“Todos queríamos ser Maradona, agarrábamos la pelota y ‘ahí la lleva Maradona’. Así que imaginate lo grande que fue. La persona con más poder en la Argentina, sin ninguna duda. Porque eso es tener poder, que la gente te ame. Y los argentinos, a él, lo amamos”. Juan Román Riquelme, presidente de Boca. En 1997 jugaron su único partido oficial juntos, en la primera fecha del Apertura, en la Bombonera, domingo 24 de agosto, Boca 4-Argentinos 2.

“Cada abrazo tiene una historia. Diego fue el mejor abrazador del mundo, es como abrazar a tu viejo, a tu hijo”. Roberto “El Pampa” Sosa, ex delantero de Gimnasia La Plata y Napoli, último jugador en usar la 10 en el San Paolo -hoy Maradona-, en el anteúltimo partido en la Serie C1 2005/06, cuando Napoli naufragaba tras la quiebra. Ese día metió un gol maradoniano.

“Él es el fútbol, él es la pelota. Esa esfera que gira es él, es como si tuviera su cara. Hizo con la pelota lo que nadie hizo jamás ni nunca se hará. Entretuvo no sólo a napolitanos y argentinos, si no a todo el que lo veía. Lo conocí y me emociona realmente, porque abrazar al jugador más grande de la historia del fútbol es hermoso”. Francesco Totti, dios eterno de la Roma (y de Roma), campeón del mundo con Italia en Alemania 2006.

“A la gente le encanta crear ídolos, pero mucho más le gusta derribarlos. Hay un placer enfermizo, feo, jodido. Fue el único jugador famosísimo que fue rebelde, que se animó a desafiar la estructura burocrática, tecnocrática y empresarial del fútbol; el único que se animó a llamar las cosas por su nombre, un hombre de un coraje ejemplar. Es un Dios sucio, en el sentido de que está sucio de barro humano. Se nos parece mucho, es como nosotros: pecadores, mentirosos, fanfarrón, mujeriego, le gusta el trago, todos los defectos humanos que quieran imaginar. Es el más humano de los dioses. Entonces, muchísima gente del mundo se reconoce en él. Y los Dioses no se jubilan”. Eduardo Galeano, escritor uruguayo, autor de Fútbol a sol y sombra, la biblia del fútbol.

“Siempre pendiente, siempre cercano. ‘¿Qué te pasa, qué necesitás, cómo estás?’. Ese era Diego. El de la cancha era genial, sí, pero el que conocí afuera de la cancha era espectacular. Por suerte, establecí una amistad con él, me sentí su amigo. Yo soy hincha de Maradona y seguiré siéndolo hasta el final de mi historia. Las leyendas nunca mueren”. Carlos “El Pibe” Valderrama, futbolista- leyenda de Colombia.

“Hay un Maradona que juega el fútbol, hay un Maradona que alcanzó la celebridad, hay un Maradona hijo que murió cuando murieron sus padres, hay un Maradona padre que se reinventa cada día, hay un Maradona amigo que va recambiando amistad, hay un Maradona efectivo y un Maradona sublime, hay un Maradona abyecto y un Maradona fenomenal, hay un Maradona de frases inolvidables y hay un Maradona que cuyas frases es mejor no recordar. Es la suma de todo eso, en un solo hombre: un genio, una maravilla. Fiorito y Dubái, barro y siete estrellas, canilla de oro y letrina. Maradona es el producto de todo eso y, además, por las dudas que me haya olvidado de decirlo, el mejor jugador de fútbol argentino y el mejor de todas las épocas”. Ernesto Cherquis Bialo, periodista, uno de los biógrafos -junto a Daniel Arcucci- en el libro Yo soy el Diego de la gente.

“Para los argentinos, el 10 es un número especial porque inmediatamente se te viene Maradona a la cabeza. Los que crecimos con el fútbol queríamos ser como él, y si bien ninguno llegó a serlo, esa era la ilusión y el deseo. Diego es nuestro referente y nuestro ídolo. Seguirá estando presente de generación en generación. Mis hijos saben de él sin haberlo visto”. Lionel Messi, el 10 de la Argentina campeona del mundo en Qatar 2022.

