Jony de la Silla tiene 42 años y desde los 18 no puede caminar. Eso no le impidió avanzar. Fue volantero, parrillero y trapito, entre otras labores cotidianas. Sin embargo, desde hace casi dos años se reconoce como activista por los derechos de las personas con discapacidad, aunque su militancia había empezado mucho antes como “conventillero y artista popular de La Boca”. Ahora, una vez por mes encabeza junto a un gran equipo el streaming Discasta, una coproducción con Tiempo donde busca concientizar sobre la situación del sector, informar respecto a las diferentes discapacidades, y sobre todo militar la causa, más aún en un contexto adverso frente al gobierno neoliberal de Javier Milei.

“Muchas veces tuve que esconder mi discapacidad para sentirme incluido en esta sociedad. Más allá de todo mi esfuerzo, siempre fui un excluido, un trabajador de la economía popular”, expresa Jony, quien resume que la idea del programa surge tras charlas con el dirigente Juan Grabois para que “tengamos voz la gente de los barrios, la gente humilde y poder empezar a pelear por las personas con discapacidad desde un nuevo lugar”.

El nombre Discasta remite a la frase del entonces candidato de La Libertad Avanza, cuando aseguró que el ajuste y la motosierra lo iba a padecer “la casta”, pero a seis meses de gestión ya no quedan dudas de que la clase media y los más vulnerables son los perjudicados del modelo actual, en quienes recae el «costo».

“Una vez que ganó Milei nosotros terminamos siendo la casta”, analiza Jony. Padece de osteocondromatosis múltiple, por la cual debió ser operado cuatro veces: dos en las piernas, otra en una de sus manos y la última en la columna, que le afectó la médula y lo postró a una silla de ruedas.

“La intención de este programa es hablar de discapacidad, que en los medios se habla muy poco, o se nos infantiliza. Empecé a conocer y a aprender un montón. Yo también decía ‘el rengo’, ‘el discapacitado’, ‘el enano’. Son cosas que están mal. A partir de 2008, el gobierno de Argentina se suma a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, y eso nos pone como sujetos de derechos”, precisa Jony.

Su vida hizo un clic a principios de 2000: tras estar deprimido un par de años asumió que tenía una discapacidad y era desocupado. La asamblea y los movimientos sociales fueron la clave para seguir adelante, aunque sostiene que él fue resiliente desde siempre: de pequeño “cayó” en San Telmo junto a su mamá que había venido de Uruguay, tras sufrir violencia de género. Allí estuvo «de toma en toma». Una de las viviendas llegó a incendiarse, hasta que finalmente desembarcó en La Boca.

“Nada de nosotros sin nosotros”

La comunicadora social Ayelén Césare es la productora y además dirige el proyecto. “El programa surgió de la necesidad de poner en escena la discapacidad, al mismo tiempo que haya personas con discapacidad en los medios de comunicación y que pueda servir para concientizar”, indica Césare, quien también trabaja en el área de medios digitales de la TV Pública.

Por ahora ya hubo tres programas en los que se abordó “la problemática de la discapacidad en los medios de comunicación; la situación actual del sector y sus distintas dificultades; y en el último programa se trató el autismo con Ian Moche”, señala Ayelén. Y aclara: “En todos los streamings hasta ahora pudimos mantener que los protagonistas, los entrevistados, fueran personas con discapacidad. Esto es una decisión editorial, porque muchas veces se habla por las personas con discapacidad y ellos no tienen voz en primera persona. Reflotamos ese lema que suele tener el movimiento, que es ‘nada de nosotros sin nosotros’”.

Recortes y retroceso

El ajuste atraviesa a toda la sociedad argentina, pero la crisis pega de lleno en los más vulnerables. En cada programa, Discasta trata al detalle esta problemática que no suele visibilizarse. “A nuestro sector la motosierra nos impacta de manera escandalosa: los despidos y el achicamiento del Estado implica que muchas personas con discapacidad todavía no tengan su pensión. Además, la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó de hacer un montón de actividades; y se le suma la desregulación de las prestaciones que afecta a familiares, docentes, asistentes y transportistas, entre otros”, advierte Jony. Y denuncia un número estremecedor: hay unas 60 mil pensiones frenadas.

“El desfinanciamiento y el vaciamiento de la ANDIS se siente», enfatiza Césare. Y menciona que esta semana salió un decreto donde envía este organismo a la órbita del Ministerio de Salud: «Eso es un retroceso porque históricamente se intenta que la discapacidad no se considere solo un problema de la salud”.

Miércoles

Discasta sale un miércoles por mes. Ya tiene tres emisiones que se pueden visitar en el canal de youtube de Tiempo. El último programa contó con la participación de Ian Moche, quien abordó el autismo desde todas sus aristas. “Ese niño es un amor, es increíble, cómo cuenta el autismo, sobre todo con el desconocimiento que hay. Él venía de un pequeño maltrato en el programa de la nieta de Mirtha, donde no fue escuchado y con esto le levantamos el ánimo un montón”, destaca Jony de la Silla.