Estamos en guerra, afirma el dramaturgo performático Silvio Lang. Nuestros cuerpos no dan más, aunque se insista en instalar la revolución de la alegría, el discurso macrista no hace más que provocar infelicidad. Es la voz del pastor a los rebaños que en tono poco verdadero esconde agresión y odio. Y sus frases se replican en las redes sociales de modo anónimo. Es el caso de los foristas de Clarín y La Nación de la época kirchnerista, hoy convertidos en la figura de los trolls. El discurso es perverso y desdoblado, afirma unión y consenso, dice Lang, mientras el Estado aplica «represión y muerte». Hablan por sí los actos sobre los cuerpos de los sujetos: represión a los manteros, extranjeros, mujeres, maestros, cineastas, estudiantes.
Estas violencias estatales del circulen, circulen con carácter histórico, expulsivo y racista se multiplican en las bajadas digitales provocando angustia por parte del Estado que nos está enloqueciendo. Es el caso de María Eugenia Vidal, Mauricio Macri, Silvina Bullrich. El aparato estatal reclutó voluntarios anónimos de los foros de Clarín y La Nación, durante la gestión kirchnerista, hoy devenidos trolls macristas para formular una fuerza de violencia constituyente. Roberto Jacoby y Syd Krochmalny recopilaron las frases agresivas sobre los proyectos clave de la gestión anterior, como las leyes de identidad de género o actos emblemáticos en defensa de los Derechos Humanos. Con el material digital crearon el poemario Diarios del odio, editado en libro para la colección n direcciones, que incluye poemas tales como Argentina negra, Ñoquis, Kadena nacional, El peronismo barrabrava, Bajaron los cuadros, entre otros (ver aparte)
Lang recuerda que un periodista del diario Clarín tildó de horrorosos sus gestos escénicos, cuando el integrante de Escena Política subió al Centro de Experimentación del teatro Colón las consignas de las revueltas de los últimos quince años en la ópera El fiord, basada en el relato homónimo del escritor Osvaldo Lamborghini. Para el director, ante la agresión, la salida son los actos de creación de los paisajes vitales.
Silvio Lang es un artista contemporáneo disidente, activista del feminismo queer y un creador monstruoso, que se desplaza por fuera de las típicas escuelas teatrales y de los estereotipos categorizados en formas esperables de pensar una obra tradicional. Lang, el anticostumbrista, experimenta, desarma, investiga, teoriza y escenifica cuerpos, individuales y en masa, siempre de modo colectivo. Sus territorios son el teatro, las instituciones públicas o privadas, las performances urbanas, el aula docente, las asambleas.
Junto a ORGIE (Organización Grupal de Investigaciones Escénicas) integrado por ex alumnos con quien comparte un teatro de las fuerzas con un lenguaje en común (con la asistencia de Sofía D´Amelio), decidió indagar Diarios del odio con el fin de escenificarlo en universidades públicas con debate posterior. Para ello fue fundamental el apoyo de la directora del Centro Cultural de la Universidad Nacional de General Sarmiento, María Pía López, gestora clave en la valoración del trabajo del grupo que encarna las fuerzas y los objetos de odio y la realización de la primera puesta al aire libre con banda de sonido en vivo.
El campus universitario se dividirá en dos planos: en el primero, el grupo de las masas que, por ejemplo, conformarán las experiencias de los cuerpos en las marchas, los linchamientos, las formaciones militares en tensión con el significado brutal del segundo grupo encarnado en la banda pop evangelista llamada Los ángeles de Rawson, que canta los poemas en una especie de karaoke de la agresión. La mesa redonda será a las 18:30 y contará con la participación de Américo Cristófalo y Eduardo Muslip.
-¿Qué significa guerra civil en tu planteo?
-El macrismo explica la realidad desde dos dispositivos, policía-empresa. Al lado de eso está la guerra a los docentes, manteros, extranjeros, mujeres, estudiantes, trabajadores, sindicalistas, artistas cinematográficos. Estamos en guerra. Con compra de armamentos multimillonaria y las nuevas tecnologías de disuasión y represión en la vía pública desataron una infelicidad y humillación en la población que las masas están empezando a responder. Por eso hay que preparar los cuerpos para producir estos contrapoderes a estas violencias para producir paisajes sociales vitales.
