El secretario general de la Uocra La Plata, Juan Pablo «Pata» Medina, fue detenido en la noche del martes en su casa de la localidad de Punta Lara, en Ensenada, en el marco de una causa por presunta extorsión que instruye la justicia federal de Quilmes.
El juez federal de Quilmes, Luis Armella, había ordenado la detención del líder de la UOCRA en una causa en la que se lo investiga por presunta extorsión contra el Estado. Su defensa había presentado un pedido de eximición de prisión ante la Cámara Federal.
La noticia del pedido de detención se conoció luego de que el gremialista abandonara la sede gremial, ubicada en 44 entre 4 y 5 de la capital platense, en la que permaneció virtualmente atrincherado durante horas por temor a que vinieran a detenerlo. Antes de salir, pidió a sus afiliados que cortaban la calle y quemaban gomas desde temprano, que se desconcentraran.
Un equipo de Gendarmería estuvo a cargo de concretar la orden de detención del sindicalista. Además, el juez Armella ordenó el allanamiento de 30 domicilios vinculados a Medina, ubicados en La Plata y en otras localidades, entre ellas, su vivienda de Punta Lara.
El gremialista había sido denunciado ayer por la fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo, por una presunta «extorsión» contra el Estado nacional y en el marco de una causa abierta por una agrupación llamada Vecinos Autoconvocados de Hudson ante el juez Armella por los retrasos en las obras de reforma de la estación Pereyra que les impide tomar el tren Roca.
Mientras permanecía en el gremio, Medina habló dos veces hoy ante sus afiliados desde el balcón de la sede y le apuntó directo al presidente Mauricio Macri a quien acusó de «armarle causas» en contra. «Es triste que un presidente democrático haya dado la orden al Gabinete para que trabaje para armar una causa al Pata», dijo y puntualizó que el jefe de Estado delegó esa tarea en el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas. «El ministro está trabajando con causas que no tienen fundamento», agregó.
En este marco, Medina le preguntó a los manifestantes si «van a permitir que al Pata lo lleven preso» y les pidió que «estén en un estado de alerta permanente», al tiempo que confirmó que en las últimas horas se resolvió paralizar todas las obras que se venían realizando en la región de La Plata y que los trabajadores abandonaron sus lugares de trabajo «para autoconvocarse en asamblea frente al gremio y seguir las alternativas de este conflicto». También señaló que el gobierno «quiere destruir al movimiento obrero y sacarles conquistas».
La pelea de fondo es porque el gobierno nacional y la administración de María Eugenia Vidal están decididos a intervenir el gremio, como en su momento lo hizo con el SOMU de Omar Caballo Suárez, ahora preso. La semana pasada, en Bahía Blanca, la gobernadora había calificado de mafiosa a la sucursal La Plata de la UOCRA. Consecuentemente, el Ministerio de Trabajo bonaerense no convalidó un acuerdo salarial entre la UOCRA del Pata y la empresa Coninsa, que lleva adelante las obras, para aumentar el costo de la reconstrucción de la estación Pereyra, a fin de adecuarla al ferrocarril eléctrico.