La Policía Federal detuvo a dos acusados de hackear la cuenta de Twitter de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en una causa que involucra también la violación de decenas de correos electrónicos de ese ministerio, informaron hoy fuentes judiciales.
Los detenidos son Ricardo Damián Mirco Milski, quien se había adjudicado la maniobra y utilizaba el usuario «Niño Orsino», y Martín Trabucco, quien ya tenía antecedentes en la justicia por «intimidaciones» a un funcionario. Los detenidos tienen 27 y 45 años respectivamente.
Trabucco, presidente de la empresa de seguridad informática Digital Trusted, ya tiene otra causa por «intimidaciones» tras haber amenazado telefónicamente a un funcionario del Ministerio de Seguridad, e incluso, dijeron las fuentes, aspiraba a tener un contrato en la cartera.
Milski, en tanto, se había atribuido días atrás el hackeo de las cuentas del Ministerio de Seguridad «para exponer la debilidad» de esa cartera.
«Nosotros, desde el principio, siempre dejamos en claro que aquel que infringe la ley paga las consecuencias por eso; no hay delitos sin sanción», dijo la ministra Bullrich sobre las detenciones, indicó un comunicado del Ministerio de Seguridad.
«Desde el Ministerio trabajamos para esclarecer los hechos y que los responsables den cuenta ante la justicia por sus actos», agregó Bullrich, según la nota.
La División Delitos Tecnológicos de la Policía Federal, fuerza que dirige Néstor Roncaglia, llevó a cabo un exhaustivo análisis de la cuenta personal de la ministra Bullrich para saber con exactitud el modo en que se consumó el hackeo y, de esta manera, se tomaron todos los recaudos necesarios para impedir una futura violación de seguridad.
Los dos detenidos fueron indagados por el juez federal Sebastián Ramos en la causa en la que interviene la fiscal Paloma Ochoa, agregaron las fuentes, que indicaron que hay varias medidas de prueba en curso.
El hackeo a la ministra se produjo a través de un correo electrónico enviado desde una cuenta falsa -a nombre de la Embajada de Bolivia en Argentina- y a través de un documento ejecutable que permite acceder a las contraseñas del titular de la cuenta que recibe el correo.
La cuenta de la ministra fue hackeada a mediados de enero y se introdujeron con su firma mensajes contrarios al gobierno nacional, insultos y un teléfono de la funcionaria.