“Maradona era nuestro mayor estímulo para aquellos que nacimos en los 70 y 80. Por entonces ya existían los superhéroes: estaban el Hombre Araña, Batman y otros, pero nosotros queríamos ser Maradona. Jugábamos a ser Maradona. Eso fue para todos nosotros”. Pablo Aimar, ex futbolista, ayudante de Lionel Scaloni en la selección. De chico, Aimar usaba los botines Puma Maradona.

“Diego es Dios, es todo. Me bancó en los momentos más difíciles y puso el pecho por mí cuando todo el mundo me mataba y no quería que esté en la selección. Siempre me bancó y le dio lo mismo lo que digan. Una persona así es imposible que no sea un ídolo para uno. Va a estar en mi corazón para toda la vida”. Ángel Di María, leyenda de la selección. Con Maradona como DT, Di María jugó Sudáfrica 2010, su primer Mundial. Y se lo resistían.

“Diego, por un momento, nos hizo olvidar a los pobres que éramos pobres. Mi vieja, y sé que muchas madres, le deben mucho a Diego. Por más que algunas personas puedan mezclar la vida personal con la del deportista, como deportista, Maradona les dio mucho a muchas mamás. En casa no había comida, pero lo teníamos a Diego, y eso no se olvida, yo no me olvido”. Sergio “Maravilla” Martínez, boxeador nacido y criado en Quilmes, luego campeón mundial peso superwelter y mediano.

“Fue extremadamente generoso, hasta más de lo que debía haber sido. Todo eso se suma a la historia que tenemos todos los argentinos que lo vimos jugar y vivimos el Mundial 86. Diego es parte nuestra; haber tenido una pequeña relación y haberlo escuchado hablar de uno fue un enorme regalo. Tengo una deuda de gratitud con Diego. Nosotros, los argentinos, estamos a muerte con Maradona por todo lo que nos dio durante su carrera”. Emanuel Ginóbili, cuatro anillos de la NBA con los Spurs, en palabras de Diego, “el principio de todo en el básquetbol argentino”.

“Fue un líder por consentimiento y no por fuerza. Jugar con Maradona era como levantarte a la mañana y que Lennon te cantara Imagine”. Osvaldo Rinaldi, compañero en el título del Mundial juvenil de Japón 1979.

“Cuando Diego patea, la pelota no hace ruido. Nunca vi eso”. Daniel “El Indio” Bazán Vera, ídolo y DT de Almirante Brown.

“Fue un gran amigo, una de las personas más importantes para mi carrera futbolística. Maradona siempre fue un ídolo en mi casa. Primero era el ídolo de mi hermano. Entonces, Maradona era el ídolo de mi ídolo. Es más grande que Pelé”. Ronaldinho, crack de Brasil, campeón mundial en Corea-Japón 2002.

“Al más grande exponente de la raza argentina lo atacan como si fuera un delincuente. Si alguien llega a condenar a Maradona, yo -y lo juro por mi vieja- me ofrezco a cumplir su condena, me como diez años o veinte, me hago cargo de todo lo que le pase a ese tipo. Diego tendría que salir en cadena cinco minutos por día diciendo lo que se le cante el culo para que la gente se dé cuenta de lo que es la vida. Maradona solamente es comparable a San Martín cruzando los Andes con 40 grados de fiebre. La vida por Maradona”. Juanse, líder de Ratones Paranoicos, cantautor de la canción “Para siempre” para su partido homenaje en la Bombonera en 2001.

“Él representa a la Argentina en todos sus aspectos, es la ilusión, el fracaso, el triunfo. Cuando estaba mal todos se abrieron y sin embargo él sigue ahí, en la lucha”. Andrés Ciro Martínez, líder de Los Piojos, cantautor de la canción “Maradó”: “Dicen que escapó de un sueño / En casi su mejor gambeta / Que ni los sueños respeta / Tan lleno va de coraje / Sin demasiado ropaje / Y sin ninguna careta”.

