Tras el anuncio de la oferta a los bonistas, el gobierno nacional cosechó apoyos entre propios y ajenos, objetivo que se había planteado el presidente Alberto Fernández al convocar a todos los gobernadores y gobernadoras junto a los representantes de ambas cámaras del Congreso. El mandatario santafesino Omar Perotti, el presidente de la cámara de Diputados Sergio Massa y el presidente del Interbloque de Juntos por el Cambio Mario Negri, fueron los primeros dirigentes en salir a apoyar la reestructuración de la deuda soberana.
El santafesino Perotti posteó en su cuenta de Twitter: “Apoyo total a la propuesta del presidente Alberto Fernández y Martín Guzmán porque entendemos que en el éxito de esa propuesta está la posibilidad real de estructurar una nueva etapa para la Argentina. Una Argentina que uno desea profundamente más federal y más equitativa”.
Por su parte, Negri sostuvo de manera pública en sus redes sociales: “Reestructuración de la deuda: Están dadas las condiciones para un arreglo favorable al país. Aun faltando conocer los detalles, creo que hay dos razones por las que hay que llegar a un acuerdo con acreedores. La primera: preservar nuestros recursos para la etapa de reconstrucción de la economía y recuperación de la producción y el empleo, superada la dura crisis que impone la pandemia. La segunda: evitar un nuevo default que comprometa esta recuperación que tanto necesitamos.
En tanto, Massa, señaló que Argentina le «mostró al mundo lo que el Estado argentino puede pagar» y el compromiso de «toda su dirigencia», con relación a la propuesta que el ministro de Economía Martín Guzmán hará mañana a los acreedores externos para el pago de la deuda.
«Así como la batalla sanitaria la tenemos que dar entre todos y de alguna manera no puede haber grieta, alrededor de darle a la Argentina un perfil de deuda sostenible en el tiempo, que nos saque de los ciclos que cada 10 años nos llevan a caer en el fracaso, también es una responsabilidad de toda la dirigencia argentina», argumentó Massa.
El gobernador de Corrientes, el radical Gustavo Valdés, sostuvo que a partir de mañana, cuando la propuesta será presentada formalmente ante la comisión de valores de los Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés) quedará «tela para cortar» y juzgó que del eventual acuerdo con los tenedores de bonos tiene que resultar una «deuda que tiene que ser sostenible para que la República Argentina pueda cumplir sus compromisos».
El mandatario de la alianza opositora, Juntos por el Cambio, celebró el inicio de las negociaciones con los acreedores externos, algo que -dijo- desde la «oposición habíamos hablado que hay que comenzar» y agregó que «hay una propuesta, este es el primer paso y comienza una nueva negociación».
En declaraciones a la prensa, al salir de la Residencia de Olivos, donde el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzman, anunciaron la propuesta del pago de parte de la deuda externa, Valdés consideró que «Argentina hoy tiene inconvenientes en pagar su deuda y hay provincias que también tienen dificultades, donde se combina la cuestión de los salarios, con la cuestión de la deuda púbica de las provincias y también de la Nación. Todos tenemos problemas y si a esto le sumamos el coronavirus, estamos en una situación complicada».
Otros gobernadores que escucharon el mensaje del Presidente a través de videoconferencia dejaron su respaldo en la red social twitter, como fue el caso del cordobés, Juan Scharetti (estuvo representado en Olivos por su vice, Manuel Calvo ). «Apoyo la oferta del gobierno nacional a los acreedores de la deuda externa del país porque es una oferta responsable y sostenible en el tiempo ya que está acorde a la verdadera capacidad de pago de nuestra Argentina», remarcó Schiaretti en esa red social.