeo semafórico por parte de los tres bloques que fueron convocados. Aunque la mesa esta en pleno desarrollo, y sólo se exploraron los primeros 100 puntos, habrían más coincidencias de las conocidas entre macristas, radicales y los integrantes de HCF.

En el menú inicial se ventilaron algunos saldos provisorios, pero alentadores para los negociadores. Como era previsible el plato de entrada giró en torno a las 11 emergencias del proyecto y buscan otorgarle al Ejecutivo la delegación de facultades del Congreso por dos años, prorrogables por otros cuatro. Caerían las emergencias en materia previsional, de defensa, tarifaria y sanitaria. Respecto a la suspensión de la fórmula jubilatoria el radicalismo no estaría dispuesto. Sus representantes advirtieron que podrían avanzar en modificaciones al respecto, pero siempre y cuando se fije un método de aumento de las jubilaciones dentro del mismo dictamen.

El paquete de privatizaciones fue otro eje del primer round. Los invitados no estuvieron de acuerdo con apoyar el plan del oficialismo en toda su magnitud y no habria futuro para vender YPF ni el Banco Nación. Ese punto no implica que el paquete de venta de empresas del estado se haya suspendido, ni nada parecido. Podrían prosperar en la medida que haya una ley por empresa, pero luego de desmalezar las que realmente el Ejecutivo quiere poner a la venta. Los funcionarios del Gobierno habrían retrucado con un argumento que no echó raíces. «Ellos nos dicen que les aprobemos lo que esta planteado y que luego elegirán qué empresas enajenar, pero ya les dijimos que no pasará de ese modo», contó uno de los interlocures opositores que, luego de la reunión se mostró «sorprendido por el nivel de coincidencia de los tres espacios».

En el primer pantallazo que se llevaron los negociadores habría algunos grandes capítulos cerca de quedar afuera de esta etapa. Aclararon que no quedaron descartados, sino postergados porque no forman parte de ninguna urgencia. Es el caso de la reforma política que defendió el ministro del Interior, Guillermo Francos, para cambiar el sistema electoral y una buena parte de los cambios en la Justicia que el ministro en la materia, Mariano Cúneo Libarona, abordó en profundidad. La lista de cambios también abarca a la forma, la extensión y el alcance de la delegación  de facultades para reducirlas en términos que siguen siendo materia de negociación.

«Si meten temas importantes y determinantes ya saben que no los vamos a acompañar», remató otra fuente con acceso a la negociación. Con esa definición se refirió a otra condición para impedir que el oficialismo busque llenar el rechazo de macristas, radicales y de HCF con el apoyo de los bloques que no estuvieron en la reunión como el panperonismo y los que responden a los gobernadores.

La primera ronda de negociaciones paralelas repasó 100 artículos. Quedan otros 564 y el núcleo del texto, enfocado en el paquete fiscal, el aumento de las retenciones y el blanqueo, entre otros puntos que este martes serán auscultados por los enviados de Toto. La segunda ronda empezará a la misma hora y para entonces Milei ya estará en Zurich. No será ajeno a la negociación y para eso reunió a su gabinete este domingo en Olivos mientras lanzaba una nueva advertencia en tono de amenaza y sospechas contra los integrantes del Congreso que se animen a rechazar u obstaculizar el avance del proyecto.