Fernando Javier Lario era docente en la carrera de Arquitectura de la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde dictaba clases. El sábado 7 de julio de 2012, día de elecciones, las cámaras de seguridad registraron su paso por uno de los pasillos y esas fueron sus últimas imágenes. El caso se transformó rápidamente en noticia, el Estado llegó a ofrecer una recompensa de 200.000 pesos a quien aporte datos sobre su paradero. Se habló de suicidio, deudas pendientes, enemigos, pero en medio de la investigación y sus hipótesis surgió Laura, su hermana, que se convirtió durante estos cinco años no sólo en una ferviente buscadora de justicia, sino en un claro ejemplo de cómo la vida se resignifica y cobra otro valor frente a la ausencia de un ser querido que desapareció.

Según el relato de sus allegados, Fernando ese sábado fue a la Facultad donde trabajaba porque había elecciones del claustro docente. Lario participaba de una de las listas y a pesar de haber perdido en otras oportunidades seguía militando dentro del ámbito académico porque, según su hermana, ¨Eso nunca desanimó a Fernando¨. En una de las últimas fotografías se lo puede ver recontando votos y poco después una cámara de seguridad capta la última imagen del Arquitecto. Las antenas de telefonía móvil toman la señal de su celular hasta las 14:50 horas en el sector de la Facultad. Nadie vio al docente salir del complejo universitario. Sin embargo ese mismo 7 de Julio a las cuatro de la tarde su morral con toda la documentación fue hallado en ¨Los Acantilados¨, al sur de la ciudad balnearia. Su hermana sostiene que el bolso fue plantado en ese lugar, al igual que su billetera que fue encontrada a metros de sus pertenencias.

-¿Quién toma el caso en primera instancia?

-Laura Lario: La Dra. María Isabel Sánchez es la primer Fiscal en tomar contacto con el caso, lamentable, tres años y nunca avanzó en nada firme. Investigó mal desde un primer momento, dejó pasar las primeras horas después de la denuncia. Nos decía, ¨bueno se habrá ido con otra mujer¨ o ¨algo habrá hecho para irse¨. Me hacía acordar a la época de los militares. Acá el trato que se le da al hombre desaparecido, es ese y es eso lo que yo quiero cambiar. Porque a la mujer, gracias al trabajo de Susana Trimarco, de las organizaciones, del Colectivo Ni una Menos, se sale enseguida a su búsqueda. Pero con los hombres y en el caso de mi hermano no sé salió a buscarlo enseguida.

-¿Por qué crees que no se avanzó en esos primeros años de investigación?

-La primera denuncia por la desaparición de mi hermano la hace quien era en ese momento su pareja y describe a mi hermano con una ropa distinta a la que llevaba puesta ese día, además no indicó algo característico de Fernando como eran sus 13 tatuajes. Entonces qué pasó con esa denuncia, durante un año tuve que ir a reconocer cuerpos a la morgue que no eran mi hermano obviamente porque no tenían ni un tatuaje, tuve que pasar por un montón de situaciones espantosas. Incluso en la primera recompensa de 100.000 pesos seguía la descripción errónea de la ropa que llevaba mi hermano, pese a que nosotros ya habíamos hecho una nueva denuncia con los datos corregidos. Un año se perdió, es mucho tiempo.

-¿Luego la causa cambia de fiscal?

-Sí, un día la Dra. Sánchez se apartó de la causa alegando que yo la había amenazado públicamente, cuando en uno de esos días tristes que uno tiene yo publique en mi Facebook: “Señora María Isabel Sánchez hasta cuando tanta inoperancia. Que tiene que hacer para que usted se mueva. ¿Le tiene que desaparecer un hijo, un familiar o qué?” – Bueno ella lo tomó como una amenaza y me hizo una denuncia en la Cámara. Lo que quería era salirse de la causa. Porque la Fiscal Sánchez a los 15 días de investigación me dijo ¨Bueno, no vayas a los medios, deja de hacer prensa con esto porque tu hermano se fue a la mierda¨ – Yo le pregunté por qué me decía eso y me contestó que ella había vivido diez años con un mitómano mujeriego y que mi hermano tenía esas características y se había ido con alguna mujer. Y ya a partir de ahí es como que vos decís si una Fiscal a los 10 o 15 días toma ese partido, estamos en el horno. Todo el resto no sirve.

-¿Quién investiga actualmente?

