La negociación que convocó el gobierno nacional el jueves último para la tarde del lunes no llegó a buen puerto. La decisión oficial se tomó una vez que todos los sindicatos docentes del país habían acordado un paro general para el lunes 24 de febrero que implicó el no inicio de clases en 12 provincias de todo el país.

La medida, además, incluyó un paro general pautado para el 5 de marzo cuando debería completarse el comienzo del ciclo lectivo en el conjunto de las provincias.

El paro obtuvo un alto acatamiento y, sin embargo, no alcanzó para que el gobierno ofreciera un incremento del salario mínimo docente capaz de satisfacer los reclamos docentes y desactivar las medidas.

Así las cosas, la propuesta de llevar el salario mínimo de referencia para el cargo de maestro de grado con jornada simple a los $500 mil fue calificada de “paupérrima” por los representantes gremiales que ratificaron la medida del 5 de marzo. Además, rechazaron la posibilidad de que el gobierno defina el incremento a través de una resolución ministerial tal como lo hiciera en agosto de 2024 cuando llevó ese salario de referencia hasta los $420 mil.

El incremento implica una suba del 20% con relación a abril de 2024 fecha desde la cual su valor está fijado en ese monto.

El gobierno rechazó también la restitución del FONID que no ejecuta desde su asunción e impacta en los haberes docentes en el orden de un 10%.

El monto negociado opera de referencia para las negociaciones provinciales y tiene impacto en la denominada “garantía salarial” que perciben como piso alrededor del 70% de los docentes universitarios.