El tipo de cambio real multilateral está en uno de los niveles más bajos de los tiempos recientes y se apreció 18% con relación al promedio de los últimos nueve años. Además, la inflación erosionó el 85% de la competitividad ganada con la devaluación dispuesta en diciembre de 2023, en el inicio de la presidencia de Javier Milei.

La cifra se desprende de los datos elaborados por el Banco Central. Según la serie histórica, el índice de tipo de cambio real multilateral (ITCRM) que arrancó con 100 puntos en diciembre de 2015 (tras la liberación del tipo de cambio al asumir Mauricio Macri) se encontraba a fines de julio en 85,6 puntos. En su despedida como ministro de Economía, Sergio Massa lo había dejado en 80,4 puntos y la devaluación de su sucesor Luis Caputo lo había llevado a 161,3.

El tipo de cambio real multilateral mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto al de los de los principales 12 socios comerciales del país, en función del flujo de intercambio de manufacturas. Es una manera de evaluar si la paridad cambiaria sirve a los efectos de potenciar el comercio. Un tipo de cambio bajo (o apreciado) hará que los bienes de un país sean caros en dólares y difíciles de exportar, mientras que si está alto (o depreciado) se torna más atractivo para compradores del exterior.

“El tipo de cambio real multilateral muestra una apreciación de casi el 20% con respecto al promedio desde diciembre de 2015”, señala un informe publicado por el Observatorio de Políticas Públicas de la UNdAv (Universidad Nacional de Avellaneda). El trabajo también muestra cómo el mantenimiento de una pauta de actualización muy distante de la inflación (apenas 2% mensual de crawling peg frente a un índice de precios que subió casi 80% en el primer semestre) volvió a dejar al tipo de cambio manifiestamente retrasado.

Para la UNdAv, ese factor deterioró la capacidad del Banco Central para acumular reservas. De hecho, en julio perdió U$S 2.620 millones. “Abril fue el punto de inflexión del esquema macro: el tipo de cambio real perforó el nivel promedio y a partir de entonces el BCRA no pudo acumular reservas. Esto genera dudas sobre la consistencia del esquema macroeconómico y preocupa al mercado”, señala el trabajo.

Por ahora, el ya evidente retraso cambiario no se siente en la balanza comercial por una razón: la profunda recesión del mercado interno. La caída en la producción debilita la demanda de insumos esenciales para la industria y por eso la importación declinó un 27,4%, posibilitando un saldo favorable en el comercio exterior de U$S 10.708 millones en el primer semestre.

Sin embargo, el mercado no descarta la necesidad de una devaluación en el corto plazo, ante la carencia de reservas netas en el Banco Central y la agenda de compromisos en dólares para los próximos meses. En el Relevamiento de Expectativas de Mercado publicado este martes, el conjunto de consultoras, bancos y centros de estudio participantes pronosticaron en promedio un tipo de cambio de $ 1.088 para fin de diciembre. Ese número implica que, para el mercado, en algún momento de los próximos cuatro meses Caputo romperá su promesa y devaluará.