-Después de los tres años, cuando esta señora decide dejarla, se la pasa al Fiscal Fernando Castro, que lo vi solo una vez y lamentablemente no sabe nada de la causa de mi hermano, porque no la pudo leer, no tuvo tiempo. Nos reunimos cuando tomó el caso, nos dio el teléfono para que lo llamemos y nunca nos atendió. Yo sentí siempre que luchaba sola contra un Tsunami.

-¿Modificaste tu vida a partir de la desaparición de tu hermano?

-Y sí, porque yo los primeros dos años estuve yendo a la Fiscalía todos los días de mi vida. Todas las mañanas, durante dos años, me levantaba y me iba al ¨Cuerpo de Búsqueda¨, en el cual te ¨aprietan¨, como si yo lo tuviera escondido a mi hermano. Vas otro día y te dicen ¨tenemos un dato, pero no te lo podemos decir¨, y vos te vas con toda esa angustia y pensando cual será el dato. Y nada, después te dicen que era un perro que había encontrado ropa o algo así. Esos juegos judiciales que los hace el Poder. Porque tienen poder y pueden hacer esas cosas. Yo a los dos años tuve que dejar un poco de ir todos los días al Juzgado por la salud de mi mamá y porque sino me cuidaba y me resguardaba un poco iba a terminar en un psiquiátrico. Además es llevar a mi hija al psicólogo, porque ella tenía 6 años cuando su tío desapareció. A veces me ha tocado estar en una comisaría a las cuatro de la mañana. Mi madre enferma, sin poder moverse por problemas en sus piernas. Pensando siempre como podemos hacer visible nuestro reclamo de búsqueda. Yo hoy no soy la misma Laura que fui hace cinco años.

-¿La recompensa por datos sobre Fernando sigue vigente?

-Sí, actualmente está en 400.000 pesos entre Provincia y Nación para lograr que alguien pueda aportar algún dato sobre lo que ocurrió ese día. Para que alguien aunque sea mande por correo anónimo algo, si lo vieron ese día, si vieron que alguien lo siguió, lo mató. Algo necesitamos saber. También fuimos a la Cámara de Diputados de la Provincia porque hace un tiempo presentamos un Proyecto de Ley para las personas desaparecidas, para tener una Agencia de búsqueda, pero una Agencia de verdad. Porque es tremendo lo que hoy existe en cuanto al Estado. Es tremendo que te llamen del Ministerio de Justicia y te pregunten “Disculpame, tu hermano está desaparecido todavía, no?”

Laura reconoce que vive su vida con las personas que ama a la mitad, porque la otra mitad siempre la tiene su hermano. La lucha de Laura no sólo es por el esclarecimiento sobre la desaparición de Fernando, sino que asesora y ayuda a otras familias en la misma situación. Concurre a marchas de personas desaparecidas en Mar del Plata, les da consuelo a sus familiares, los acompaña. Su historia la convirtió en una referente sobre el tema en una ciudad que actualmente tiene más de diez personas desaparecidas. La familia Lario necesita cerrar un duelo que lleva cinco años en un caso donde todo parece un misterio. Mientras tanto continúa la pregunta sin respuesta – ¿Dónde está Fernando Lario?

Una biblioteca en su memoria

Fernando estuvo a cargo de la construcción de la Biblioteca de Arquitectura. Hace unos años en un cartel del complejo universitario se podía leer «Biblioteca en obra, arquitecto Fernando Lario». Fernando tenía 20 años de docencia y un legajo impecable. Se recibió un 7 de Julio la misma fecha en que desapareció. El Decano de la Facultad anunció la colocación de una placa conmemorativa que será instalada en la biblioteca, no sólo como homenaje sino como una forma de acompañar e involucrar a la comunidad en su búsqueda.

Estadísticas

La Dirección General del Registro de las Personas Desaparecidas de la Provincia de Buenos Aires recibe diariamente unas 20 denuncias sobre casos de personas extraviadas – Missing Childen cuenta actualmente con 43 casos de niños desaparecidos y 16 casos de chicos que ya son adultos pero continúan sin aparecer . En la página www.personasperdidas.org.ar pueden verse más de 500 casos y según Red Solidaria sólo en la ciudad de Mar del Plata hay 11 adultos desaparecidos y más de 200 denuncias por año. En algunos casos por falta de comunicación entre las diferentes fiscalías, la morgue y las comisarías los cuerpos terminan sepultados como NN en distintos cementerios, instaurando socialmente la imagen del desaparecido, aún cuando su familia realizó la denuncia.