La señal de noticias La Nación+ comenzó a disfrutar muy rápidamente los resultados de su nueva programación. La incorporación de figuras notables del antiperonismo como Eduardo Feinmann, Jonatan Viale y Alfredo Leuco, entre otros, multiplicó sus televidentes. La señal alcanzó casi el punto de rating de promedio, casi duplicando sus propios promedios pretéritos, y se posicionó en el tercer lugar, junto con Crónica TV, todavía lejos de los líderes TN y C5N.
Pero los registros de algunos programas superan ampliamente el promedio de la señal. El pasado lunes, la emisión de +Realidad, conducida por Viale, superó los tres puntos de rating, apenas por detrás de Minuto Uno, de C5N, que tuvo como atractivo principal la nota de Gustavo Silvestre al presidente Alberto Fernández. Con estos registros, es muy probable que el promedio de marzo ubique a LN+ mucho más cerca de los líderes TN y C5N.
El rendimiento de los programas de LN+ exhibe un contraste digno de mención: mientras las “estrellas” de la tarde y la noche cosechan números muy importantes (alternativamente, las emisiones de Feinmann y Viale oscilan entre los 2 y 3 puntos, guarismos muy buenos para una señal apenas vista hasta hace un mes), los programas de la mañana mantienen los números bajos que tenía la señal antes de las recientes incorporaciones: entre 0,5 y 0,7 puntos. En cuanto a la participación de periodistas mujeres, Lourdes Marchese, Florencia Donovan y Candela Ini –entre otras– tienen su espacio, pero no ocupan posiciones preponderantes, que siguen quedando para los protagonistas masculinos.
Con el anuncio de las incorporaciones de Feinmann, Viale y Leuco parecía claro que la intención era atraer público para intervenir fuerte en un año electoral. Con la programación funcionando y los primeros resultados en términos de audiencia y producto en el aire, es evidente que ese deseo y el de reposicionar a la señal en términos de rating se hagan realidad.
En ese marco, la cobertura sobreactuada de la represión en Formosa no deja de llamar la atención: Feinmann –entre otros– tuvo una posición exactamente contraria en todo hecho represivo en CABA y militó para gendarmería cuando se investigaba la muerte de Santiago Maldonado.
La doble vara también se hace visible en situaciones como la del martes, cuando el que quedaba en una posición incómoda era el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras miles de ancianos realizaban colas de cuadras y cuadras para conseguir una vacuna para la que se suponía que tenían turno, LN+ alternó entre el silencio y la justificación insólita. Dos días bastaron para contemplar la declaración de principios de la señal: indignación furiosa para los otros, complacencia para los propios.
También resulta al menos curioso que recientemente tanto Jorge Fontevecchia, director de Perfil, como Daniel Vila, dueño del Grupo América, le dieran entidad al rumor que señala al expresidente Mauricio Macri como financista de LN+ y nadie salió a desmentirlos.
Mientras tanto, en la otra punta de la planilla de rating, A24 sufre la partida de sus exanimadores. El canal de noticias de Daniel Vila preparó una programación para no extrañar a sus estrellas abandónicas. En ese marco, Luis Novaresio, la continuidad de Baby Etchecopar y la incorporación de Viviana Canosa buscan revertir los números a la baja apelando a la provocación y el escándalo. Por ahora, el segmento de Baby Etchecopar es el único que mantiene los números de 2020: el conductor parece tener un público propio que excede la señal en la que trabaje.
El universo de las señales noticiosas parece concentrar la disputa de rating más importante de la industria televisiva actual. Por un lado, se acercan a los promedios de señales de aire como América TV, el Nueve y la TV Pública, pero sobre todo disputan agenda y sentido en un año electoral. Las mediciones de audiencia, así como la repercusión de los envíos, parecen mostrar que hay un creciente público conservador y varias señales que lo pretenden. El tiempo dirá hasta dónde llegan esas disputas y su impacto en la vida cotidiana. «