-¿Diarios del odio responde a la agresión activa de los troll?
-Los foros de los diarios Clarín y La Nación son la prehistoria de los trolls. El couch ontológico y el marketing macrista junto a los monopolios perciben que hay una potencia y las abduce. Los equipos de trolls de Macri son voluntarios y son gente que sacaron de los foros de los diarios durante la época kirchnerista. Es un buen laboratorio porque se cuece la nueva subjetividad: un tipo sujeto consumista, no es la derecha culta argentina sino un tipo de derecha desquiciada. Esa subjetividad fascista empieza en un anonimato hoy desde el gobierno se legitima a nivel institucional, ese odio a las vidas distintas.
-¿Por ejemplo?
-Cuando la ministra Bullrich dice que reprimió a los docentes en medio de la lluvia cuando estaban en la carpa blanca porque pateaban por debajo a los policías es oficialmente una bajada que se contagia a todos los planos sociales. Los que producen el fascismo no es la población sino los políticos. Es un fascismo de Estado que pondera y modera el fascismo social. El Estado es el primer fascista y la sociedad es la primera fuerza constituyente.
-Hay canciones con frases tales como Milagro en Roma, Argentina: un país sin kétchup o Negro de KK. ¿Cómo los trabajaste en relación a los distintos géneros?
-Pensamos que en el primer desfasaje tenían que ser voces de líderes hablando a masas, pastores, cantantes en grandes conciertos, políticos, couching ontológicos, activistas en una plaza. Eso no resultó hasta que apareció la idea del pastoreo y el pastor. Y por el desfasaje de la voz y el discurso, pensé en el pop y en hacer una banda. En las iglesias evangelistas hay grupos metálicos, de cumbia, de rock. Son sus tácticas para atraer jóvenes.
-Si no se rompe con esta representación, el riesgo es caer en la locura.
-El macrismo está enloqueciendo a la población. Cuando Mirtha Legrand les dice ustedes niegan la realidad es una lectura eficaz porque significa que reniegan de lo real, que no es del tipo kirchnerista que era una relación polémica, lo asumían y hacían política.
-¿Cuál es tu función desde el teatro?
-Hay muchos planos de trabajo creativo, desde la teoría política, el activismo, el psicoanálisis, la enseñanza, en el periodismo. También en el goce de la noche porque hay que disputarla como en las amistades. Se trata de una potencia vital de agite y el plano escénico es una más. La semana pasada organicé una jornada sobre la revolución. Se trata de estar conectado con las fuerzas del mundo, no soy un teatrero estereotipado.
Ficha técnica-artística
Dramaturgia y dirección: Silvio Lang
Asistencia de dirección: Sofía D´Amelio
Actores: Marcos Arriola, Marcio Barceló, Eva Calderone, Augusto Chiappe, Tomás Deías Spreng, Julián Dubié, María Jesús González Landeta, Ramiro Guggiari, Rodrigo Hache, Hugo Martínez, Soledad Marrero, Rodolfo Opazo, Valentín Piñeyro, Flor Sánchez Elía, Nahuel Vec, Nehuen Zapata, Gianluca Zonzini.
Composición y dirección musical: Valentín Piñeyro
Entrenamiento de movimiento: Rodolfo Opazo
Diseño de maquillaje y máscaras: Emanuel Nem
Asistencia de maquillaje: Jimena Azzati
Asesoría de vestuario: Endi Ruiz
Asesoría teórica: Pedro Yagüe / Santiago Azzati
Registro y documentación audiovisual: Yasmin Reguero / Magalí Matilla / Daniela Horovitz / ORGIE
Diseño gráfico: Julián Dubié
Producción: Madriguera
Duración de la obra: 75 minutos
Esta acción cultural es una co- producción con la UNGS y el Centro de Investigaciones Artísticas (CIA), con la producción ejecutiva de Madriguera y el apoyo de Fábrica Perú y Sala de Máquinas.
El viernes 21 y sábado 22 de abril a las 17 hs se presentará la obra Diarios del Odio, indagación escénica del poemario de Roberto Jacoby & Syd Krochmalny, con la dirección y dramaturgia de Silvio Lang. Las funciones se realizarán en el Campus de la Universidad Nacional de General Sarmiento, con entrada libre y gratuita (Juan M Gutiérrez 1750, Los Polvorines).
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