El dólar subió 24 centavos en un día y cerró en promedio en $19,66, record histórico para la moneda estadounidense. Ayer el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, en conferencia de prensa, dejó entrever lo que finalmente terminó sucediendo hoy: por segunda vez en un mes el Banco Central redujo la tasa de interés en 75 puntos básicos, hasta 27,25%, por lo que ya acumula 150 puntos. Como consecuencia directa, los inversores se refugiaron en la compra de moneda fuerte.

De este modo la divisa alcanzó su techo histórico y sufrió el mayor incremento en una misma jornada desde el 28 de diciembre último. La volatilidad de la moneda se explica en gran parte por la expectativa que se genera en el mercado entre los inversores que operan con el mecanismo de “carry trade” mediante el cual, a través de la adquisición de Lebacs en pesos se obtienen tasas de interés en dólares extraordinarias. Cuando se producen expectativas de una baja en las tasas de interés, los operadores se vuelcan a la divisa.

A la hora de fundamentar la medida, el BCRA en su comunicado explicó que “si bien la inflación minorista de 2017 se redujo en casi 12 puntos porcentuales frente a la de 2016, la desinflación no fue tan rápida como la buscada”. Ese resultado lo atribuyen a una “relajación prematura de la política monetaria entre octubre de 2016 y marzo de 2017 como el aumento de precios regulados por encima de lo estimado por el BCRA” y que por eso “la política monetaria incrementó significativamente su sesgo contractivo a partir del segundo trimestre del año pasado, a través tanto de subas de la tasa de política monetaria como de la operatoria en el mercado secundario de LEBAC”.

La suba del dólar, en un contexto de aumentos de tarifas de distintos servicios públicos, implica un nuevo factor inflacionario. Así y todo, el BCRA aseguró que «conducirá su política monetaria” para alcanzar su meta del 15% en 2018.

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