El apoyo a la Marcha Nacional Universitaria de este martes es amplio y contundente, a pesar del intento fallido del Poder Ejecutivo de desmovilizar con el anuncio de un acuerdo en la red social X. Ante los embates presupuestarios de la gestión de Javier Milei, que desfinanció las instituciones, hay un alerta encendido: si nada cambia, deberán cerrar sus puertas en menos de dos meses.
Se han plegado a la marcha nacional todos los gremios nucleados en la CGT y las dos CTA, partidos políticos como el radicalismo, el peronismo y la izquierda, los movimientos sociales, organizaciones de derechos humanos, colectivos de artistas y científicos. E incluso docentes y estudiantes de universidades privadas.
Las privadas también defienden la universidad pública
Entre los apoyos recibidos para la la movilización, se destacan las y los docentes y estudiantes de universidades privadas, que han salido a pronunciarse en defensa de la educación pública. Primero fue la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), cuya adhesión del Centro de Estudiantes fue motor de numerosos memes en las redes sociales. Y este lunes, casi un centenar de docentes de la Universidad de San Andrés y más de 150 docentes e investigadores de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), también sumaron su apoyo a la marcha y al reclamo por más presupuesto, a través de comunicados.
“Deseamos expresar nuestra preocupación por la campaña de desprestigio, acoso y asfixia financiera llevada a cabo por el Poder Ejecutivo Nacional contra las universidades nacionales y el sistema público de investigación científica en general”, expresa la nota firmada.
Y señala que una institución como la UTDT “no podría funcionar sin el aporte de decenas de sus profesores que se han formado con excelencia, en grado o posgrado, en universidades públicas del país”.
En conversación con Tiempo, Matías Torchinsky Landau, becario doctoral en el Conicet y profesor de Comercio Internacional en la UTDT –y uno de los firmantes del pronunciamiento– expresa que “las universidades públicas y las instituciones científicas públicas no están aisladas del resto del país, sino que por el contrario hacen grandes aportes al sector privado productivo con profesionales que compiten con los mejores del mundo en muchas esferas”.
“En lo que respecta al alumnado, obviamente las universidades públicas cumplen un rol clave en la movilidad social ascendente, la oportunidad de que alguien que quizás no tendría la ocasión de acceder a un título de grado o de posgrado por motivos económicos, por motivos de exclusión social, pueda hacerlo”, asegura.
Es por este motivo que para el investigador, los docentes de una institución privada no pueden estar exentos de pronunciarse y participar de los reclamos. “En este contexto, la universidad pública, el sistema científico y tecnológico, están en riesgo por la falta de financiamiento dado que el recorte presupuestario ha sido muy significativo y también por el desprestigio y la crítica realmente injusta que están sufriendo estas instituciones”, apunta.
El investigador destaca que el sistema científico argentino tiene excelentes resultados en términos, por ejemplo, de publicaciones y de patentes, considerando lo su tamaño y presupuesto: “Nadie dice que no hay cosas para mejorar, evidentemente existen problemas y hay que pensar cómo resolverlos pero la asfixia presupuestaria a la cual se está sometiendo al sistema científico y a las universidades públicas y el desprestigio no son la manera de abrir estas discusiones”. Si se continúa con las políticas actuales, explica, se va hacia la pérdida de funciones y capacidades de las instituciones, que deberán cerrar por plazos indeterminados.
Las Pymes se suman a la marcha
La Confederación Federal Pyme Argentina también salió a apoyar la movilización de este martes. En un comunicado oficial, expresó “su total apoyo y acompañamiento a toda la comunidad Universitaria, para la marcha prevista el próximo martes 23 de abril, en reclamo de fondos y en rechazo al brutal ajuste que está aplicando el Gobierno Nacional a nuestro sistema Educativo”.
Y no conforme con ello, la entidad invitó a todos los sectores Pyme del país a sumarse “desde el rincón de la Patria en que se encuentren, y a participar pacíficamente en esta marcha, convencidos que un país que quiere crecer y ser verdaderamente libre, necesita tener una Educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva al alcance de cada familia argentina”.
El apoyo de las centrales obreras y los partidos políticos
Como señala Somos Télam, más allá del ámbito universitario, la marcha cosechó el apoyo de las tres centrales obreras –la CGT, la CTA de los trabajadores y la CTA autónoma-, de partidos como la UCR y Unión por la Patria, y colectivos de científicos y artistas, la Asociación Argentina de Actores, estudiantes secundarios y asambleas barriales. También adhirieron gremios docentes como Ctera y la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
Desde los partidos políticos, la Unión Cívica Radical (UCR) fue uno de los primeros espacios en convocar formalmente a participar de la gran marcha educativa. “La comunidad universitaria decidió llevar adelante esta marcha con un reclamo que apoyamos: la defensa de la Universidad pública y la ciencia frente al ataque sistemático que viene recibiendo por parte del gobierno nacional”, aseveró la UCR -que preside Martín Lousteau- en un comunicado de prensa.
“Este recorte inédito del presupuesto llevado adelante por el Presidente Javier Milei es acompañado de una campaña que busca generar un daño irreversible al conjunto de las universidades públicas. Los radicales estamos comprometidos en cuidar lo que funciona. Una educación pública de calidad es el camino hacia una sociedad mejor, más justa e igualitaria”, expresó el comunicado radical.
Por su parte, el Partido Justicialista (PJ) convocó a apoyar la marcha “en defensa de uno de los derechos más importantes que el gobierno nacional quiere desterrar: el acceso a la educación universitaria pública y gratuita”. El comunicado señaló que “dejar sin fondos a las universidades no sólo es un ataque a la movilidad social ascendente, sino también contra el conocimiento, la innovación, la soberanía científico-tecnológica y, por consiguiente, contra el desarrollo nacional. La educación universitaria pública y gratuita es el punto de partida para una sociedad democrática, igualitaria y verdaderamente libre. Invertir en ella es invertir en el desarrollo de la Argentina”.
Asimismo, desde el Frente de Izquierda, la diputada y excandidata presidencial Myriam Bregman llamó a “derrotar este plan antieducativo de Milei” y expresó: Más que nunca, tenemos que ser miles. Plata para la educación, no para el FMI”.
Organizaciones sociales y de derechos humanos, a la marcha
Los movimientos sociales anunciaron que se sumarán a la marcha del martes 23 y realizarán una olla popular en el Congreso, desde donde partirá la movilización hacia la Plaza de Mayo. “Venimos dando una lucha muy importante por trabajo, contra el hambre y por mejores condiciones de vida, repudiamos el ajuste presupuestario a la educación pública del gobierno de Milei”, expresó el comunicado conjunto de la Unidad Piquetera, el Frente de Lucha Piquetero, el Polo Obrero y otras organizaciones.
Por su parte, desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), convocaron “este martes, todos a las calles por la educación pública”
En tanto que, la agrupación H.I.J.O.S. expresó que se sumará a la movilización en defensa de la universidad pública bajo la consigna: “Porque defendemos la educación pública y gratuita, porque defendemos el derecho al trabajo #SalvemosLaUniversidad”.
En igual sentido, la Asociación Argentina de Actores y Actrices adhirió a la movilización y concentrará a partir de las 16 en Luis Sáenz Peña y avenida de Mayo, junto a la columna de la CTA.