El primer episodio ocurrió el miércoles por la mañana. En un clima tenso, previo a la marcha de jubilados y a una semana de la brutal represión del Gobierno. En ese marco, un grupo de militantes con remeras de “Somos libres” repartía volantes en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Celular en mano, una docente cuestionó su presencia ahí, les habló del desfinanciamiento universitario, de la precarización salarial. El video se viralizó. La maquinaria troll comenzó a difundir datos personales de la bióloga, incluyendo el domicilio familiar. En la medianoche del jueves, alguien ingresó y atacó esa vivienda.

“Empezaron a hostigar, a publicar datos personales, direcciones. A la medianoche entraron en la casa de mi familia y rompieron un caño de agua, cortándolo. Nos dejaron sin agua. Algo muy raro. Entraron, estuvieron en la terraza. Escaló a niveles que uno no puede entender”, dijo Belen Almejún en declaraciones a AM 530.

El ataque sucedió en “el único domicilio que habían filtrado en redes, que ya fue dado de baja. La solidaridad fue enorme”, destacó Almejún. Y remarcó que lo que desató todo “no fue más que una discusión política” en la facultad en la que trabaja hace más de dos décadas.

Tras el doxeo y sus violentas consecuencias comenzaron a llover expresiones de apoyo y solidaridad con la docente de parte de autoridades y agrupaciones universitarias, mientras está en curso la denuncia penal por el ataque a su vivienda.

Una discusión política

“¿Cómo bancás a este Gobierno viniendo a volantear a la universidad pública cuando nuestros salarios están por el piso?», se escucha entre las preguntas de Almejún a los militantes de Somos Libres.

“La idea era discutir la situación política actual de los docentes universitarios en el contexto de un gobierno que viene con recortes, que no da plata para investigar. Vemos cómo docentes se van de la universidad pública y ellos vienen a militar con una discusión que no llegó a nada. Repetían cosas que no tenían sentido”, describió la científica e investigadora del Conicet sobre el episodio con el que comenzó todo.

“Soy docente, pero no estaba en el aula ni ellos eran estudiantes de la facultad. Era una discusión política que cualquier ciudadano puede tener”, insistió, para dar cuenta del delirio que implica que una discusión dé lugar a una agresión en su casa a medianoche.

“De ninguna manera hubo una agresión (a los militantes libertarios). Fue una discusión política. Ellos trascienden como que hay una agresión, para victimizarse en redes y hostigar. Es el mecanismo que vienen usando: hostigar a quien piensa distinto a niveles ridículos”, planteó la docente, miembro de los colectivos Ciencia Anti Fake News y Ciencia Nuestra.

Los jóvenes con los que discutió pertenecen a Somos Libres, que se define como “agrupación universitaria estudiantil de Derecha Liberal” en la UBA.

Retuit presidencial

El primer video que se viralizó fue el que filmó la propia docente, de frente a los libertarios de remera amarilla. Allí se ve que no responden ninguno de los planteos que formula Almejún sobre la situación de las universidades y la ciencia en el país. Pero hubo otro video, filmado por los libertarios, donde ella aparece en primer plano y los mileístas le avisan “esto va a Twitter”.

Ese video fue publicado por el productor cinematográfico y asesor presidencial Santiago Oría, y retuiteado por Javier Milei. “Vamos la juventud liberal peleando en la universidad pública”, decía el mensaje que eligió difundir el Presidente.

Repudio y solidaridad

“Queremos por este medio expresar nuestro repudio absoluto a cualquier atentado, agresión, amenaza o intento de amedrentamiento tanto a miembros de nuestra comunidad como a cualquier otro ciudadano que decida manifestar sus ideas y posicionamientos de manera pública”, expresó en su cuenta de X el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Guillermo Durán.

“No vamos a permitir que estos grupos fascistas, al servicio del gobierno fascista de Milei hostiguen y persigan a nuestros compañeros trabajadores”, planteó la Asociación Gremial Docente AGD/UBA, en medio de otras expresiones de repudio como la del sindicado de docentes Feduba.

“Agradezco los mensajes de apoyo, las denuncias de la comunidad académica y científica a publicaciones que expusieron mis datos personales y el respaldo institucional y gremial recibido con celeridad. En tiempos de violencia y persecución, la solidaridad es un acto de resistencia”, escribió la docente atacada. Y remarcó: “Como docente e investigadora, pero sobre todo como ciudadana, tengo derecho a expresar mis opiniones y debatir sobre la coyuntura política sin que eso implique poner en riesgo mi seguridad”.