“Uno siempre está al tanto de lo que hace Maradona porque es un referente, casi que está en la bandera argentina”. Gustavo Cerati, líder de Soda Stereo.

“Cuando estaba en el aire, esperaba verlo a Dios: no te vi”. Charly García, cuando le preguntó al músico en La noche del 10 qué había sentido al tirarse del noveno piso a la pileta de un hotel.

“Con Diego nos conocimos y nos enfrentamos muchas veces. Yo le tenía una gran admiración, pero estaba la rivalidad que teníamos. Fue el mayor amante del fútbol que existió, el hijo de un país donde el fútbol es rey, así que era un niño rey. Fue un poco excesivo en todo, pero lo más importante es que fue excesivo en la cancha y eso fue hermoso”. Michel Platini, 10 de Francia y de la Juventus, rival de Napoli en el calcio de los 80.

“Lo que hizo en el mundo del fútbol es increíble. Es difícil encontrar una persona, un jugador, que haya amado más al fútbol que él. Vi una pancarta en Argentina hace un tiempo que decía: ‘No importa lo que hayas hecho con tu vida, Diego. Importa lo que has hecho por nuestras vidas’. Creo que expresó perfectamente lo que este hombre nos dio”. Pep Guardiola, DT de Manchester City.

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“Mi primer héroe del fútbol. Pocas personas tienen un impacto durante generaciones como lo hizo este hombre. El más grande, el mejor, el artista”. Rio Ferdinand, ex defensor capitán de Inglaterra.

“Yo he estudiado mucho a Diego Maradona y él me generaba un sentimiento de pasión y liderazgo del que sólo él era capaz, y miraba sus videos para copiarlo”. Luciana Aymar, ocho veces elegida como la mejor jugadora de hockey del mundo, símbolo de Las Leonas, a quien Diego le pidió sus zapatillas después del bronce olímpico en Pekín 2008.

“Maradona siempre defendió los colores argentinos con todo su ser y corazón”. Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de Argentina.

“La dimensión de Maradona para mi nación es casi sagrada”. César Menotti, su entrenador en el Mundial juvenil de Japón 79, con quien debutó en la mayor.

“Mi hija me decía que le daba más bolilla a Maradona que a ella. Diego fue el hijo varón que no tuve”. Carlos Bilardo, su DT en el título del Mundial de México 1986.

“Maradona es un luchador, un ejemplo para muchos en un país en el que todo el mundo pone la mano en la lata”. Ernesto Sábato, escritor argentino.

“Tengo 53 años y es como si él hubiera formado parte de mi vida entera. Él fue parte. Diego era un tipo sensacional. Maradona tenía algunos problemas. Dejame decirlo así: extrañaré a ambos”. Jürgen Klopp, alemán, icónico entrenador de Liverpool.

“Debimos decirle a Maradona: ‘Mirá, Diego: vos jugás al fútbol como Dios, pero sólo sos un hombre’. El hombre fue una víctima. ¿De quién? De mí o de usted, por ejemplo, que seguramente en algún momento lo elogiamos sin piedad. Diego es el ausente más presente”. Jorge Valdano, compañero en México 86.

“Maradona fue un artista. Hay un reconocimiento a lo que él les dio a los espectadores en forma de belleza. Diego nos hizo sentir la fantasía que genera el ídolo, que hace que un pueblo crea que lo que hace esa persona somos capaces de hacerlo todos”. Marcelo Bielsa, DT de Uruguay.

“Esa noche, en el hospital de Lanús, habían nacido once mujeres. Y Diego rompió la racha, fue el único varoncito. Cuando vieron que era hombre, todos gritaron como si fuera un gol”. Dalma Salvadora Franco Cariolichi, la Tota, su madre, quien había tenido un presagio camino al hospital Eva Perón de Lanús para parir a su bebé el 30 de octubre de 1960: se había encontrado un prendedor en forma de estrella tirado en la puerta. La de Diego.