Un disco/video que sale este 5 de octubre en todas las plataformas y una última peña el domingo 6. Don Olimpio, el ensamble folklórico dirigido por Andrés Pilar que le dio un enfoque completamente nuevo a la música de raíz, se despide así por un tiempo de su público.
El disco nuevo La Olimpeña en vivo fue grabado el 1 de diciembre pasado en el Teatro Margarita Xirgu durante la última edición de la particular peña que desde el 2022 viene realizando el grupo.
Abarca 19 temas del repertorio que el octeto tocó esa noche, en la que hizo un recorrido por algunas de las canciones de sus dos primeros discos, Dueño no tengo y Mi fortuna, intercaladas con versiones más espontáneas de diferentes clásicos del folklore argentino y un bloque con las canciones de Vengo, su tercer trabajo.
Aquella celebración contó con la presencia de invitados como Juan Quintero y Santiago Segret, quienes junto a Andrés Pilar integran el Trío Patio, Luciana Jury, Miguel Vilca y Flor Vijnovich. El sábado a las 20 podrá seguirse en vivo en YouTube el estreno de este material:
Para La Olimpeña del domingo (en Dumont 4040) ya se agotaron las entradas. La fiesta comenzará como siempre con una clase de danzas folklóricas a cargo de Vijnovich y contará con la participación especial del Trío Patio pero también de Maggie Cullen y Miguel Vilca.
Don Olimpio tocará con sus miembros de siempre: Nadia Larcher en voz; Juan Pablo Di Leone en flautas y voz; Federico Randazzo en clarinetes y voz; Juan Manuel Colombo en guitarras; Diego Amerise en contrabajo; Agustín Lumerman en percusión; Milagros Caliva en bandoneón y voz y Andrés Pilar en piano y dirección musical.
Larcher ya había anunciado el año pasado que dejaba la agrupación y Caliva se fue a vivir a Brasil ¿Será entonces este el último disco de Don Olimpio?
“¿Quién lo puede saber?”, dice Pilar. “Evidentemente esta formación va a mutar, si es que sigue. Y si no, bueno, será un fin. Puede que haya reuniones cada tanto. La verdad es que no hay una certeza, sino varias posibilidades que se van a ir decantando”.
El pianista y docente, discípulo de Hilda Herrera, esperó mucho en su momento para iniciar el proyecto. “Cuando entendí que había cierta madurez en la música que había escrito y que se podía hacer sonar, recién ahí se armó. Y me parece que después el proyecto funcionó varios años bien, porque había una idea bastante clara que nos hizo ir atrás de esa música y no atrás de que teníamos ganas de hacer un grupo nada más”.
Pilar es el responsable principal de los arreglos del grupo. “Es una tarea solitaria que lleva bastantes horas de pensar, armar, borrar, corregir. Es una parte linda y a la vez también agotadora. Por ahí cuando se escucha el resultado uno dice: ah, qué lindo, tocan re bien. Pero antes hubo una planificación que suele ser bastante trabajosa”.
Cuando todos los músicos convocados dijeron que sí, pusieron un día a la semana para ensayar. “El grupo arrancó con un plan de trabajo. Eso también es importante. Y cuando sonó, que fue bastante rápido, armamos la primera fecha. Y en los meses siguientes agregué repertorio y ya hubo un disco. Les propuse grabarlo muy pronto y todos me dijeron: ¿pero ya? Y yo dije: ya suena, es ahora. Y nos mandamos y la verdad que estuvo muy bien. Fue todo muy fluido”.
También fue Pilar el que eligió el primer repertorio. “Ya tenía arreglos armados de temas que me gustaban, sin un criterio más que el gusto personal. Y también venía explorando el repertorio anónimo de vidalas con dos de Leda (Valladares), ‘Dueño no tengo’ y ‘Tan alta que está la luna’. Y por otro lado temas como ‘Por seguir’, de (Raúl) Carnota, en el que orquesté el arreglo original, temas en los que salí del canto con caja y armé un universo armónico, rítmico y tímbrico que me pareció que no lo había escuchado en otros lados”. De hecho, la sonoridad de un ensamble es algo poco común en el folklore.
Para el repertorio más vidalero era perfecta Nadia Larcher, que fue, de hecho, la primera convocada. “Para mí fue un encuentro de dos mundos que funcionó muy bien: el canto vidalero y más ancestral de Nadia con un arreglo por momentos más académico, de mundos sonoros más de otros palos”.
En el segundo y el tercero disco ya la elección del repertorio fue más consensuada con Larcher. Y en este cuarto, que sale el sábado, tuvo mucho que ver Caliva, que trajo músicas folklóricas clásicas que les gustó tocar a todos.
En la etapa de La Olimpeña, además, los arreglos fueron más compartidos. La idea de estas reuniones se les presentó después de la pandemia, durante la cual no habían podido ensayar ni tocar. “Cuando se abrió de nuevo todo, sentíamos que teníamos ganas de hacer una movida grupal en donde la gente se encontrara y bailara. No fue muy pensado. Fue simplemente el deseo. Ahí surgió el nombre de La Olimpeña. Hicimos la primera y fue un éxito”.
¿La del domingo será la última? Imposible saberlo. Lo que está claro es que músicos y público se entregarán a la celebración del encuentro sabiendo que será especial.
Don Olimpio presenta La Olimpeña
Invitado: Trío Patio. Domingo 6 de octubre a las 21.30, en Dumont 4040, Santos Dumont 4040.