Norberto Villarreal, de 50 años, era comisario y un año atrás estaba a cargo de la comisaría 35° de la Ciudad de Buenos Aires. Está acusado de integrar una asociación ilícita y desde el 2 de noviembre de 2016 se encuentra prófugo de la Justicia.
Villarreal y otros jefes de las fuerzas de seguridad porteñas están procesados en el marco de una causa de asociación ilícita. Pero cuando el juez, Ricardo Farías, dictó la orden de detención huyó y desde entonces no se conoce su paradero.
La seccional que dirigió Villarreal hasta el pasado 2 de noviembre tiene jurisdicción en los barrios porteños de Núñez y Saavedra donde se detectaron varias irregularidades. También estuvo a cargo de la seccional 52° de la actual Policía de la Ciudad, en Villa Lugano.
Según el informe de inteligencia, Villarreal se fue a la provincia de Misiones para luego cruzar e instalarse en Brasil. Sin embargo, el expediente también indica que vendió un Renault 18 del cual era titular en 15 mil pesos a una mujer y que la transferencia se hizo cerca de Plaza de Mayo: al cuarto mes de estar prófugo.
Estos movimientos son los que analiza en profundidad el fiscal José María Campagnoli, quien en diciembre pasado también solicitó, al juez Farías, el embargo de los dos automóviles a nombre del prófugo.
Uno de los investigadores judiciales ante la evidente precariedad institucional sostiene que a Villarreal no quieren detenerlo porque es una pieza clave en la causa. Cabe destacar, que el prófugo supuestamente es buscado con intensidad por distintas fuerzas de seguridad.
Campagnoli desde abril de 2016 comenzó a investigar presuntos hechos de corrupción en la comisaría 35°, con jurisdicción en los barrios de Núñez y Saavedra a cargo de Villarreal y detectó una asociación ilícita integrada por miembros de las fuerzas de seguridad porteñas.
Tras un cumulo de indicios el fiscal obtuvo las pruebas y ordenó la detención de Villarreal, también del sargento primero Adrián Otero, el cabo Alejandro Malfetano, el sargento Sergio Ríos y el suboficial Marciano Quiroga, los últimos cuatro fueron detenido y esperan el juicio en libertad.
En el marco de esta causa también permanecen procesados: el ex jefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, la comisario mayor Susana Aveni y los subcomisarios Hernán Kovacevich, Marcelo Stefanetti y Alberto José Codaro.
Todos ellos, menos Kovacevich, están procesados por el delito de omisión de denuncia y de integrar la asociación ilícita. El comisario general Guillermo Calviño recibió la falta de mérito.
Un vídeo registró cuando Villarreal, junto a sus colegas y asociados, organizaban el trabajo de los «trapitos» ilícitamente a pocas cuadras de la comisaria de Núñez. A pesar de todos los indicios que muestran su culpabilidad, aún permanece prófugo.