Franco Santiago Gasso tiene 24 años. Hasta el jueves de la semana pasada estaba alojado en la Unidad Penal N°60 de Merlo. Fue trasladado sin motivo a la 59 del mismo Complejo Penitenciario Conurbanos Sur Oeste. Según el relato de él y su madre, al llegar tuvo problemas con un grupo de presos que le robaron sus pertenencias y luego fue torturado por los jefes del penal. Tras este terrible episodio, la joven víctima asegura que intentó suicidarse.

Una madre desesperada

María de los Milagros Gasso es la mamá de Franco y defensora oficial de los Derechos Humanos: «Una de mis compañeras se comunicó con la unidad 59. La jefa le dijo que mi hijo había sido golpeado en el penal 60, antes de ser trasladado. Nosotros sabemos que él está atravesando una crisis con su mujer», contó la mujer a Tiempo.

Cuenta que cuando el detenido llegó a la unidad 59 fue alojado en el sector de admisión, junto a otros presos que lo echaron de ese habitáculo y le robaron casi todas sus pertenencias.

Luego de ese episodio, dice que fue atendido por el jefe y la jefa del penal, y que lo golpearon brutalmente. «Qué es lo que está pasando con vos pibe», le gritaron los penitenciarios y «empezaron con el ritual de la tortura con alevosía», denunció María de los Milagros.

Continuó contando. «Me dedico a defender los derechos de las personas detenidas y ahora me tocó vivirlo en carne propia. Uno de sus compañeros de encierro me escribió un mensaje. Es el chico que le cortó la soga cuando intentó ahorcarse. Esto es indignante porque fueron los propios jefes quienes torturaron a mi hijo».

La voz del detenido

«No fui golpeado en la unidad 60 como dicen los penitenciarios. Ahí estaba bien. Llevaba un año y cinco meses en el mismo pabellón haciendo conducta. Cuando me subieron al camión y me llevaron a la unidad 59 fue el problema», contó Franco a este diario.

«Al día siguiente, estaban en la puerta de la cárcel mi hermana Maia y mi señora Mercedes, que justo habían venido a traerme un cargador para el celular y ropa. Porque cuando ingresé me alojaron en admisión, los presos me echaron y me robaron casi todas mis pertenencias», reconstruyó el detenido.

Continuó repasando: «Después me llevaron y me dejaron en una leonera -estilo de jaula enrejada- del sector de sanidad. Luego me llevaron a audiencia con los jefes del penal, me dijeron ‘qué pasa con vos pibe’. Entonces les dije que en el lugar que me pusieron cuando llegué me robaron casi todas mis cosas y me echaron».

«Le dije que estaba mi familia afuera, que necesitaba el cargador del celular y la ropa que me trajeron porque me dejaron en shorts y remera. Acá hace mucho frío, no tengo nada. En ese momento, los jefes empezaron a pegarme», finalizó Gasso.

Fue trasladado el jueves de la semana pasada. Su mamá, María de los Milagros, se puso en contacto con la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), el organismo de control y prevención de la tortura ya tomó cartas en el asunto.