Dos mujeres se intoxicaron y tienen diagnóstico de botulismo, aparentemente luego de haber comido una ensalada rusa y un matambre pedido por delivery a un restaurante del barrio porteño de Boedo y una de ellas está internada en terapia intensiva, pero el dueño del lugar que estuvo clausurado preventivamente durante casi tres semanas dijo desconocer la causa de la enfermedad de sus clientas.
«No sabemos si fue la ensalada que comimos las dos, que quizás era de una lata, y hacía mucho calor ese día, porque las dos presentamos los mismos síntomas y los médicos lo asociaron con lo que comimos, hablaron de botulismo», contó esta mañana al canal C5N Susana Ponce, una de las mujeres que presentó malestar tras ingerir hace un mes la comida solicitada al restaurante La Tacita, ubicado en avenida Boedo e Inclán.
Su hermana Alicia aún se encuentra en estado crítico, internada en la Unidad de Cuidados Intensivos en el sanatorio municipal Julio Méndez, en el barrio porteño de Caballito, tras presentar síntomas 36 horas luego de la cena, ocurrida el 17 de febrero pasado, según detalló un informe de la Agencia Gubernamental de Control (Agcba) porteña.
Según el documento de la Agcba, las tres muestras del alimento recolectadas por los inspectores, que concurrieron al lugar una vez que se denunció el hecho, fueron enviadas al Instituto Alnis Malbrán y en su resultado no se detectó la presencia de toxina botulínica ni esporas de la clostriduim botulinum, agente causal de la botulina.
Sin embargo, en el informe se confirma que el diagnóstico de las afectadas, otorgado por los médicos, fue botulismo y se procedió a la clausura preventiva levantada el 14 de marzo, con la intimación a los responsables del lugar de realizar cursos de «manipulación de alimentos y mejoras».
«Empecé a ver doble, los párpados caídos, problemas para la deglución», relató Susana sobre los síntomas que sufrió después de la comida.
Tras este episodio, personal de la Agcba procedió a la clausura del restaurante por falta de limpieza del lugar y tomó muestras de la comida, pero el Ministerio Público Fiscal (MPF) recibió una denuncia acerca de que se había infringido la medida, según confirmaron a Télam voceros de esa institución.
«Mi marido pasó después por el lugar y vio que habían pasado la faja de clausura y estaban haciendo delivery», apuntó la mujer sobre el restaurante implicado.
Por su parte, el dueño del lugar, Ramón, indicó a C5N que desconoce «la causa de este episodio», en referencia a la intoxicación de las dos mujeres.
«Acá vinieron del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y me dijeron que clausuraban preventivamente y tienen que esperar el resultado del análisis de la comida», apuntó el hombre.
A su vez, desmintió haber violado la faja de clausura.
«En ningún momento se violó la faja, estábamos trabajando en la limpieza, pero no hicimos delivery, de ninguna manera», dijo y agregó que desde el 24 de febrero se clausuró el restaurante y que autorizaron su apertura el 14 de marzo.