En las últimas horas, trabajadores y trabajadoras de la salud de la Ciudad de Buenos Aires, dejaron en evidencia un nuevo capítulo del vaciamiento sanitario que ocurre en el distrito. Esta vez el escenario fue el Hospital Durand. Desde hace algunos meses se vienen manifestando sobre la falta de personal médico, especialistas, enfermeros y enfermeras para que la terapia Pediátrica de dicho hospital funcione al 100% de sus posibilidades.
El GCBA no solo se negó a contratar más personal, sino que, a cambio, decidió restringir parcialmente el uso de ese sector. Cabe señalar que en los últimos años, la Ciudad ajustó el presupuesto de la cartera sanitaria en casi $ 42.500 millones y hubo una caída de la inversión social en hospitales superior a los $ 36.000 millones.
“Desde la gestión anterior venimos arrastrando esta problemática del cierre parcial de la terapia pediátrica en el Durand, porque nos faltan neurocirujanos infantiles, traumatólogos infantiles, cirujanos generales infantiles. La verdad que se hace muy difícil. Si nosotros no tenemos profesionales no podemos brindar una terapia como corresponde”, señala a Tiempo Luis Ortiz, Licenciado en enfermería y delegado de ese Hospital.
El gobierno porteño ignora este reclamo que incluye, no sólo la incorporación de profesionales médicos y de enfermeros capacitados en esa área, sino también la falta de insumos en el sector.
“Nuestro sector de Terapia pediátrica fue destinado para descomprimir las terapias del Hospital Gutiérrez, la del Elizalde, y el Garrahan, pero esto no está pasando. La verdad que es preocupante que no garanticen el acceso a la salud a la población y sobre todo a los niños, dado que es muy necesaria una terapia pediátrica en un hospital público de la Ciudad de Buenos Aires”, agrega el profesional
La situación del Hospital Durand
De acuerdo a datos relevados por las y los trabajadores de la institución, para poner en funcionamiento la Terapia Pediátrica se necesitan 14 traumatólogos, catorce neurocirujanos infantiles y catorce cirujanos generales especializados en el área infantil. Además requieren siete anestesistas infantiles y 36 enfermeras y enfermeros especializados en el sector.
“Son 85 profesionales que necesitamos en total, porque la terapia intensiva es uno de los sectores que necesita mayor cantidad de personal. Cuando pedimos anestesista infantil, cirujano general infantil y neurocirujano, no es lo mismo que un cirujano general de adultos en este caso. Para el GCBA es lo mismo y al no contratar estos profesionales especializados deciden cerrar parcialmente el lugar y restringir la atención. Solo viene funcionando para infecciones respiratorias, pero no para otras cuestiones más graves”, explica Ortiz.
Y termina: “si viene un niño con politraumatismo grave a nuestra guardia, se lo atiende de urgencia y se lo deriva por no tener los profesionales que necesitamos, es grave, pero aún peor es que ocurrir que ese niño fallece en la propia guardia. Lamentablemente el GCBA no puso los profesionales que necesitábamos en la gestión anterior y ahora con Jorge Macri se está profundizando”.
El vaciamiento en la salud porteña
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) detectó un fuerte ajuste entre 2016 y 2019, cercano a los 42.500 millones de pesos constantes, lo que implica un recorte del 10% del gasto en salud en tan solo 4 años. A partir de 2020 se revierte parcialmente esa baja del gasto, posiblemente vinculado a la pandemia pero, sin embargo, al analizar el gasto del ministerio entre 2016 y 2022, se observa una fuerte caída cercana a los 6 mil millones de pesos a precios de 2023.
De los 33 nosocomios analizados, en 31 se redujo el nivel de gasto y sólo en 2 se observó un incremento. En algunos casos el ajuste fue superior al 30%. El resultado es una caída de la inversión social en hospitales superior a los 36.000 millones de pesos a precios de hoy.