Dos jóvenes fueron detenidos el sábado a las 3 de la mañana por enviar desde la cuenta de Twitter @HassanAbuJaaf amenazas contra lugares públicos de la ciudad –como Plaza de Mayo, Shopping Abasto y el subte– y amenazar con la facilidad con que se podría atentar contra ellos y contra el propio presidente Macri.

Los falsos terroristas fueron detenidos en el barrio de Chacarita, encarcelados y acusados por intimidación pública por la jueza Romilda Servini de Cubría. El jefe de la División Cibercrimen de la Policía Metropolitana, Carlos Rojas, señaló: «En principio diría que son dos muchachos aburridos y que no sabían qué hacer y querían generar algún tipo de caos».

Los jóvenes (de 21 y 23 años) que son primos y ahora están incomunicados, difundieron durante todo el viernes sus mensajes bajo el hashtag «Pray for Argentina» (Recen por Argentina, en inglés). Evidentemente, tanto si intentaban hacer bromas de mal gusto como si trataban de generar caos se escudaron en un contexto en que Europa es sacudida por ataques de grupos islamistas que produjo varias muertes.

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich con dejo adusto expresó: «Tienen que saber que estamos alertas y que no la vamos a dejar pasar». Hasta el momento se duda seriamente de la posibilidad de que existan nexos o intereses reales de estos jóvenes con grupos terroristas. Más que nada, la situación da visibilidad a una compleja problemática que se desarrolla en Medio Oriente y Europa; mientras que en el ámbito local, sólo desvía la atención sobre el avance del accionar policial sobre los espacios públicos.

Tras el arresto, los investigadores allanaron la vivienda, y secuestraron una computadora, teléfonos celulares y algunos otros elementos. Ahora queda ver cómo continúa este tema, si como una broma de mal gusto o unos mensajes que, con poco tino, querían generar caos en las redes.