La Secretaría de Energía publicó, a fines de enero, la resolución 21/2025 que modificó el mercado eléctrico mayorista y el rol de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). La norma, firmada por la secretaria María Tettamanti, elimina restricciones y fomenta la libre contratación de insumos. Este modelo ya se utilizó en los años ’90.
La normativa tiene alcance en los contratos que se celebran entre las generadoras de energía y los grandes consumidores como fábricas, industrias, mineras, centros de datos o distribuidoras tales como Edesur o Edenor.
Consultores y especialistas coinciden en que esta norma requiere de múltiples reglamentaciones que el gobierno nacional deberá realizar en los próximos meses para poder definir si los impactos en el sistema eléctrico son positivos o negativos.
Uno de los puntos más destacados es que permite realizar contratos a término entre grandes usuarios y empresas distribuidoras con centrales generadoras sin la intermediación de Cammesa. De esta forma, se reemplaza la resolución 95/2013 que obligaba a los grandes usuarios a comprar la energía a la empresa estatal. Así, queda habilitada la firma de contratos directos para quienes quieran asegurarse el acceso a energía adicional.
Además, la resolución también plantea otra descentralización del rol de Cammesa. Desde el sábado, el combustible que utilizan las máquinas de las generadoras térmicas podrá ser adquirido por las mismas empresas. Hasta ahora, la estatal se encargaba de la compra del combustible para las generadoras térmicas y funcionaba de intermediaria entre los contratos de abastecimiento para grandes usuarios y distribuidoras que proveen a los residenciales. En dicha triangulación, Cammesa tenía un rol central en la aplicación de los subsidios para los consumidores finales.
El objetivo del gobierno es que el precio total de la energía se vea reflejado en las tarifas. Una posibilidad que introduce esta resolución es que los costos de generación estén más estrechamente vinculados a los precios de mercado del combustible. Anteriormente, Cammesa centralizaba la compra de este insumo, lo que permitía una estandarización de los costos. Con la nueva resolución, las generadoras que logren negociar mejores precios o que operen con mayor eficiencia podrían reducir sus costos, mientras que aquellas con condiciones menos favorables enfrentarían incrementos.
La incógnita que se plantea en torno a esta desregulación es si impulsará un aumento del precio de la energía y, por tanto, de las tarifas.
En una entrevista con el portal EconoJournal, Nicolás Arceo, director de la consultora Economía y Energía, calificó a la reforma como “una desregulación parcial del sector que se centra más en el mercado a término y no en el spot”. Además, el especialista agregó que “este proceso de desregulación recibe una crítica hacia la derecha y otra hacia la izquierda. La primera es que no desregula lo suficiente, sino que se limita al mercado a término. La segunda cuestiona por qué liberalizar una parte y darles renta a los generadores si nadie garantiza que van a aumentar los niveles de inversión en generación y transporte”.
En torno al tema, Ernesto Díaz, vicepresidente senior de la consultora Rystad Energy, señaló que “la desregulación debería acompañar la capacidad de pago del usuario final, que es el que -en definitiva- apalancará la rentabilidad de toda la cadena”.
Para los especialistas, esta resolución plantea una hoja de ruta para la “normalización” del sector eléctrico, pero no alcanza para determinar los impactos que tendrá en las tarifas.
Contratos, plazos y precios
La energía que utilizan los hogares, fábricas y comercios es producida en centrales generadoras que pueden ser térmicas, hidroeléctricas, nucleares o renovables. Dicha energía es transportada por líneas de alta tensión hacia subestaciones y desde allí transformada para que pueda llegar a los consumidores finales.
Mercado a término: son contratos a largo plazo con un precio establecido de antemano. Implica hacer un acuerdo hoy para pagar y recibir la energía dentro de unos meses o años, sin importar cambios de precios en el mercado spot. Las empresas lo utilizan para planificar sus costos.
Mercado spot: refiere al comercio a corto plazo donde los generadores venden y compran la energía de inmediato. La oferta y la demanda hacen que los precios fluctúen en tiempo real.
Edenor y Edesur
En la audiencia pública del jueves pasado se trataron los pedidos de aumento de tarifas de Edenor y Edesur.
La concesionaria de la zona Norte, Edenor, solicitó un aumento del 8% final en las tarifas. Edesur no precisó porcentaje de incremento, pero pidió que se simplifiquen las escalas.
Las facturas eléctricas en el AMBA están compuestas en un 30% por los segmentos de distribución, en un 44% por la generación y 2% por el transporte eléctrico. Además, los impuestos tienen una incidencia del 24%. El último amague de retirada de los subsidios por parte del gobierno dejó un manto de dudas en torno a cómo seguirá esta política.