El caso de la fallida compra de “test rápidos” por parte de España puso en discusión en parte de la sociedad las diferentes maneras de comprobar la presencia de Covid 19 en la población. Hay dos tipos de pruebas de detección, por un lado, se encuentra una técnica de biología molecular que se basa en la reacción en cadena de la polimerasa (nombrada como PCR, por su sigla en inglés). Por otro lado, están los llamados «test rápidos», que utilizan una muestra de sangre y son más sencillos, pero aún no se utilizan en el país.
La PCR es la recomendada por la OMS por su confiabilidad para detectar personas infectadas. Localiza la secuencia genética del virus –que publicaron científicos chinos a comienzos de año– en la muestra que se ha tomado del paciente mediante un exudado nasofaríngeo, es decir, a través de una muestra tomada en la nariz o en la orofaringe (la garganta al fondo), las zonas donde hay más carga viral. Esta prueba permite amplificar regiones específicas del ADN que en un test común pasaría desapercibido. En esa amplificación del material genético se pueden observar ciertos patógenos, que en el caso del coronavirus es una molécula de ARN (ácido ribonucleico, que es el único material genético de ciertos virus).
Según explica el Dr. Pedro Cahn, de la Fundación Huésped, el otro tipo de prueba, conocido como test rápidos, sólo detecta anticuerpos, es decir, servirían para saber cuántas personas estuvieron expuestas al coronavirus, información que sería de utilidad para una encuesta epidemiológica. Cahn explica que no son más rápidos en la detección sino en el método, ya que se pueden realizar a partir de una gota de sangre y sin necesidad de gran equipamiento. El problema de este método es que no muestran claramente si en ese momento una persona tiene la infección, como sí lo hace la técnica PCR y además tienen una alta tasa de falsos positivos.
En otras palabras, los test de anticuerpos, los llamados rápidos, no detectan el virus en sí, sino la respuesta del sistema inmune a su presencia, en consecuencia, no sirven para diagnosticar durante la primera semana. Por esta razón, la técnica de PCR es la adecuada para la etapa que cursa la Argentina, explican los expertos.
El PCR y los test rápidos tienen objetivos distintos. Mientras el primero detecta si un paciente posee el virus, los test de anticuerpos – los segundos– sólo detectan si un paciente generó defensas inmunes contra el virus.
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— Fundación Huésped (@FundHuesped) March 26, 2020
????Detección de #Coronavirus: ¿Por qué no se usan test rápidos?
????Información clave sobre el aumento del número de casos.
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La descentralización de los laboratorios va a permitir aumentar la cantidad de testeos, siempre con la técnica de PCR, que es la que permite detectar, confirmar o descartar la presencia del coronavirus. El aumento de los números de casos que se irá produciendo no se relaciona sólo con el aumento de estos centros, ya que hasta el momento el Malbrán ha analizado todas las muestras que se le han enviado, sino también con la dinámica de la enfermedad que lleva a que se redefinan los casos sospechosos a investigar, que ahora incluye neumonías graves.
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La técnica es compleja, requiere entrenamiento y maquinaria especial, por eso, en un primer momento, en Argentina, el Instituto Malbrán era el único autorizado. En este momento ya se ha capacitado personal en esta técnica y se está dotando del equipamiento necesario a otros centros, que en total serán 35 en todo el país.